Hubo un tiempo en que el atacante francés Antoine Griezmann era más famoso por la forma de celebrar que por los goles que marcaba. En un partido en 2010 con la Real Sociedad, su equipo en España, se subió a un coche de exhibición de un patrocinador situado detrás de la portería y se puso al volante para festejar un tanto ante el Deportivo de La Coruña.
Una reacción divertida y juvenil de una de las figuras más prometedoras del fútbol francés, ahora con 23 años ya convertido en realidad de la selección “blue” que mañana se enfrenta a Alemania en los cuartos de final del Mundial de Brasil. Sin embargo, su “joie de vivre” (alegría de vivir) estuvo a punto de costarle su carrera internacional, ya que la Federación Francesa lo sancionó un año por saltarse el toque de queda entre dos partidos de clasificación para el Europeo Sub 21 en 2012 para ir a un club nocturno.
La Federación quiso que los díscolos Griezmann, Yann Mvila, Chris Mavinga, Wissam Ben Yedder y Mbaye Niang fueran un ejemplo de tolerancia cero con la indisciplina tras lo ocurrido con la selección absoluta en el Mundial de Sudáfrica 2010, cuando las disputas internas, incluida una huelga de jugadores en contra del técnico, avergonzaron al país. Podría haber sido el final de la ilusión mundialista para Griezmann, pero tras la mejor temporada de su carrera en la Real Sociedad, en la que sus goles destacaron más que sus celebraciones, se ganó un puesto al final en el plantel del seleccionador Didier Deschamps para Brasil.
Griezmann anotó 16 goles la pasada temporada en la Liga española, uno más que el galés Gareth Bale, la gran estrella por la que el Real Madrid pagó 100 millones de euros el pasado verano (boreal). Sólo cinco jugadores anotaron más goles que él. Uno de ellos es su compañero en el seleccionado galo Karim Benzema, delantero del Real Madrid. Los otros, Alexis Sánchez (Barcelona), Diego Costa (Atletico Madrid), Lionel Messi (Barcelona) y Cristiano Ronaldo (Real Madrid). Además de los tantos, sus pases ayudaron a que su compañero de equipo Carlos Vela también hiciera 16 goles. Deschamps empezó entonces a preguntarse si el joven y flaco zurdo podría asociarse a Benzema como lo hacía con el mexicano Vela en la Real Sociedad.
La sanción hizo que se perdiera toda la fase de clasificación del Mundial, incluido el playoff con Ucrania, pero en cuanto pudo volver a jugar debutó en un amistoso ante Holanda. Deschamps ya había decidido seleccionarlo y cuando Franck Ribery fue excluido por lesión, nadie dudó más sobre su presencia. Fue titular ante Honduras y se destacó como suplente frente a Nigeria en octavos, por lo que ya muchos franceses claman por su titularidad en lugar del estático delantero centro Olivier Giroud de cara al partido de cuartos de final ante Alemania en Río de Janeiro.
Su sonrisa tras el segundo gol francés contra Nigeria en octavos reconocía que no había tocado la pelota que se introdujo en el arco propio Joseph Yobo. Era también la sonrisa que marca que ya está en el buen camino. “Todo va muy rápido en el fútbol, hay que estar preparado”, manifestó Griezmann a la FIFA tras el partido inicial que concluyó con triunfo por 3-0 ante Honduras. Mañana si Francia gana, al igual que el seleccionado de su país, Antoine habrá pasado del ostracismo internacional a semifinalista del Mundial en sólo un año.
