Aparece un retrato inédito de Shakespeare realizado en vida

El historiador británico Mark Griffiths dijo que lo descubrió en un libro de botánica.

Aparece un retrato inédito de Shakespeare realizado en vida
Aparece un retrato inédito de Shakespeare realizado en vida

Un retrato hasta ahora inédito realizado en vida de William Shakespeare, en el que aparece con toga romana y sosteniendo una planta y una mazorca de maíz, revela la auténtica apariencia del genial dramaturgo, uno de los misterios de la literatura.

El historiador británico Mark Griffiths asegura haber descubierto, en un volumen de botánica del siglo XVI, el único retrato de William Shakespeare (1564-1616) que le fue tomado en vida, un hallazgo que presentó ayer en exclusiva mundial la revista Country Life en su sitio web www.countrylife.co.uk, donde se puede ver la imagen.

En la página interior del título de ese libro, aparecen diferentes motivos naturales y varios retratos de inspiración clásica de personalidades de la época, entre ellas el famoso poeta, que luce barba y pelo rizado y una corona de laureles en referencia, según el descubridor, al dios romano Apolo y a los poetas clásicos Virgilio y Ovidio.

“Es un retrato de Shakespeare a la edad de 38 años, vestido con ropas de poeta. Así era realmente. Por fin existe una prueba de cuál era su aspecto”, dijo Griffiths.

Hasta ahora, los únicos retratos de Shakespeare que se conocían eran el que aparece en el “First Folio”, libro recopilatorio de su obra, y el del monumento de la iglesia Holy Trinity en Stratford-upon-Avon, ambos creados tras la muerte del dramaturgo. Sin embargo, este grabado sería el primero que se conserva elaborado cuando el dramaturgo inglés aún vivía.

Mientras trabajaba en una biografía del botánico británico John Gerard (1545-1612), el historiador reparó en un grabado que aparecía en uno de sus libros, “The Herball”, publicado en el siglo XVI con 1.484 páginas y considerado el volumen más grande de botánica escrito en inglés. Tras analizar la figura del grabado, Griffiths interpretó un código de la época de la dinastía de los reyes Tudor, que le llevó a la conclusión de que el retrato pertenecía a William Shakespeare.

El código que descifró está compuesto por pictogramas, motivos heráldicos, cifras y flores emblemáticas que se utilizaban para identificar nombres y posiciones sociales. De este grabado, atribuido a William Rogers, se cree que sólo se conservan entre diez y quince copias.

En el retrato, Shakespeare sostiene en su mano derecha una fritillaria, planta bulbosa de la familia de las liliáceas, y una mazorca de maíz en su mano izquierda. Estas plantas, dijo Griffiths, ocultaban un “mensaje cifrado” que fue “clave” para identificar que el retrato era de Shakespeare, ya que el escritor hace referencia a ellas en sus narraciones y poemas.

Para el director de Country Life, Mark Hedges, la identificación del retrato es el “descubrimiento literario del siglo” y subrayó que es el momento “más importante” de la revista que dirige. El descubrimiento ha sido revelado un año antes de que en 2016 se conmemore el 400 aniversario de la muerte de Shakespeare, que se celebrará con actos en todo el Reino Unido y en especial en Stratford-upon-Avon, su ciudad natal.

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