El gobernador, Francisco Pérez, llegó temprano a General Alvear, acompañado de los ministros de Gobierno, Rodolfo Lafalla; de Agroindustria, Marcelo Costa; de Infraestructura, Rolando Baldasso; de Desarrollo Social, Cristian Bassin, y el titular del Departamento General de Irrigación, José Luis Álvarez.
A las 9, junto al intendente anfitrión Juan Carlos De Paolo, hizo los anuncios que habitualmente los mandatarios hacen en el almuerzo de la Fiesta Nacional de la Ganadería de Zonas Áridas.
Fueron ocho anuncios para los alvearenses. En un principio se firmó el convenio para el inicio de obras por 20 millones de pesos para instalar la red de gas en Carmensa, 5 millones de pesos para la reconstrucción de la Casa de la Cultura de Alvear y el armado de dos viviendas premoldeadas en un terreno donado por la comuna para alojar a efectivos de Gendarmería nacional.
Después realizó los tres anuncios más fuertes, o al menos los más pertinentes teniendo en cuenta ciertas realidades referidas a la producción agropecuaria: Pérez entregó un cheque de 1,5 millón de pesos para la construcción de una fábrica de chacinados; el reencauzamiento del río Atuel en el tramo comprendido entre La Junta (Malargüe) y el embalse de El Nihuil (San Rafael) y el trasvase de aguas del río Grande al Salado.
En el caso del reencauzado del río, se trata de achicar la superficie que ocupan los meandros y múltiples brazos que el Atuel exhibe en ese tramo; es que tanta extensión en ancho incrementa las filtraciones hacia las napas, entonces achicar el cauce en un solo brazo más angosto permitiría evitar el filtrado de 5 metros cúbicos, los que se recuperarían para el riego.
El trasvase se trata de una obra más chica que la tradicionalmente anunciada a lo largo de los años. “Si seguimos esperando la obra de Portezuelo y la seguimos discutiendo nos vamos a quedar sin producción en todo el sur”, decía Pérez, y luego explicaba que es una obra de canalización, que incluye un túnel para tomar 5 metros cúbicos de los 34 que le corresponden a Mendoza del río Grande y volcarlos al Salado, que es afluente del Atuel. De esa forma incrementar el caudal para mitigar la crisis hídrica.
“Vengo desde el año 98 a Alvear y siempre vine a trabajar, a escuchar demandas y a tener vocación de servicio”, decía Pérez, y luego recordó obras realizadas en el departamento durante los gobiernos peronistas. “Vengo a renovar mi compromiso para seguir trabajando el día de mañana, donde me encuentre la política y la vida, siempre con un compromiso social muy fuerte”, cerró el Gobernador.