San Antonio Spurs, con la participación de Emanuel Ginóbili, quieren ratificar el buen presente que atraviesan y hoy vencer como visitantes a Oklahoma City Thunder, en el tercer encuentro de la serie final de la Conferencia Oeste de la NBA del básquetbol estadounidense.
Los Spurs, dominadores durante la fase regular de la competencia, vencieron claramente el miércoles pasado por un contundente 112-77 (consiguieron la diferencia histórica más amplia en una definición de Conferencia) y se situaron 2-0 arriba en la llave.
El partido de esta noche tendrá lugar en el Chesapeake Energy Arena de Oklahoma, a partir de las 21.30 de nuestro país.
San Antonio está exhibiendo un funcionamiento colectivo casi perfecto, sustentado en ese tridente que diseñan Ginóbili-Tony Parker-Tim Duncan, quienes juntos ya obtuvieron 111 victorias en encuentros de play offs de postemporada.
El equipo dirigido por Gregg Popovich lastimó a Oklahoma, que sintió notoriamente la ausencia por lesión del pivote de origen africano y nacionalizado español, Serge Ibaka, quien hoy tendría sus primeros minutos en la serie, si los médicos autorizan su participación, tras una molestia en el gemelo izquierdo.
En ese contexto, el miércoles, Ginóbili fue clave y surgió en el segundo cuarto para encarrilar el triunfo de los Spurs. El zurdo escolta número 20 aportó, finalmente, 11 puntos, 4 asistencias y 3 rebotes, una producción más que aceptable, pero tal vez modesta en relación a lo que ofrecieron otros de sus compañeros. Es que el titular Danny Green fue demoledor con el tiro exterior y acumuló 21 tantos (7-10 en triples), mientras el experimentado Duncan sumó 14 unidades y 12 rebotes, dominando en la zona pintada.
En los Thunder anduvieron por debajo de lo que suelen mostrar Kevin Durant y Russell Westbrook (encestaron apenas 13 de los 40 disparos que, combinados, lanzaron al aro) y lamentaron la falta de un Ibaka, intimidante bajo los tableros.
Apelando a fundamentos básicos: paciencia, pase preciso y definición ejecutada por cualquiera de los protagonistas que llegan al cesto, los Spurs desafían a los analistas de la NBA que plantean dudas respecto de si estos jugadores ya configuran uno de los “mejores equipos de la historia”, comparable, tal vez, a aquellos Celtics de los’80, cuando brillaba Larry Bird.
