Apenas un 11,3% de los brasileños apoya a Temer

Se conoció la primera encuesta desde que el 12 de marzo suspendieron en su cargo a Dilma Rousseff. Si hoy hubiese elecciones, el favorito para ganar es Lula.

Apenas un 11,3% de los brasileños apoya a Temer

El presidente interino de Brasil, Michel Temer, afirmó ayer ante empresarios que “la ideología ha pasado de moda”, al justificar su plan económico, en medio del pulso político marcado por la primera encuesta de su gestión, que muestra que tiene un apoyo del 11,3% de la población y que el candidato favorito para 2018 es el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (Lula).

Temer, según la encuesta, la primera divulgada desde que suspendieron del cargo a Dilma Rousseff el 12 de marzo, perdería en todos los escenarios posibles si se somete a una elección. De la crisis, surge como principal candidato vencedor en escenarios de primera vuelta el ex mandatario y fundador del PT, Lula.

En Brasilia, el vicepresidente en ejercicio de la presidencia planteó ayer claramente que su intención es entregar el gobierno en 2018, teniendo en cuenta que aún debe ser sometida a juicio político la suspendida mandataria Dilma Rousseff, quien confía en poder revertir votos en el Senado y regresar al cargo.

Lo hizo al hablar ante 200 empresarios reunidos por Paulo Skaf, el presidente de la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp), responsable por financiar campañas por el juicio político a Rousseff, en el Palacio del Planalto, donde el equipo económico presentó sus proyecciones y reclamó inversiones.

“La generación de empleo vendrá si existe la actuación de la iniciativa privada. Confieso que este asunto de ideología está fuera de moda y lo que manda es la política de resultados, la que define el ciudadano. Si le sirve, la aprueba, si no le sirve, no la aprueba”, dijo Temer.

El mandatario interino también se refirió a su idea de “pacificar” el país para atraer inversiones, aunque no hizo referencias directas al pedido de captura que ayer hizo el fiscal general, Rodrigo Janot, para su núcleo duro, el ex presidente José Sarney, el suspendido jefe de Diputados, Eduardo Cunha, y el senador Romero Jucá, todos del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB) por obstruir la operación anticorrupción en Petrobras, denominada “Lava Jato”.

En ese sentido, en el Palacio del Planalto, el titular de la federación industrial paulista, también afiliado al PMDB, hizo llegar a Temer el recado de la cámara patronal, la mayor de América Latina, en cuanto a que la única salida posible a la crisis provendrá del recorte del gasto público y el aumento de impuestos.

“La crisis política puede tener su propio camino y la economía necesita andar por otro camino. Nuestra carga tributaria es alta y no es necesario aumentar impuestos. Hay que cortar desperdicios para reducir los costos y tener crédito con tasas de interés más bajas”, dijo Skaf.

La sede de la Fiesp en San Pablo fue durante toda la campaña opositora a Rousseff la referencia de los manifestantes contra el impeachment.

El ministro de Economía, Henrique Meirelles, afirmó que desde el 12 de marzo pasado, cuando el Senado suspendió a Rousseff y Temer cambió al Gabinete, están siendo “sacados de los cajones proyectos de inversión” por parte de empresas nacionales y multinacionales debido a la “confianza” que genera “el control y la planificación del gasto público”.

En el plano político, en un diálogo con historiadores, la presidenta suspendida fustigó la política exterior de Temer, a la que calificó de “paleolítica” por haber elegido hablar “bajito con Estados Unidos y en forma grosera con Bolivia” y expresó que confía en que “el pueblo brasileño está dando vuelta el partido”, al sugerir que podría lograr salvarse en la votación en el Senado.

Un policía famoso fue preso por contrabando

Un policía brasileño de origen japonés que se convirtió en símbolo de la operación “Lava Jato”, que ha llevado a prisión a parte de la élite política y empresarial del país, fue preso por contrabando ayer, informó la prensa local.

Newton Ishii, conocido como “el japonés de la federal” y famoso por arrestar a decenas de conocidos empresarios y políticos en el marco del megafraude a Petrobras, fue condenado en segunda instancia por la justicia por facilitar en 2003 la entrada de contrabando de Paraguay, informaron varios diarios brasileños.

Su abogado, Oswaldo de Mello Junior, precisó al portal G1 que Ishii fue condenado a cuatro años y casi tres meses de cárcel en el marco de la operación “Sucuri”, que destapó la participación de agentes federales en la entrada de contrabando a Brasil.

La Policía Federal de Paraná no había respondido aún a las llamadas y correos electrónicos para confirmar la información.

Ishii, siempre vestido con chaleco antibalas y con lentes de sol muy oscuros, se hizo famoso en el último año en Brasil por aparecer en fotografías y videos junto a políticos, empresarios y jerarcas de Petrobras arrestados por corrupción. AFP

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA