Horacio Quiroga, el ex directivo de dos empresas de Lázaro Báez que había denunciado en distintos medios de comunicación al empresario patagónico por lavado de dinero, fue encontrado muerto en el baño de su departamento en el barrio porteño de La Recoleta.
Según informaron fuentes de la Policía Federal a la agencia DyN, se trató de “un accidente doméstico”, aunque trascendió que la investigación del episodio por ahora fue caratulada por la Justicia como “muerte dudosa”.
Según el informante policial, el ex director de dos compañías propiedad de Báez “se estaba duchando, resbaló en la bañera y golpeó la cabeza contra un elemento del cuarto de baño”.
Los peritos encontraron el cuerpo en la bañera, en medio de un charco de sangre y con un golpe en la cabeza de unos diez centímetros. La hipótesis policial es que Quiroga, quien padecía problemas de salud (principalmente asma), pudo haber sufrido una “una descompensación cardíaca” y cayó desmayado en la bañera.
“Uno de los hijos que vive con él llamó al teléfono de emergencias 911 de la Policía Federal y avisó”, aseguró la fuente policial consultada. El hecho ocurrió en el departamento donde vivía Quiroga, en la avenida Callao al 1050. El cadáver fue trasladado a la morgue judicial para la realización de la autopsia. La puerta del departamento, según los investigadores, “no estaba forzada”.
Quiroga, quien se definía como un “experto en energía” (lo dijo en una entrevista que dio a Jorge Lanata en 2013), se vinculó a Lázaro Báez y hasta fines de 2010 fue director de las empresas petroleras “Epsur” y “Misahar”.
En setiembre de 2013 declaró como testigo ante la Justicia, en la causa abierta a Báez por el presunto delito de lavado de dinero que lleva adelante el juez federal Sebastián Casanello. En su declaración, Quiroga contó que había sido despedido por el empresario K, sin recibir indemnización. A partir de este episodio, dijo Quiroga, se resintieron su salud física y su estado anímico.
Quiroga había declarado en una entrevista que dio a la revista “Noticias” que en las empresas de Báez vio cómo contaban 7 millones de dólares que habría transferido el ex presidente Néstor Kirchner. Esas declaraciones fueron ratificadas después ante Casanello. Quiroga, en ese entonces, mantenía un juicio laboral con su ex empleador, el dueño de Austral Construcciones.
Esos dichos, además, fueron reiterados ante un escribano público, en la casa de la hoy diputada nacional, Elisa Carrió. “Tengo miedo por mi seguridad y mi familia”, había agregado Quiroga en el departamento porteño de Carrió.
“En nuestra empresa yo vi contar una montonera de dinero. Hasta 7 millones de dólares estaban encima de la mesa. No sé si robaba (Báez) para la corona. Sé que Báez se enriqueció de manera escandalosa, de una forma imposibles de justificar”, había declarado en su momento Quiroga a los medios.
“Llegan al quinto piso. Había una mesa, un escritorio. Tres tipos. Había 7 millones: era el cálculo que teníamos de lo que iba a costar un pozo. Se la llevaron al Sur y no la contabilizaron. Era para contratar los servicios de una operadora de los pozos”, dijo Quiroga a Periodismo Para Todos, el programa de Lanata.
En sus apariciones mediáticas, Quiroga relató que “el dinero ingresó el 10 de octubre (de 2010); lamentablemente el 27 fallece el presidente Kirchner y yo soy despedido el 9 de noviembre, por lo tanto no transcurrió un tiempo suficiente de disposición de los fondos de Austral para que yo pudiera sospechar entonces de alguna irregularidad”.
“Yo recibí una licencia por enfermedad el 5 de noviembre (de 2010) y a los tres días me avisaron que estaba despedido”, amplió. Y precisó que le mandó una carta a la entonces presidenta Cristina Fernández pidiéndole una entrevista para alertarla sobre esta situación, pero el tema quedó en manos del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, que “tampoco” lo atendió, le contó Quiroga a Casanello.
En su declaración, Quiroga también refirió que sufría problemas psicológicos , como “ataques de pánico y estrés”, por la responsabilidad de que le implicaba su condición de presidente y representante legal de Epsur y Misahar.
El 6 de abril pasado, Quiroga dio su última entrevista. Visitó los estudios de Infobae.com donde conversó con el periodista Luis Novaresio. “Báez me despide porque soy el primero que me rebelo a ocultar los millones de dólares que le mandó Néstor Kirchner para que se hagan las primeras inversiones de exploración petrolera”, dijo Quiroga. “¿Lázaro Báez era socio o empleado de Néstor Kirchner?”, preguntó Novaresio. “Yo creo que era las dos cosas”, fue la respuesta.
Ayer trascendió que la Justicia también investiga a Báez por la presunta evasión de unos 50 millones de pesos a través de la petrolera Epsur, la misma empresa que por poco tiempo fue presidida por Quiroga.
Presidente de Austral: "El dinero era todo blanco"
El presidente de Austral Construcciones, Julio Mendoza, declaró en indagatoria ante el juez federal Sebastián Casanello, ocasión en la que rechazó las acusaciones por lavado de dinero y afirmó que el dinero de la empresa de Lázaro Báez “era blanco”.
Además, refutó al imputado protegido Leonardo Fariña y defendió la operación con Helvetic Service Group, la empresa propietaria de la financiera SGI, conocida como “La Rosadita”, donde se vio contando millones de dólares al hijo de Báez y a su contador, Daniel Pérez Gadín, entre otros.
Mendoza explicó que “el sector contable y financiero de Austral Construcciones respondía al accionista mayoritario”, es decir Lázaro Báez, quien tenía el 95 por ciento del paquete accionario, informaron fuentes judiciales.
Sin contestar preguntas, el imputado presentó un escrito en el que afirmó que nunca se ocupó de los temas contables de la firma porque es ingeniero, pero defendió la operación que se hizo con Helvetic Group por considerarla “transparente”.
Siguió así la estrategia que habían plantado la semana pasada Lázaro Báez y su hijo Martín cuando ampliaron su declaración.
"La de Helvetic fue una operación transparente, bancarizada, en la que intervino el Banco Nación", remarcó Mendoza.
Según señaló, Austral Construcciones aumentó el capital a través de la emisión de nuevas acciones por decisión de una asamblea de accionistas. Y cinco meses más tarde -agregó- apareció Helvetic como “socio extranjero” para participar de la construcción de las represas Kirchner y Cepernic.
El ejecutivo afirmó que “el dinero de Austral Construcciones era todo blanco”. Agencia DyN