Un óptimo funcionamiento de nuestro vestidor dependerá, fundamentalmente, del orden. Por tal motivo, las prendas más usadas deberán estar a la vista, mientras que en las zonas altas se relegará aquello que menos se use o las prendas de otra temporada.
Se aconseja priorizar el espacio de almacenaje, utilizando el mayor número de barrales o perchas, teniendo en cuenta los diversos tamaños de las prendas. En las zonas altas es posible colocar barras hidráulicas, así el espacio que queda debajo podrá emplearse en mayor medida, ya sea con cajones o estantes.
Es importante evitar los huecos muertos, agrupando las prendas en estantes donde apilar la mayor cantidad de ropa o bien en cajones de diversos tamaños.
Mucha luz
Si no se dispone de luz natural, aconsejamos una luz blanca artificial, ya que imitará los rayos del sol y permitirá ver mejor los colores. Se debe tener en cuenta la instalación de iluminación tanto en el techo como en el interior de los armarios. Además de incluirla para decorar el ambiente, brindará una mejor iluminación general.
Cajones y bandejas camiseras
Resultan un buen recurso para ordenar y proteger las prendas más delicadas, que puedan estropearse. Los cajones amplios son mucho más cómodos y estéticos visualmente que los más pequeños. Estos pueden contar con múltiples tipos de divisiones, dependiendo de su destino: accesorios, ropa interior, cinturones, pañuelos y corbatas.
Espacio para colgar
Siempre suele ser alto, permitiendo que entre cualquier tipo de prenda. No obstante, resulta mucho más práctico dividirlo en dos para ganar espacio, guardando lo que requiera menor altura: camisas, pantalones, sacos y abrigos cortos. Será bueno también dedicar un pequeño espacio para prendas más largas: pilotos, tapados, y vestidos de fiesta.
Repisas
El común de las prendas puede organizarse en repisas o estantes que se modularán en altura y ancho según el tipo de artículos a guardar.
Zapatos y zapatillas
Si existe lugar suficiente, lo mejor es armar una columna de piso a techo con bandejas inclinadas, donde se organizará el calzado por temporada. De esta manera, siempre se encontrarán a la vista, manteniéndose en buen estado. Si el espacio es reducido, será mejor guardar las zapatillas en un cajón botinero y los zapatos en estantes de poca altura, que permitan dejar delante los de uso habitual y atrás los de cambio de temporada.
Materiales y colores
Los placares y vestidores suelen hacerse en melamina para que sean de fácil mantenimiento y reduzcan costos. Las tonalidades claras como el blanco, marfil o los tonos de madera clara otorgan más espacialidad al interior.
Espejos
Resulta fundamental incluir un espejo en el cuarto de vestir. Si no hay paredes donde apoyar o colgar uno, se puede recurrir a frentes de placard espejados, que mantienen las prendas resguardadas y además cumplen con la misma función.
Forma en U
Es ideal para compartirlo por dos personas, contando cada pared para un vestidor individual para cada uno.
Detalles que distinguen
Aconsejamos situar, si las dimensiones del espacio lo permiten, un puff, butacón o sillón. A su vez, recurrir a la utilización de revestimientos suaves y cálidos como alfombras o pisos flotantes que permitirán calzarse y descalzarse con mayor comodidad.
Tips
- Utilizar perchas resistentes y cajas con rótulos.
- Guardar los abrigos grandes y con poco uso separados de las prendas de uso cotidiano.
- Aprovechar cada espacio con sistemas de barras, pantaloneros y puertas de última generación.
- Iluminar con lámparas dirigidas.
- Colocar espejos que faciliten la visión de cuerpo entero.
- Decorar con estilo y personalidad, empleando detalles de color y mobiliario que se complementen con el de la habitación.
- Utilizar maderas claras, que amplían los espacios y marcan tendencia en el diseño actual del mobiliario.
Fuente: http://servicioinformativodelaconstruccion.com