Todavía no asume la Gobernación de Mendoza, pero Alfredo Cornejo ya logró algo que hasta hace poco parecía imposible, reunir en su contra y con un mismo discurso a los principales gremios de Mendoza, algunos de los cuales habían mostrado serias diferencias entre sí en los últimos tiempos, tal el caso de ATE y SUTE, fuertemente enfrentados en el marco de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA).
Sin embargo en esta oportunidad, esos dos, y otros gremios de los más combativos de la provincia, han coincidido en la actitud de “repudiar” un proyecto de Ley impulsado por el radicalismo, a instancias del futuro gobernador, que busca declarar la “emergencia fiscal” en Mendoza, pero que según su visión, es “sinónimo de ajuste” y “atenta contra los empleados del Estado”, palabras más, palabras menos.
Se trata además de una forma de “marcarle la cancha” a la próxima gestión antes de que se haga cargo, al punto tal que uno de los referentes ya ha dicho que buscará discutir los pedidos de su sector desde el mismo momento en que asuma Cornejo.
El cuestionado proyecto que hoy reúne en una misma posición a los gremios, fue ideado por el principal asesor de Cornejo en temas financieros, el diputado Martín Kerchner, y, según sus palabras, “complementa la ley de Endeudamiento” que se aprobó el pasado 30 de setiembre y que autorizó a Mendoza a buscar nuevas formas de toma de deuda para afrontar las complicadas cuentas gubernamentales.
En este caso, tal como el propio Kerchner ha explicado, se intenta darle “un marco jurídico” a la crítica situación financiera, y consideró de “pícaras” las interpretaciones que los gremios han hecho del texto, “para generar zozobra” en la gente.
Los sindicatos han coincidido a tal punto en sus conceptos, que se han encargado de difundir su repudio tanto en sus sitios web, como enviando gacetillas y en cada oportunidad que han tenido frente a un micrófono.
“El SUTE y la CTA de los trabajadores presentan su más enérgico repudio a un nuevo intento del gobernador electo de cercenar derechos laborales”, reza la bajada de la declaración del gremio docente. “¿Este es cambio que votó Mendoza? No. Nadie vota dar carta blanca a los negociados del Estado”, proclama ATE en un comunicado oficial del gremio.
“Parece que hay que ajustar por los estatales”, dice un comunicado enviado por Sitea, cuyos integrantes criticaron con dureza al futuro Ejecutivo, al decir que, “asumirá un gobierno golpeado y sin orientación”, y consideró que “las víctimas, nuevamente, son los trabajadores estatales”.
Estas elocuentes declaraciones, se completan con las denuncias de “ajuste” que, desde su visión, se expresa en los fundamentos del proyecto. “El texto es ambiguo, sin fundamentos técnicos, y con muy escaso contenido legal, pero con una clara señal de ataque a los derechos laborales adquiridos, como la antigüedad, la estabilidad laboral, las subrogancias y los pases a plantas de cientos de trabajadores precarizados” dijeron en Sitea.
“Endeudamiento caro; suspensión de los ámbitos democráticos como las paritarias; evasión de controles y de mecanismos de rendición de cuentas; impunidad para acordar pagos; favores impositivos a grupos económicos amigos; y hasta la posibilidad de suspender mecanismos licitatorios para avanzar en los negocios de los amigos privados con el Estado. Todo cabe en el proyecto”, resaltó ATE.
Si bien son meras interpretaciones, sobre todo “por la experiencia que se tiene en emergencias anteriores”, como también coinciden los gremialistas, los trabajadores buscan de algún modo imponer un estilo de definición.
“Deberíamos haber sido consultados para encarar este proyecto”, dijo Roberto Macho, flamante secretario general de ATE, sobre la iniciativa. “Estos temas deben ser discutidos con los trabajadores, no digitando”, coincidió Adrián Mateluna, titular del SUTE, insistiendo en que el marco ideal para esa discusión “es la paritaria”.
Ni siquiera los dichos de Kerchner, que aseguró que “las paritarias no se tocarán”, recordando que fue un radical -Julio Cobos- el que las impulsó, han podido mermar la reacción gremial unificada y esa actitud de advertirle a Cornejo su intención de estar en pie de guerra desde antes incluso de asumir.
Con esto, los gremios se muestran coincidentes en preparar el terreno para el próximo escenario con la gestión Cornejo. “Le estamos avisando que estamos dispuestos a dar la lucha”, dijo Víctor Hugo Dagfal (Sitea).
Y llama la atención que el SUTE, que ha sido denunciado incluso por los otros gremios de ser “socio político” del peronismo gobernante en retirada (con participación incluso en el gobierno nacional, de la mano de su ex secretario general, Gustavo Maure), hoy se muestre tan virulento.
“Nuestro compromiso es con los trabajadores. Somos el sindicato que más se mueve, por eso nuestra paritaria es la que más páginas tiene”, señaló Mateluna defendiéndose de esa crítica.
De todos modos el docente reconoció diferencias con el radical Cornejo. “Un gobierno asume y tiene otro pensamiento sobre paritarias, cargos, etcétera; obviamente que aparecerán nuevas tensiones, un cambio de escenario”, dijo.
“Pero nosotros somos los mismos, vamos a llevar la misma lucha”, aclaró y en ese sentido alertó: “No le vamos a dejar tener luna de miel. El 10 de diciembre a las 12 queremos que esté discutiendo con nosotros”.
Desde Sitea, Dagfal celebró esa predisposición. “Bienvenido el SUTE a la lucha; en la calle, somos todos compañeros”, aseguró.
Sobre esto, aunque con reservas, Macho volvió a coincidir. “Bienvenido al frente sindical”, dijo el reemplazante de Raquel Blas, que igualmente dudó de que el SUTE pueda ser un aliado en la lucha gremial mendocina, en un esfuerzo por seguir manteniendo las diferencias que los separan en la CTA.
OSEP, otro punto de coincidencia
La llamada ley de “democratización” de la OSEP que se discute en la Legislatura (espera sanción de Diputados) también ha mostrado las coincidencias gremiales.
De hecho, cada semana, ATE, Ampros y Sitea, llegan a la Casa de las Leyes a presionar a los legisladores para que se apruebe la norma y así contar con la posibilidad de que se elijan por el voto directo de los afiliados, dos representantes de los trabajadores en el directorio.
El proyecto tiene enfrentados a la UCR y al PJ. De hecho, en el Senado la norma se aprobó con los votos justicialistas y el del FIT, pero con la ausencia de los radicales. En Diputados el tratamiento viene demorado.
En lo relacionado con la posición gremial, el SUTE aparece en escena con una actitud integradora hacia los otros sindicatos , en defensa del proyecto.
“El SUTE debería ser el gremio con más representación en el directorio, como lo dice la Carta Magna de la Obra Social, pero pedimos las elecciones para poder sumar a ATE, a Sitea y a todos los otros”, resaltó Mateluna al respecto.