No hay caso. Anzorena no puede. No se levanta. Anímicamente está destrozado y actúa en consecuencia. Por esta razón, cayó por 15ta. vez en la temporada. Está en el último escalón y le duele. Es un lugar que incómodo. Desconocido.
Un arranque de terror tuvo el equipo Rojo. Muy desconcentrado en defensa y anémico en ataque. Por esta razón, cuando se llevaban jugados 3' 45'', el marcador ya le era muy adverso: 9 puntos abajo (2-11).
El pivot Piuma pesaba en la zona pintada y Leandro Mateo lastimaba de la línea 6.75. Por esta razón, su entrenador, Pipío Pedemonte, pidió tiempo muerto e intentó que el equipo se metiera en juego y lo logró. Con el ingreso de Franco Benítez, el Rojo tuvo una opción muy potable en el uno contra uno. Además, comenzó a aparecer el goleo de Revellino y el partido se emparejó. Sin embargo, sobre el final, un mal cierre del dueño de casa, le permitió a la visita sacar nuevamente una luz de ventaja de 7 puntos: 22-29.
En el segundo capítulo, la historia fue similar. Arranque a todo orquesta de la visita con un parcial de 5-0. Pero, llegó la reacción del dueño de casa: cinco puntos de Benítez (un triple) y una bomba de 6-75 de Funes.
Otra vez en juego. Aunque, todo cambió con el ingreso nuevamente de Piuma. El ex Olimpo de Bahía Blanca fue imparable en cada ataque estacionado de Ameghino de Villa María. Como plus, el DT de Ameghino supo mover el banco de relevos y darles los minutos a sus jugadores en una noche muy pesada. Así la visita se fue al descanso largo con una ventaja de 12 puntos: 41-53.
Tras el descanso largo, Ameghino continuó acentuando su dominio. Imparable Marcelo Piuma debajo de los acrílicos y cuando Anzorena le dobló la marca, no dudo en descargar a la línea de 6.75 y la visita lastimó con lanzamientos de tres puntos de Aristimuño, Mateo y Duval. Así, la visita sacó la máxima del partido antes de entrar a la recta final: 84-65. Una ventaja decisiva. Irremontable.
En el otro partido, Atenas le ganó como visitante a Junín por 82 a 84.