Cuando el jueves en la noche los funcionarios del gobierno provincial tenían la confirmación de la presencia de Cristina Fernández de Kirchner en el desayuno de la Coviar se ilusionaron con anuncios importantes, siempre dentro de las limitaciones con las que cuenta el gobierno nacional. Sabían que si la Presidenta confirmaba su presencia era porque tenía algo importante, de lo contrario no se haría presente.
Pero la imprevista muerte de su consuegra, obligó a Cristina a cambiar su cronograma y anular su viaje a Mendoza, siendo reemplazada por el Vicepresidente Boudou y los ministros de Agricultura y de Turismo, quienes hicieron anuncios de beneficios poco relevantes, si bien no están de más, no aportan a la recuperación de la competitividad de la vitivinicultura.
Nadie puede saber qué habría anunciado Cristina si venía como tenía planeado, pero lo que es seguro es que no delegó en nadie los mismos. A tal punto que los anuncios acerca de las obras en la Ruta 40 no los hace ningún ministro sino el locutor oficial cuando anuncia la firma de los convenios.
Está claro que por más que lo dibujen, estos anuncios, que si bien son importantes, no eran para el evento de la Coviar, salvo que los hubiese hecho la misma Presidenta.
Incluso, hubo anuncios que ya se conocían, como el decreto prorrogando la exención de los impuestos internos para los vinos espumosos. La ampliación del préstamo del BID para que la Corporación continúe con su plan de integración de pequeños productores puede señalarse como lo más importante.
Es verdad que nadie esperaba revelaciones espectaculares, toda vez que los problemas de competitividad del sector devienen de la inflación, que ha impactado en el tipo de cambio, pero sectores empresarios esperaban una revisión de los aranceles de importación para corchos o duelas de roble para barricas, entre otras cosas. La aceleración en la devolución del IVA de las exportaciones no es ningún acto magnánimo, es solo lo que se debe hacer.
Por ahora el sector deberá seguir conviviendo con la realidad actual y esperar que hubiese algún cambio en los lineamientos nacionales, pero apostar a eso es pura especulación y los negocios se hacen con los datos de la realidad.