Hace algo más de 30 años tuvo la visión de una Mendoza ganadera, con un enfoque empresarial de la actividad. Fue cuando, junto a sus pares del Grupo CREA que presidía, y otros ganaderos, gestó la idea comenzar a mostrar la producción de los criadores del Sur provincial, y reunirlos con proveedores de genética bovina y técnicos.
Aquella idea, que prendió fuerte en los empresarios de la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Ganadería de General Alvear, dirigida por Ángel Santolín, se materializaría en la Feria Exposición del Ternero Mendocino, que con los años se transformó en la Fiesta Nacional de la Ganadería de Zonas Áridas. Ese fue el primer paso de un largo camino de mejora continua, que hoy se extiende por toda la geografía ganadera provincial.
Tres décadas después, Jorge “Coco” Beltramone planteó un nuevo desafío que, una vez más, hizo suyo la Cámara, presidida ahora por Miguel Santolín, hijo de quien -31 años antes- era máximo responsable de la institución. La iniciativa se plasmó en la primera Expocerdo Mendoza 2012, que se realizó en el predio de la Cámara alvearense, el pasado fin de semana.
Beltramone dialogó con Fincas sobre los alcances de esta nueva propuesta productiva y las posibilidades de la producción porcina, en medio de un persistente incremento del consumo de carnes en Mendoza. Con el stock de ganado bovino por debajo de los guarismos históricos y precios de la carne vacuna que han consolidado un nuevo piso, muy por encima del que teníamos hace un año y medio o dos, el futuro parece promisorio.
-¿Esto lo están planteando como actividad principal, o complementaria de otras?
-En todo momento hemos dicho que no estamos proponiendo que la producción porcina desplace a ninguna otra. Pero lo cierto es que hace décadas que estamos renegando con el clima, por la falta de precios de la agricultura, por la falta de rentabilidad, porque se cobra tarde, mal y a veces nunca. Creo, entonces, que tenemos que abordar un tipo de producción que tenga demanda, que tenga posibilidades de comercialización y que tenga buen pago. La producción de cerdos es una alternativa para la economía de la región.
-¿Cuál es la fortaleza de la actividad, desde el punto de vista productivo?
-El cerdo tiene una capacidad de conversión superior a cualquier otro animal. Es de muy rápida multiplicación. Se pueden lograr al menos dos pariciones por año (por madre); y si se destinara la mitad a la venta y la otra mitad para madres, en dos años puede llegar a tener un gran plantel.
-En ese punto, tiene ventajas sobre el bovino…
-El producido anual es muy distinto al que se puede lograr con el bovino. Una cerda puede llegar a tener 20 lechones por año. Esto, considerando sólo dos pariciones anuales y 10 lechones por parición (que pueden ser unos cuantos más). Esos animales, sacados a faena en 6 meses, con 100 kilos cada uno, representan 2.000 kilos de carne. Mientras que, para sacar un ternero de 150 kilos, hay que esperar un año y medio.
-¿Hay realmente posibilidades de expansión de la actividad en Mendoza?
-En la provincia se consume mucha carne, que en su gran mayoría entra de otras provincias. Pensar en autoabastecernos sería pretender demasiado, pero se puede ir corrigiendo esa brecha; porque no hay un techo visible para la actividad. Con que la gente duplique su plantel de madres en este primer año, en 2 ó 3 años Mendoza puede aumentar un 500% su capacidad de producción porcina.
-¿Han medido, de alguna manera, el interés que hay en esta alternativa de producción?
-Las charlas técnicas, en Expocerdo, dan la pauta del interés de la gente en lo que uno está proponiendo; y tener 300 personas un viernes a la tarde y 250 un sábado, significa que hay mucha gente interesada (aunque esto no quiere decir que todos vayan a criar cerdos). Además, del relevamiento que acaba de hacer la Dirección de Ganadería, surge que sólo en General Alvear y zona de influencia hay 109 productores en actividad, que tienen intenciones de crecer. Hay más, pero ésa es la gente que está a dispuesta a comprar uno, dos o cinco cerdos más. Hay sólo 4 criadores con más de 30 madres. Los demás son todos de 5, de 10, de 15… y ahí es, precisamente, es donde hay que apuntar.
-¿La capacidad financiera es una limitante para llevar adelante un esquema eficiente de producción porcina?
-Esto pueden hacerlo todos los productores, cada uno en su escala. Si hablamos de instalaciones de primer nivel, con toda la tecnología, los especialistas estiman un costo de por lo menos 6.000 dólares por hembra (sin incluir el costo del animal). Pero también advierten que las instalaciones adecuadas se pueden construir con materiales en desuso; que se puede arrancar con dos o tres madres y a partir de ahí -haciendo las cosas bien- empezar a crecer. Esto va a ser muy importante para que una familia pueda permanecer en el campo, cobrando por su producción y vivir dignamente, sin tener que andar pidiendo.