No puede. No levanta cabeza. Ni el más pesimista hincha de la Asociación Deportiva Anzorena se imaginaba un presente semejante. Es que perdió la final del Clausura en el último cuarto del tercer cuarto ante San José cuando ganaba por 18 puntos. Le costó ese título y por ende el anillo anual.
Y el andar en el Torneo Federal lo ubica con el peor récord desde que juega en un nivel superior: 13 derrotas, un sólo triunfo. Sin dudas, un dolor de cabeza para toda la gente de la Sexta.
Cerró el año en su casa ante Ameghino de Villa María y perdió por 21 puntos: 66-87. Ni una sonrisa en su última presentación del año. El conjunto cordobés fue superior desde que arrancó el juego hasta la chicharra final.
Sólo esporádicos movimientos de Alejo Schestakow lo metieron en juego al Rojo, pero la superioridad del rival fue de tal magnitud, que el DT Pablo Castro, se dio el lujo de mover todo el banco de relevos.
Hasta el tercer cuarto, el dueño de casa se mantuvo en juego. Siempre abajo del marcador, pero en juego. Expectante. Si embargo, en el último capítulo se desmoronó.
Como le viene pasando. Un equipo corto, con jugadores muy jóvenes y que enfrentaron durante este semestre tres torneos: Federal, Clausura A1 y la mayoría de los jugadores disputaron el Torneo Clausura U19. Es más, anoche, en menos de 24 horas del juego ante Ameghino, se medían con Atenas Sport Club en el tercer juego de la serie final.
La institución de calle Olascoaga deberá replantearse a futuro que objetivo persigue a corto y mediano plazo. Materia prima le sobra. Tiene jugadores con muchísimos talento y proyección.
Sin embargo, a la hora de priorizar un torneo, no se decide y sus jugadores terminan pagando las consecuencias con un desgaste físico tremendo.
Por ello, las lesiones son una constante. Anzorena es la catedral del basquetbol mendocino y es el equipo que en la década del 2000 se animó y dio el gran salto de calidad de jugar la Liga B.
Luego, lo imitaron General San Martín, Atenas, Rivadavia, Talleres y ahora Junín. Algunos equipos continúan en la competencia, otros se bajaron. Pero, Anzorena, siempre continúa firme. Es más, se animó y jugó un TNA. Pero, este año 2016, se convirtió en bisagra. Habrá que barajar las cartas y dar nuevamente.