El primer paso fue victorioso para San Antonio. Luego de haber transitado un largo tramo del partido en desventaja, los Spurs pudieron festejar por un 92 a 88 con el envión del último cuarto, en el que lograron neutralizar la potencia ofensiva de Miami y capitalizar sus pérdidas. El aporte del tridente letal fue clave: Tony Parker con 21 puntos, Tim Duncan con 20 y Emanuel Ginóbili con 13 fueron los máximos anotadores en el ganador, que se puso 1 a 0 en la final de la NBA.
Tras un inicio intenso de San Antonio, que se adelantó en el marcador con un parcial de 9-0 luego de haber arrancado en desventaja, las acciones se emparejaron. Los Heat sacaron provecho de una particular disposición de sus jugadores en ataque: todos se situaron en el perímetro, sin dar referencia en el juego interno. Emanuel Ginóbili ingresó a mediados del cuarto y marcó 3 puntos (1 libre) destacándose un gol de campo tras una penetración para poner 24-23 el marcador para Miami.
Una de las razones por las que los Spurs no lograron aprovechar la brecha inicial fue la imprecisión en el ataque, con una baja efectividad de Duncan, quien no aportó al tanteador en ese primer cuarto.
Al inicio del segundo los locales siguieron con su efectividad en triples. Además le agregaron una dosis de explosión a las transiciones tras cada pelota recuperada en defensa, con Dwyane Wade (17 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias) destacándose en este rubro para prolongar la diferencia a nueve. La nota destacada para San Antonio fue la recuperación de Duncan.
Con 12 tantos en el cuarto y con mayor presencia en los rebotes, el ala pivot mantuvo a su equipo a flote convirtiendo un doble sobre la chicharra para dejar una diferencia desfavorable de 52-49 de cara al segundo tiempo.
En el tercer parcial la efectividad del Heat también fue importante. Una rápida diferencia de siete puntos fue licuada nuevamente por los Spurs. Sobre el final del cuarto el ganador se colocó a dos puntos, pero la falta de puntería en los lanzamientos le quitaron la posibilidad de igualar el marcador.
En el último tiempo todo cambió. Miami se desinfló en el ataque y concretó un parcial de 16 tantos. La gran actuación de LeBron James, con 18 puntos, 18 rebotes y 10 asistencias, no pudo sostener a su equipo en el cierre. Como contrapartida, la producción de Parker fue fundamental.
Luego de pasar arriba en el marcador tras múltiples oportunidades fallidas, Parker terminó asegurando la diferencia en una maniobra infartante: con dos puntos de diferencia se resbaló sobre el filo de los 24 segundos, pero logró incorporarse para lograr concretar el doble decisivo. Así, San Antonio tuvo su dulce revancha ya que en la fase regular perdió los tres juegos con Miami: 104-101, 105-100 y 88-86.