La Provincia está a las puertas de la vendimia y en el Este, muchos productores temen una crisis como la que ya golpeó a la región, marcada por los altos costos de producción, un valor de uva deprimido y la amenaza de sobrestock.
La comuna de San Martín recibió en los últimos días a decenas de productores y propone formar una mesa regional de vitivinicultura, una idea que ya transmitió al resto de los departamentos: "vivimos un escenario complicado donde hay gente que no sabe cómo va a levantar la cosecha porque no le dan los números", dijo Emir Naciff, a cargo de Desarrollo Económico.
"Los productores están preocupados porque mientras sus costos subieron más de un 200%, hay bodegas que anuncian que les sobra vino y pagarán la uva 20% menos que en 2018", dijo y completó: "hay que aunar esfuerzos en una mesa regional, donde estén las comunas, las asociaciones y donde se escuche al productor".
En la semana, San Martín recibió a la Asociación de Productores del Oasis Este de Mendoza (Aproem) que a su vez, ha convocado a los productores de la región a distintos encuentros: hace 15 días hubo una en Montecaseros y en los últimos días el encuentro se repitió en Rivadavia, en el club de La Central.
"El Gobierno, con mucho esfuerzo, ofrece crédito al 29% anual pero es inaccesible porque nuestro producto vale cada vez menos y a los costos los pagamos a precio dólar", comentó Javier Garavaglia, de Aproem, entidad que pide al Gobierno un operativo de compra de uvas criollas, tintas y blancas; suspender por 5 años la implantación de viñedos y prorrogar por un año el pago de los créditos provinciales otorgados a los productores durante los 2 últimos años.
Un productor ejemplificó su caso: "El año pasado me pagaron $ 500 el quintal de criolla y este año me ofrecen solo $ 380, pero tener el tractor en marcha me sale $ 750 al día
¿Cómo hago?
El intendente de Junín, Mario Abed, está de acuerdo con una mesa regional y definió la situación como "desesperante", aunque también destacó los esfuerzos del Ministerio de Economía: "en estos días Kerchner se ha reunido con distintos actores para avanzar en un programa anticíclico donde la Provincia invertirá, por cada uno de los próximos cuatro años, $ 1.000 millones. Y aunque lo tiene que aprobar la Legislatura, lo importante es ver en qué se va a invertir, para que le sirva al productor".
Junín ha implementado un programa para que sus contratistas puedan elaborar su porcentaje de uva con un crédito de cosecha a tasa cero: "la comuna pondrá el dinero necesario, el contratista se compromete a vinificar en la bodega municipal y más tarde tendrá su parte de dinero por el vino elaborado. Es una herramienta que no soluciona el problema del productor aunque sí le resuelve ese 20% de su contratista", señala Abed.
Miguel Ronco, intendente de Rivadavia analiza un proyecto similar, que también apunta a los contratistas: "Estamos en una crisis, pero han habido muchas y nunca vi que quedara uva en las viñas", dijo Ronco y completó: "Quiero decir que el Gobierno va a intervenir con un plan anticíclico que deberá fortalecer el precio de la uva, aunque también es necesario que el productor avance en la reconversión, que no sólo es de varietal sino de tecnología y de mayor rendimiento porque una hectárea de uva cereza que rinde 110 quintales está condenada a la quiebra y hoy debe dar no menos de 350 quintales".
Desde el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este también mostraron preocupación: "el panorama ha mostrado un deterioro creciente, con la amenaza de sobrestock de vino, con un consumo interno que ha caído de 34 a 19 litros per cápita en los últimos años. A este presente lo hemos venido advirtiendo pero no se atiende y llegamos a la cosecha con estos problemas", señaló Mauro Sosa.
El Centro de Viñateros es una de las entidades que se reunió con Kerchner: "proponen mil millones por año, junto con un pedido de compromiso hacia el sector privado para que las bodegas reciban toda la uva y la paguen en no más de 6 cuotas".
Agrega: "pero hay que ponerse de acuerdo en cómo esa intervención llegará al sector más vulnerable que es la producción", agregó Sosa y cerró: "El Gobierno puede comprar uva para mosto o vino, también puede compra de vino en stock o financiar a las bodegas para que compren uva. Son alternativas pero, en última instancia, hay que resolver el problema de fondo, que es pensar como sostener en el largo tiempo un precio justo y rentable del vino".