Simpatizantes argentinos deambularon desde temprano en las adyacencias del Mineirao de Belo Horizonte a la búsqueda de una entrada para el partido ante Irán. Enfundados en camisetas albicelestes y con banderas argentinas a modo de bufanda o capa, los seguidores llegados desde distintos puntos de nuestro país indagaron por la chance de comprar una localidad.
Había ofertas de todo tipo, las más caras arrancaban desde los 3.000 dólares, pero se podían bajar hasta los 1.500 e incluso a 1.000. No obstante, hurgando un poco más, hubo argentinos que consiguieron tickets por un valor de entre 600 y 900 dólares.
“Me vine sin entrada, no pude conseguir por internet, pero quiero ver una partido de mi Selección. Estoy desde temprano y conseguí una por 1.800 reales, unos 900 dólares. Sé que algunos compraron más baratas, pero no me importa”, contó Emiliano Vargas, oriundo de San Luis.
“Llegué desde Río. No conseguí en el Maracaná (ante Bosnia), pedían una fortuna, como 1.500 dólares, y me dijeron que allá había que tener cuidado porque podían ser falsas. Viví la fiesta desde afuera, pero acá enganché una cabecera por 600 dólares. No lo puedo creer, un golazo”, confesó Fernando Fortino, porteño de 26 años. Así, hubo testimonios similares y otros que no pudieron conseguir el objetivo aún porque los precios se dispararon con el correr de las horas junto a la aglomeración de camisetas celestes y blancas en las afueras del Mineirao.
Los simpatizantes apostados en los alrededores del estadio no solo pugnaron por una entrada sino que también aprovecharon para juntarse y alentar con cánticos al equipo de Messi, para ya ir dándole clima al cotejo en el que si Argentina gana clasificará a octavos de final.
Uno de los puntos más emotivos fue cuando cerca del mediodía ingresó el vehículo que trasladó a Sabella para la conferencia de prensa. Allí, al divisar la escolta policial del auto del DT, los hinchas estallaron en gritos y aplausos.
Argentina enfrenta a Irán a las 13 en el estadio Mineirao, que tiene capacidad para 58 mil espectadores, de los cuales se estima que más de la mitad serán albicelestes.