El mundo de la inversión fue, históricamente, un sector donde siempre hubo una mayoría de hombres por una minoría de mujeres debido a una cuestión de educación cultural.
Sin embargo en los últimos años, con el empoderamiento de la mujer principalmente en los negocios a través de emprendimientos personales, la balanza empezó a equilibrarse.
No obstante, todavía falta mucho camino por delante por lo que es necesario que como todos, las mujeres conozcan y aprendan a manejar bien sus finanzas personales, permitiéndoles crecer todavía más tanto profesional como nivel personal. Es por esta razón qu el marco del día internacional de la lucha de los derechos de la Mujer es un debate que debe darse.
Cada vez son más los datos que indican que un aumento del acceso a servicios financieros y el uso de los mismos por parte de las mujeres puede aportar contundentes beneficios tanto económicos como sociales.
En la actualidad, las mujeres son el colectivo que más sufre la pobreza y la desigualdad y el que queda excluido de manera sistemática del sistema financiero tradicional. Según datos de las Naciones Unidas, el 70% de las personas más pobres al mundo son mujeres. Trabajos y salarios más precarizados, dificultades al acceso a un trabajo estable y prejuicios limitan su libertad financiera en todo el mundo. El apoderamiento económico de las mujeres resulta una herramienta fundamental para mejorar la unión social y la reducción de la pobreza de las comunidades, y educarse sobre finanzas puede ser una herramienta muy útil para conseguirlo.
Por eso, cada vez son más las iniciativas que tienen a mujeres en el centro de sus proyectos con el objetivo no solamente que consigan autonomía económica, sino también para contribuir, a la larga, a reducir la desigualdad entre hombres y mujeres.
Para la coordinadora de Research de invertirOnline, Flavia Matsuda, “los servicios financieros no son solo un beneficio económico sino que también juegan un rol muy importante en el empoderamiento de la mujer.
Se trata de una herramienta extra que la ayudará en su búsqueda de la independencia y de igualdad de oportunidades. Por lo tanto también tiene consecuencias sociales”. “En los últimos años, las mujeres han logrado insertarse en el mercado laboral y se ha avanzado en esa materia.
Sin embargo, todavía existen muchas que no disponen de ingresos propios. A su vez, continúa habiendo diferencias en las condiciones en cuanto a oportunidades de crecimiento laboral y ni mencionar la brecha salarial. Ello derivó en que duramente mucho tiempo las mujeres no pudieran invertir o no estuvieran interesadas en las inversiones.
Pero a medida que fue avanzando esta lucha por el empoderamiento, comenzaron a caerse algunos mitos y barreras, las mujeres empezaron a darse cuenta de que podían hacerlo. Y de hecho necesitan hacerlo. Creo que a muchas les cuesta tomar esa decisión simplemente por desconocimiento y falta de confianza”, detalló Matsuda en diálogo con El Cronista.
Según un informe realizado por el Banco Central (BCRA), son las mujeres quienes principalmente toman las decisiones relacionadas con el manejo diario del dinero en su hogar, siendo el caso del 37% de las mujeres frente a un 30% de los hombres.
En materia de ahorro, solo el 26% de las mujeres frente al 32% de los hombres declararon haber ahorrado dinero en el último año. La principal forma de ahorro utilizada por las mujeres es debajo del colchón).
El 61% de las mujeres ahorristas utilizaron este formato de ahorro en comparación con el 56% de los hombres. El principal objetivo de ahorro para las mujeres consiste en la compra de una vivienda (26% de los casos).
Esto contrasta con la prioridad de los hombres donde el objetivo más destacado es la compra de un auto (24% de los casos). La analista de finanzas reconoce “si bien hubo avances en los últimos años, todavía queda mucho por trabajar. No se trata solo de incluir a las mujeres sino a muchos otros estratos de la sociedad que hoy están excluidos, algunos ni siquiera están bancarizados.
Algunas políticas sociales que se implementan a través de servicios bancarios pueden ayudar en ese aspecto. No obstante, deben también ir acompañadas de políticas de educación financiera, empezando por la importancia de la planificación y el ahorro. En este aspecto, el acceso a la tecnología es una herramienta muy útil, ya que posibilita que más gente pueda acceder a información y a servicios financieros de bajo costo”.
En ese sentido, Matsuda indicó que la tecnología ha logrado que el acceso a la información (y formación) esté al alcance de cada vez más personas. Existen muchos foros, videos y cursos online en donde uno puede aprender sus primeros pasos. Pero resaltó que “lo más importante es que se animen. Existen productos muy simples, incluso más que el plazo fijo”.
Por último, al ser consultada sobre si a su entender existían diferencias en el comportamiento del hombre y la mujer al momento de manejar su dinero, señaló: “Un aspecto que puede distinguir a los inversores de las inversoras es el sesgo emocional al momento de tomar las decisiones de inversión. Por su poca experiencia las mujeres suelen tener menos confianza y por ende ser más conservadoras si se las compara con los hombres. Del otro lado, ellos suelen ser más agresivos y muchas veces pueden mostrar sobre-confianza. Ello determina diferentes formas de inversión y es importante aclarar que ninguna es mejor que la otra, simplemente son diferentes”.