A partir de los 65 años es esperable el deterioro cognitivo, el cual se incrementa especialmente a partir de los 80. Desde esa edad, se estima que la mitad de las personas tienen algún grado de afectación mental, según tasas internacionales que la Dirección de Adultos Mayores de Mendoza toma como válidas para la población local.
Pero con el envejecimiento poblacional se espera que aumenten drásticamente los afectados.
El deterioro puede llevar a la demencia que en el 70% de los casos es Alzheimer.
En este marco, unas 26.765 personas de esa edad lo presentarían en Mendoza, a lo que hay que sumar a quienes se les haya manifestado antes.
Pero además, las estimaciones apuntan a que sean cada vez más. Si actualmente viven en Mendoza 53.531 personas de más de 80 años, para 2040 se espera que sean 106.810, lo que llevará a 53.405 el número de afectados, el doble en sólo 20 años.
Se trata de una temática que demanda atención en tanto representa un desafío enorme para los sistemas de salud y una sobrecarga con serias consecuencias para los familiares cuidadores.
El deterioro mental, que puede comenzar con olvidos poco significativos, a medida que avanza afecta la calidad de vida de las personas hasta que en un estadío avanzado resulta discapacitante hasta volver al paciente totalmente dependiente.
Avance
"El número de personas con demencia está aumentando rápidamente", subraya la Organización Mundial de la Salud y destaca que es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en el mundo entero.
La define como un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria, de ahí el impacto que tiene para la familia, que es la que usualmente se hace cargo de las tareas de cuidado. Tanto así que termina por afectar su salud física y mental, su vida social y descuidando su propio cuidado.
Como para tener una noción, la psiquiatra geriatra Virginia Flores, quien trabaja en el hogar Santa Marta, dijo que allí presentan enfermedades neurodegenerativas 3 de cada 10 personas.
Un caso reciente es el del ex futbolista José Luis "Tata" Brown, quien falleció hace unos días con Alzheimer a los 62 años. Se trata de un caso de una persona joven para un deterioro avanzado, ya que en general se estima que pueden comenzar a presentarse síntomas a partir de los 65 años.
Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) no da datos muy alentadores: "en las siguientes dos décadas, el aumento de las personas con demencia será del 40% en Europa; ese aumento será del 63% en Estados Unidos y Canadá, mientras que en el cono sur latinoamericano (Argentina, Paraguay, Uruguay y Chile) será del 77%".
Asegura que en los países de ingresos bajos y medios el incremento será más acelerado.
Llegar cuanto antes a la detección tendrá beneficios para atenuar el impacto.
"No se cura sino que se apunta a los síntomas. Lo que hoy se hace es detener el avance de la enfermedad; diagnosticamos y empezamos el tratamiento, además de acompañar a la familia", dijo Flores. Destacó que hay más probabilidades de presentarlo cuando alguno de los padres tuvo.
Además se asocia al daño cardiovascular y el tipo de alimentación poco saludable, con abuso de grasas y azúcares. "Una hipertensión sostenida o diabetes, a la larga, generan un daño neuronal y vascular", dio como ejemplo la profesional.
Estrés del cuidador
La situación tiene consecuencias sobre la calidad de vida del paciente, la familia y el sistema de salud. "Se requiere mucho dinero de asistencia, no sólo desde lo farmacológico sino que además la persona con estos problemas necesita más asistencia de salud con personal especializado", consideró Aldo Sáez, director de Adultos Mayores de la provincia.
Explicó que con el tiempo será necesario sumar un cuidador domiciliario o llevarlo a un hogar donde reciba atención adecuada y permanente.
Pero, por otra parte, tiene impacto para quien se hace cargo de su cuidado, que suele ser un familiar. "Está demostrado científicamente el estrés que implica el cuidado -dijo Sáez-. El que cuida se enferma por el trauma y suma el duelo de ver a la persona querida que está en vida pero perdida". Se habla de estrés del cuidador.
Gabriela ha cuidado a su madre y a su padre con demencia vascular. Su padre falleció hace un mes, su madre está lidiando con el asunto desde hace dos años y medio; ella también. "Te agota muchísimo, tengo 53 años pero parezco de 80 por cómo me duele el cuerpo", contó esta mujer que asegura que perdió hasta la posibilidad de salir de su casa. "A veces es levantarme y acostarme con la misma ropa, todo el día con el pijama", mencionó.
Gabriela recordó que en un momento llegó a tener a los dos padres en una cama ortopédica, con oxígeno y la boca abierta. "El impacto es tremendo porque te cambia la vida de un momento a otro. Es difícil que tu madre te pregunte quién sos o diga 'yo no soy tu madre'", señaló angustiada.
Esa mujer que antes hacía todo lo de la casa, de repente dejó de caminar, desconocía a su familia y hasta los agredía. "Vos te rompés el alma atendiéndolos", comentó pero que finalmente hay que entender que no son ellos: es la enfermedad.
Gabriela tiene una hija que juega hockey y no podía ir a verla nunca. Ahora ha logrado tener cuidadores domiciliarios y con ello ha recuperado algo su vida. "Me cambió la cara y puedo ir a algunos partidos", comentó.
La psicóloga Verónica Yandolino aseguró que ven un déficit en el bienestar psicológico del cuidador en cuanto a las vivencias de apoyo, tanto sociales, informales y afectivas, lo que genera síntomas de ansiedad y depresión.
La mayoría de los cuidadores principales convive con las personas con demencia. Suelen ser esposos o esposas y también son adultos mayores. "Algunos tienen enfermedades crónicas, muchos sin tratamiento, lo que permite ver cómo ponen el cuerpo en esta tarea. En general no tienen trabajo fuera del hogar porque se han jubilado, han renunciado o han acomodado el trabajo dentro del hogar para poder cuidar", detalló.
Agregó que es la actividad principal que realizan con un alto nivel de sobrecarga, se estima que dedican unas 15 horas diarias e incluso se olvidan de sí mismos.
El Número
70% de los casos abarca el Alzheimer, el deterioro más común que genera demencia en adultos mayores.
Proyecto
Test a los 45 años
En la Legislatura de Mendoza, un proyecto de detección de deterioro cognitivo varias décadas antes de los síntomas espera tratamiento.
Se trata del Mini Mental State Examination (MMSE), un cuestionario estandarizado que lleva puntuación, como detalló la autora del proyecto, la diputada Marcela Fernández.
"La idea es que los médicos puedan hacer este test tempranamente, de manera obligatoria, a todas las personas de 45 años y si hay un indicio se generen estrategias", explicó.
El proyecto está en la comisión de Salud de la Cámara baja y se espera que la próxima semana salga el dictamen para su tratamiento en el recinto.
Grupo de apoyo
"Mayor Respiro" es un espacio de apoyo a familiares de personas con deterioro cognitivo de la Dirección de Adultos Mayores. Se realizan reuniones de una hora una vez por semana, a las que a veces les cuesta ir, aseguran, y una charla mensual abierta.
Los interesados en tener más información pueden llamar al teléfono 4203529 de lunes a viernes de 9 a 13. En el mismo horario también pueden ir personalmente a la Dirección de Adultos Mayores (Patricias Mendocinas 973 de Ciudad).
El próximo 21 de septiembre es el Día Mundial del Alzheimer y la Dirección ha organizado actividades.