La cadena multinacional Carrefour cerrará una de las sucursales que tiene en Mendoza. Se trata del local ubicado en la zona de la Alameda, sobre la calle Eusebio Blanco al 51.
Así lo confirmó el gerente regional de Cuyo, Roberto Caldumbide, quien reveló que “antes de fin de año la sucursal dejará de funcionar”, aunque no brindó una fecha exacta.
Consultado sobre los motivos del cierre, el gerente declaró que “la compañía considera que las demás sucursales vigentes son suficientes para abastecer la clientela de Carrefour en Mendoza”. Caldumbide no habló de caída de ventas, pero reconoció que “la facturación da esa sucursal es muy chica y los costos son muy altos”.
No hay que olvidar, además, que el 9 de julio pasado Coto se instaló en la zona a menos de 2 kilómetros de la sucursal que Carrefour está cerrando.
Con la llegada del nuevo hipermercado se inició una “guerra de ofertas” que tuvo como protagonista a todas las grandes cadenas.
Caldumbide aseguró que “la decisión de Carrefour de cerrar la sucursal de la calle Eusebio Blanco no tuvo que ver con los movimientos de la competencia”, pero no descartó que la multinacional abra una nueva sucursal en otra zona de la provincia.
Empleo asegurado
Carrefour trabaja con cuatro líneas de comercios segmentadas según el tamaño. Los más grandes son los hipermercados, seguidos de los “market”, los comercios “express” y los “maxi”.
La sucursal de la calle Eusebio Blanco está dentro de la categoría “market”, por lo que no tiene una estructura de funcionamiento tan grande como la de un hipermercado. Roberto Caldumbide aclaró que sólo trabajan 7 empleados en el lugar y aseguró que “todos serán reubicados en otras sucursales de la firma”.
En una visita al supermercado se pudo comprobar que hay pocos empleados en actividad. Ayer por la tarde estaba funcionando una sola línea de cajas y el inminente cese de actividades era evidente.
Marcelo Agüero, encargado de la sucursal, confirmó el número de empleados informado por Caldumbide y aclaró que “los trabajadores fueron notificados de la decisión de la empresa en tiempo y forma”.
Góndolas vacías
Más allá de la confirmación del gerente zonal, el cierre de la sucursal se hace evidente para los clientes. Ya se han eliminado algunas góndolas y se encuentran espacios vacíos en los que se exhiben los precios, pero no los productos.
Algunos clientes consultados hablaron de “desorden” y se mostraron molestos por la situación, pero señalaron que habían encontrado los productos que habían ido a buscar.
Si bien continúan funcionando los sectores de perfumería, bebidas, fiambrería, refrigeración, panadería y almacén, se nota la falta de reposición y el bajo movimiento de visitantes. “Sabemos que cerraremos antes de fin de año, pero no hay fecha definida. La consigna es vender los productos que quedan en stock”, señaló Agüero. El encargado aclaró que por el momento no hay ofertas especiales por el cierre del supermercado.
Carrefour en Mendoza
Pese al cierre de la sucursal de la calle Eusebio Blanco, aún quedan otras 13 sucursales de la multinacional funcionando en Mendoza.
Hay cuatro hipermercados, ubicados en Ciudad, Godoy Cruz y Guaymallén y nueve “markets”, de los cuales hay ocho distribuidos en el Gran Mendoza y uno en San Rafael. “Las 13 sucursales seguirán funcionando con normalidad”, aseguró Roberto Caldumbide.
Súper chinos evalúan el impacto de la inflación
El director ejecutivo de la Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas (Fesach) y secretario general de la Cámara de Autoservicios y Supermercados Propiedad Residentes Chinos de la República Argentina (Cascher), Miguel Calvete, destacó que durante los últimos diez años el impacto inflacionario golpeó muy fuerte el bolsillo de los argentinos.
En base a un estudio realizado y publicado por el portal de noticias AN Digital, Calvete manifestó que “de 2005 a 2015 se registraron subas de entre el 1.000 y el 3.200 por ciento en los principales productos que integran la canasta básica alimentaria”.
Al tope de los incrementos se encuentra la carne, en sus diferentes cortes, trepando a un 3.275%, con un costo por kilo de $ 2,90 en 2005 y un precio promedio de $ 95 en la actualidad.
En este contexto, Calvete explicó que “ha habido un cambio en la cabeza de los consumidores, que han comenzado a mostrar una conducta de sustitución de productos para abaratar costos” y agregó que “este cambio es mucho más acentuado en el interior del país y en el Conurbano bonaerense que en aquellos locales ubicados en Capital Federal”.
El informe concluyó -acerca del Plan Precios Cuidados- que “estadísticamente en los últimos dos años ha sido casi nulo el impacto de ese plan estatal para bajar la inflación”.