El acuífero de la margen derecha del río Mendoza padecía un estado crítico. Ya en 1998, Irrigación emitió la resolución 107 en la que se endurecían las condiciones de otorgamiento de pozos allí porque el nivel de las aguas subterráneas estaba muy bajo.
En 2009, el renunciado Eduardo Frigerio firmaba la resolución 252, en la que endurecía más aún esas condiciones para otorgar permisos. Un año después, a pesar de la crisis hídrica, súbitamente había margen para que Frigerio otorgará 21 pozos a emprendimientos inmobiliarios de lujo.
Canchas de polo, de golf, piscinas y hasta alguna laguna artificial se ofrecía en esos emprendimientos para disfrute de deportes acuáticos. También habrían hoteles y spa, e incluso parcelas de viña para que el inversor pudiera tener su propio vino. Así es que llegó Marcelo Tinelli a Santa María de los Andes, con el objetivo de cumplir su sueño de vino propio.