El reclamo de Argentina por los fondos buitre fue uno de los temas centrales del discurso de Cristina Kirchner ante la asamblea del G-77 + China que se llevó adelante ayer en Santa Cruz de la Sierra. El documento final rubricado por los 133 países participantes brindó apoyo a la Argentina en su reclamo por los holdouts y apoyó las disputa por la soberanía de Malvinas.
Cristina arribó a la sesión que convocó a una treintena de presidentes y jefes de Estado a las 10.50 de la mañana, casi dos horas después del inicio. No participó de la foto oficial y tras su ingreso al plenario fue saludada por el presidente anfitrión, Evo Morales. Con un vestido color uva y reconociendo su retraso, se tomó unos minutos antes de salir del Hotel Los Tajibos para saludar a un grupo de militantes K provenientes de las provincias de Salta y Jujuy.
“Junto a ustedes no me siento la Presidenta, sino una militante más”, les dijo entre risas antes de dirigirse al predio de la Fexpocruz donde se realizó la asamblea denominada “Hacia un nuevo orden mundial para vivir mejor”.
Al ocupar su lugar en el plenario, donde desde temprano estaban el canciller Héctor Timmerman y el embajador en Bolivia, Ariel Basteiro, ya habían hecho uso de la palabra doce mandatarios. Evo le cedió la palabra a Cristina rápidamente que habló durante 26 minutos, dedicando gran parte del discurso a criticar a los fondos buitre y recordando la política de “desendeudamiento que inició Néstor Kirchner en 2003”. Hoy se pronunciarán los nueve jueces del máximo Tribunal estadounidense. La decisión será clave para nuestro país, ya que se conocerá si se acepta la sentencia o la apelación del Gobierno nacional.
Un modelo de "expoliación"
En este contexto, la Presidenta pidió que el foro de naciones emergentes, se pronuncie “contra estas prácticas financieras pero, con un modelo que ya se ha tornado sistémico en el mundo en cuanto a expoliación”. Con tono crítico señaló que “este pequeño grupo de fondos buitres, pone en peligro, no solo a la Argentina, lo que se está poniendo en juego, es el sistema financiero internacional y el sistema económico internacional, más que el sistema financiero”.
El respaldo se conoció en el documento final aprobado por el bloque del G-77 + China donde los países en vías de desarrollo señalaron su preocupación por las actividades de los fondos buitre. “Algunos ejemplos recientes de las acciones de los fondos buitre en los tribunales internacionales han puesto de manifiesto su carácter altamente especulativo” y manifestaron que estos fondos “plantean un peligro para todos los procesos futuros de reestructuración de la deuda, tanto para los países en desarrollo como para los países desarrollados”.
Si la Corte decide no dar lugar a la apelación presentada por el gobierno de Cristina Kirchner, el país deberá asumir el pago de más de 1.330 millones de dólares a los bonistas. En un gesto político frente al pedido de la Presidenta que además manifestó que bajo estas condiciones “ningún país va a reestructurar sus deudas”, el documento del G-77 reiteró la importancia “de no permitir que los fondos buitres paralicen las actividades de reestructuración de la deuda de los países en desarrollo ni priven a los Estados de su derecho a proteger su pueblo conforme al derecho internacional”.
Sin participar de los restantes discursos de sus pares, Cristina se retiró para mantener una reunión bilateral con su par de Cuba, Raúl Castro. Después realizó algunos saludos protocolares con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el diplomático chileno Juan Somavia, el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon y se despidió de Evo Morales. Poniendo fin a la agenda oficial en Santa Cruz de la Sierra, a las 14:20 despegó el Tango 01 del aeropuerto Viru Viru, rumbo a Buenos Aires.
El canciller Héctor Timmerman se quedó unas horas más en Bolivia para reunirse con el primer ministro de Timor Oriental, José Luis Gutierres y con el ministro de Estado para asuntos financieros de Emiratos Árabes Unidos, Obaid Humaid Al Tayer.
Botnia: "Con Mujica hablo siempre", dijo Cristina
La crisis bilateral entre Argentina y Uruguay no tuvo lugar en el marco de la Cumbre del G-77 + China. No hubo reunión entre los representantes de ambos países para discutir por el nuevo conflicto generado por la autorización del presidente uruguayo José Mujica para que la planta de celulosa UPM (ex Botnia) produzca más. También se confirmó el anticipo de la Cancillería argentina, que había adelantado que el tema no se incluiría entre los reclamos que expondría Cristina.
A horas del inicio del plenario, la Presidenta buscó bajar la tensión entre ambos países. Cuando ingresaba a su hotel, el sábado por la noche, este diario la consultó sobre si dialogaría en la cumbre con su par de Uruguay. “Claro que hablo, con Mujica hablo siempre”, dijo.
Pese al tono ameno que mostró Cristina, al compartir ayer el plenario junto a 30 presidentes y jefes de Estado y la representación de unos 130 países, evitó cualquier encuentro con su par uruguayo. El malestar en el Gobierno es notorio y la carta que envió el canciller Héctor Timerman a su par del país vecino, Luis Almagro, dio un mensaje que trasciende el conflicto con la pastera: se van a revisar todas las relaciones exteriores con Uruguay.
La respuesta fue contundente. Las autoridades del país oriental manifestaron que la decisión de Argentina de recurrir a La Haya por la situación es “infundada”.
En ese contexto, el silencio de la Presidenta durante la Cumbre fue notorio. Al finalizar su discurso en Bolivia y en una improvisada rueda de prensa, no quiso responder la pregunta de los periodistas locales sobre la problemática que enfrentan ambos países.
Mujica siguió la misma línea. No habló del tema e incluso canceló sobre la marcha una conferencia de prensa que iba a dar, haciendo un paréntesis en la ronda de discursos de sus pares. “Se siente muy cansado”, adujo la organización.
Ayer, el presidente uruguayo fue uno de los primeros en llegar al plenario del G-77 + China, temprano en la mañana, y también estuvo en la lista de los oradores inaugurales de la sesión. Curiosamente, el discurso del presidente de Uruguay se centró en la defensa del desarrollo “preservando la vida del Planeta”. Dirigió sus críticas hacia aquellos gobiernos que sólo buscan “acumular riquezas”.
En materia de medio ambiente, uno de los temas que hoy pone en peligro el vínculo político con Argentina, Mujica señaló: “Nunca la humanidad ha tenido tantos medios, nunca los hombres han tenido tantas herramientas, y nunca se invirtieron tantos recursos para socavar la vida del planeta”.
En la Casa Rosada no ven en el corto plazo una vía de solución al conflicto. Por eso, aducen, recurrirán a la Corte de La Haya. “No va haber reuniones, ni encuentros, ni nada”, apuntó un alto funcionario refiriéndose a las negociaciones con Uruguay. Esta semana podría conocerse la fecha en la que Argentina hará la presentación ante el Tribunal internacional en rechazo a la habilitación que Uruguay dio para que la pastera finlandesa incremente su producción a 1.365.000 toneladas anuales.
A Cristina y Mujica los separaban unas pocas cuadras desde los hoteles en los que se alojaron. Arribaron a Bolivia con tres horas de diferencia. No posaron juntos para la foto oficial en conmemoración de los 50 años que cumplió el foro de naciones emergentes. Tampoco compartieron saludos protocolares. El uruguayo se retiró diez minutos después de que el Tango 01 despegara del aeropuerto de Santa Cruz de la Sierra.