Así como lo hizo hace dos semanas con lo referido al nivel secundario, durante la mañana de ayer la DGE anunció modificaciones y nuevos instrumentos para evaluar a los chicos que estudian en la primaria. Ambas novedades cuentan con una protagonista en común: las Evaluaciones Integrales Anuales (EAI).
Según destacaron las representantes del gobierno escolar, tanto en la primaria como en la secundaria el espíritu de estos exámenes es que en el alumno se priorice el aprendizaje aplicado en situaciones concretas y específicas -capacidades- antes que aprenderlo y repetirlo de memoria.
En ambos niveles esta evaluación será obligatoria, se tomará en noviembre y, por trimestre, los chicos deberán tener al menos tres notas -una de ellas individual-, mientras que dejarán de tomarse trimestrales y globales.
La EAI primaria será considerada como una evaluación más del tercer trimestre, por lo que la nota se promediará con las otras individuales de ese tramo del ciclo lectivo. Esto la diferencia de la EAI secundaria, cuya calificación también repercute en el último trimestre, aunque se la separa de la obtenida en los otros exámenes. De esta manera, la nota de la EAI secundaria se promedia con una única calificación, obtenida a su vez del resultado del resto de las evaluaciones del tercer trimestre.
“No es un global, ya que tiene una naturaleza y un objetivo diferente: que los chicos apliquen los objetivos a situaciones concretas”, sintetizó la subsecretaria de Educación, Mónica Cuadrada.
Desde el ámbito académico, en tanto, resaltaron estos objetivos. “El modelo de competencia -que se refiere a los conocimientos puestos en acción- es algo que los docentes ya lo han aprendido, por lo que debería ser una sugerencia para ellos más que un anuncio público. Son temas viejos que hay que aplicar y sería lo ideal si se hace. El tema pasa por sincerar el modelo”. destacó el psicopedagogo especializado en educación, Alejandro Castro Santander.
En detalle
La resolución 1.155 es la que incorpora la EAI al nivel primario, y establece que se aplique a partir de mayo. De esta manera, al igual que ocurre con el secundario, se pondrá en marcha en el presente ciclo lectivo.
“Los maestros recibirán una capacitación específica con los fundamentos y estrategias para estos casos. Y después cada institución definirá cómo aplicarla. Los instrumentos de la EAI pueden ser muchos, como por ejemplo si el contenido son las reglas ortográficas, lo que hay que evaluar es la ortografía en sí y no sólo las reglas. Entonces la producción de un texto puede ser la forma de evaluarla. O un proyecto de ciencias, un parlamento, un coloquio; siempre dependiendo de la materia”, indicó la subsecretaria de Planeamiento y Evaluación de la Calidad Educativa, Emma Cunietti.
Además, se mantendrá la calificación numérica -del 1 al 10- y, a diferencia de los viejos trimestrales- la evaluación se tomará a los chicos de todo el nivel primario (en Mendoza hay 183.000 alumnos en éste). También se mantendrá la unidad pedagógica que incluye a primero y segundo grado, por lo que la evaluación y promoción será una sola (consta de 6 trimestres) y será cuando el chico finalice segundo grado.
Repercusiones
Para el director del departamento de Educación de la Universidad del Aconcagua y especialista en temas vinculados a la educación, José Luis Martiarena, estos anuncios son una muy buena noticia. "Lo ideal es tratar de ir saliendo de las evaluaciones tipo memorísticas, y eso tiene que ver con un sentido de aplicabilidad de esos conocimientos. Es algo positivo", destacó y agregó que -como todo en la educación- se debe medir y aplicar a través de procesos.
“Tiene que ver con una serie de herramientas que buscan que el conocimiento se ponga en juego en condiciones reales o símil reales. Si no, es conocimiento inerte que se aprende de memoria y se olvida a las tres semanas”, continuó.
Asimismo, el especialista destacó que uno de los requisitos para que las carreras universitarias sean acreditadas por Coneau es precisamente que en la práctica se apliquen los conocimientos a la realidad.
Para Castro Santander, en tanto esta medida es uno de los detalles de ciertas estrategias de enseñanzas y aprendizajes y, en lo que se refiere a evaluación hay cosas más complicadas que hacen falta aplicarse.
“Previo a la Ley Federal de Educación, estaba el modelo de evaluación sumativa, donde lo importante era el número o la nota. Luego entró el constructivismo que sostiene que la evaluación tiene que ser formativa a fin de observar el proceso, pero no pasó nada. Hoy la evaluación sigue siendo, para muchos, un elemento de miedo”, destacó y resaltó que los propios docentes le temen a la posibilidad de que se los evalúe y eso es porque en su cabeza está instalado también el modelo de educación sumativa, con sus miedos incluidos.
“Aunque lleguemos a tener la mejor ley de Educación, la realidad es lo que se da en el aula, en el día a día y en la relación entre el docente y el alumno. Si hoy preguntamos, vamos a encontrar a muchos docentes que van a decir que están aplicando este tipo de evaluaciones (buscando que los chicos apliquen conocimientos), y también vamos a encontrar a quienes nos dicen que prefieren seguir así (evaluación sumativa) ya que tienen 40 chicos por curso y no tienen tiempo de otra cosa. No hay nada más práctico que una buena teoría, pero también lo cierto es que no hay nada más fácil que pedirle a los chicos que repitan de memoria y, mientras más parecido al libro o los apuntes, mayor nota”, sintetizó el especialista.
