El batallón de héroes y heroínas con que los estudios de Hollywood han decidido ya dar un viraje elocuente hacia el público adolescente e infantil, como chorro de dólares asegurados en la taquilla, tiene sus diferencias.
Porque hay que hacer dinero a mansalva, sí; pero también cuidar a las audiencias que todavía visitan las grandes salas: los jóvenes y los niños.
Con ese objetivo en mente la colección de Marvel ha puesto en funcionamiento una serie de personajes que semblantean bien con distintos grupos etáreos y prácticas culturales.
Para los ultrafans no hay como ver a los clásicos: Thor, Spiderman, Hulk o los X-Men. Sus vidas oscuras y llenas de traumas son el "dulce" con el que se los tienta en cada entrega cinematográfica.
De ellos hay dos que resultan una especie de transición hacia audiencias ávidas de otros ingredientes; como el humor más decidido o la falibilidad humana de estos agonistas.
Para el tono de comedia el que mejor se ha calzado el traje hasta no hace mucho es Iron Man. Para el humanismo como debilidad, nadie más que el Capitán América.
Sin embargo hay también una serie de personajes que, aunque parecían menores, están afianzándose con justicia en los protagónicos; gracias a las buenas artes de los guionistas y directores que se hicieron cargo de las películas de la franquicia.
Entre ellos está la llegada en DC de Wonder Woman, como una eficaz representante del discurso género. Su filme permitió un oxígeno interesante a la cantidad de testosterona de los héroes, al introducir la mirada femenina respecto de las tramas de acción.
También Black Panther aportó lo suyo en la perspectiva inclusiva, al menos desde el punto de vista racial, que es el único que le preocupa a Hollywood: su trauma sobre la negritud es un discurso que esparce en todos los productos que puede para lucir correcto y probo ante las audiencias globales.
Aguijoneados por la risa
Entre estos muchachos del coro que están subiéndose al podio más alto hay dos personajes que han sido llamados por el alto mainstream para entretener de lindo, livianito y con buen talante, incluso a los más chicos: primero Ant-Man (el Hombre Hormiga) y ahora su chica The Wasp (La Avispa).
La película que se estrena hoy los trae a los dos juntos porque, claro, estamos arrancando las vacaciones de invierno y los que llenarán las salas a falta de días tibios por los que retozar serán los chicos.
Pero aún cuando el objetivo es una pura táctica de mercado, los superhéroes en cuestión bien merecen el aplauso.
El eficaz y adorable Paul Rudd ("Virgen a los 40", "Las ventajas de ser invisible") ya se calzó el trajecito de Ant-Man en el filme que precede a éste: fue con el que puso al personaje marveliano a consideración de las plateas, y resultó furor.
¡Y cómo no! La película no solo cuenta con un guión sólido que le permite al protagonista circular por el universo del humor súper mundano sino que también avienta las consabidas necesidades de acción y efectos especiales.
Menos espectacular que otros productos de la franquicia pero muy entretenida y pregnante resultó ser esa primera entrega dirigida por Peyton Reed. Hoy llega “Ant-Man and The Wasp”.
Rudd repite personaje (y la película, director) y le da la bienvenida a la chica con la que maridará su talante: La Avispa, Evangeline Lilly ("El Hobbit", "Gigantes de acero" y también la primera "Ant-Man").
¿Cómo así? Pues es que en la trama Scott Lang (Rudd) se unió a la Civil War y eso le trajo consecuencias: tiene que lidiar con sus deberes paternales y sostener la armonía familiar junto a sus tareas como superhéroe.
En esos trámites anda cuando nuevamente, como en la película anterior, Hope Van Dyne (Lilly) y Hank Pym (Michael Douglas) requieren de sus servicios: Fantasma (la villana que encarna Hannah John-Kamen) amenaza con destruir el planeta y ahora Hope (La Avispa) será su coequiper para la acción.
Buenos giros, el excelente perfil de comediante que ya vimos en el filme anterior y una calibrada ecuación entre coreografías guerreras y momentos de frescura son las promesas para esta nueva entrega.
Más películas en las multisalas
12 horas para sobrevivir: el inicio. Este filme es la precuela de “The purge”, que se enfoca en los eventos que llevaron a los ciudadanos a establecer la primera Purga en los Estados Unidos.
La purga es un evento anual en el que durante 12 horas, todos los delitos son legales y todos los servicios (policía, bomberos y hospitales) no funcionan. Una oportunidad de catarsis que se vuelve pesadilla.
Re loca.
Taxistas, vecinos molestos, jefes tiranos, familiares egoístas, suegras, exparejas, maridos vagos… Toda esa gente que día a día te enloquece. ¿Y si pudieras mandarlos al carajo?
Un suceso inexplicable va a lograr que Pilar (Natalia Oreiro) finalmente pueda hacer eso que todos soñamos pero no nos animamos a llevar adelante.
Claro que liberarse de todas esas cosas no va a ser tan sencillo. Dirige: Martino Zaidelis.