130 años de la histórica relación de Los Andes con la comunidad mendocina

En este nuevo aniversario de Los Andes, quien fuera publicista del mismo y ferviente lector por décadas nos cuenta sus recuerdos, y los de todos los mendocinos, sobre el diario.

130 años de la histórica relación de Los Andes con la comunidad mendocina
130 años de la histórica relación de Los Andes con la comunidad mendocina

En Mendoza, la empresa Hnos. Calle SA, editora del diario Los Andes, le brinda diversos beneficios gratuitos permanentes que favorecen a toda la comunidad mendocina.

Y ahora, al cumplirse el 130 aniversario de su fundación, deseo puntualizar (apelando por lo vivido a mi memoria, siempre con el riesgo de algún olvido, pero en mi condición de experimentado publicitario), comentar, algunos ejemplos de algunas de las muchas cosas que recibí y recibo como lector.

Recuerdo que hace más de medio siglo, el diario inicio un concurso para beneficiar a los alumnos de las escuelas primarias que obtuvieran el certificado de sexto grado con excelentes notas. Beneficio que les permitiera cursar los estudios superiores de una carrera con salida laboral o la continuación de estudios universitarios.

Otro aporte importante fue "El diario en la escuela" como incorporación a los programas de enseñanza, lo que ofreció notables beneficios para el alumnado.

O la creación del centro cultural Dr. Adolfo Calle, para prestar un importante servicio a las diferentes actividades mendocinas que lo requieran.

Por su parte, el Club de Lector ofrece una sala con ejemplares del día y anteriores en colecciones que se pueden leer cómodamente, y adquirir ejemplares atrasados.

Los domingos se publica "Tintero", el suplemento para niños con información adecuada y material de apoyo hacia los alumnos del primario y secundario.

Muy útiles son, también, los folletos o fascículos intercalados en la edición del día, que contienen estudios e informaciones sobre historia, geografía, política, salud, además de actividades industriales, comerciales, culturales y de bien público.

Otro aporte valioso está constituido por los fascículos que se están entregando con motivo del 130 aniversario del diario, en los que se puede apreciar el esfuerzo periodístico durante toda su larga trayectoria, mediante la impresión de los titulares aparecidos en los ejemplares desde la fundación de Los Andes.

No deje de observar el lector que en lo que corresponde al siglo XIX y al principio del XX, la portada o primera página de Los Andes contenía publicidad comercial, así como el diario La Prensa de Buenos Aires destinaba esas páginas a los avisos clasificados. Lo cierto es que es un regalo para los mendocinos poder contar con informaciones y fotos de nuestros antepasados. Con recuerdos que son historia.

El diario Los Andes editará el domingo 20 de octubre de 2013 su ejemplar nº 44.800. Una nota anterior la hicimos cuando apareció el ejemplar nº 44.444, el 22 de octubre de 2012. Que esos datos anecdóticos le interesen al lector, demuestra la familiaridad del diario con los mendocinos, los cuales desayunan, en importante mayoría, todos los días con el diario, porque les gusta amanecer enterándose de lo que pasa en la provincia, el país y el mundo a través de sus páginas.

Los Andes integra el pequeño grupo de diarios centenarios de la República Argentina con prestigio nacional e internacional. Fue fundado por Adolfo Calle, quien nació en nuestra ciudad Capital el 9 de julio de 1854; de profesión abogado pero con vocación por el periodismo. Falleció el 6 de enero de 1918 y lo heredaron sus cuatro hijos: el mayor, Adolfo, fallecido a los 33 años; Jorge Alberto; Luis María y Felipe, que ocuparon la dirección del diario con la autoridad necesaria para mantener el prestigio y el progreso de la empresa.

El último director de la familia fue Don Felipe Calle, que desempeñó el cargo hasta su fallecimiento el 28 de octubre de 1964. Aunque todos siguieron la línea periodística de su fundador, fue Don Felipe quien ejerció el período mas largo como director; siempre estuvo radicado en nuestra provincia, prestando un valioso servicio como periodista y vecino de la comunidad mendocina, manteniendo el nivel del diario como decano de la prensa de Cuyo.

En esta nota también deseo recordar con admiración al doctor Patricio Vacas, subdirector del diario que acompañara a Don Felipe como fiel colaborador y buen amigo, quien se recibió de abogado por el valioso apoyo de la empresa del diario Los Andes a toda su carrera universitaria, en reconocimiento por haber sido tan eficaz colaborador en este periódico, donde inició su carrera como cronista de la redacción, desempeñando luego diferentes cargos, todos con gran éxito, dejando su ejemplo a numerosos periodistas que también hicieron una brillante carrera en el diario. El doctor Vacas fue consecuente con la línea periodística de Los Andes hasta su retiro por jubilación.

Las relaciones de las autoridades del diario con proveedores, representantes de instituciones empresarias, profesionales, deportivas, de bien público y comunitarias, se facilitaban con la invalorable ayuda de todo el personal jerárquico de las diferentes áreas por cuanto eran hombres de confianza de los hermanos Calle, lo que facilitaba la llegada a quienes requerían alguna atención, servicio o llevaban alguna inquietud de interés público.

Todos eran (éramos, porque yo también me incluyo) recibidos amablemente, sin protocolo, por tratarse esos funcionarios del diario de personas pertenecientes a la comunidad mendocina, donde por lo general casi todos nos conocíamos.

Antiguamente, el Departamento de Publicidad estaba a cargo de un jefe sin secretaria que sólo contaba con un dactilógrafo. Dicha autoridad nos permitía a los publicitarios mantener una estrecha relación comercial, ya que cualquier problema que surgía de las diferentes operaciones publicitarias se resolvía sobre la mesa de trabajo, sin burocracias inútiles.

Recuerdo que la página más solicitada por cuestiones publicitarias era la página tres de la primera sección, por ser la más vista o leída por el lector. Entonces, para obtener esa preferencia se debía gestionar con bastante anticipación y la reserva se tenía que hacer ante el jefe de Publicidad, el cual nos atendía en cualquier momento y nos facilitaba la operación, pero siempre defendiendo los intereses del diario.

Los corresponsales de Los Andes en los departamentos de la provincia gozaban de la consideración respetuosa de las autoridades municipales, policiales y vecinos, quienes les facilitaban información y los invitaban a reuniones o actos donde se trataban problemas o iniciativas que pudieran favorecer el progreso edilicio, cultural o de bien público en la comunidad de la villa o distritos de cada departamento.

Cuanto se necesitaba la publicación de un aviso comercial o fúnebre había que acercarse al mostrador del diario en su casa central o entregárselo al corresponsal con el importe de la publicación. Muchos de esos corresponsales no percibían sueldos ni comisión, ya que eran personas honorables que lo hacían de buena voluntad. En aquellos entonces aún no funcionaban agencias comerciales ni vendedores de avisos.

Eran tiempos en los cuales diario Los Andes ocupaba el centro de la vida de numerosos hogares mendocinos. Por su parte, las pizarras con las últimas noticias se podían leer a cada momento en su frente. Y cuando sonaba la sirena de Los Andes, eso significaba el alerta de algún acontecimiento trascendente, que provocaba el interés y la concurrencia de numeroso público a la Avenida San Martín 1049, frente del edificio del diario.

Allí solían encontrarse, en esas ocasiones, numerosos vecinos y amigos que efectuaban jugosos comentarios acerca de la importante noticia que los había reunido.

Finalmente, quiero expresar mi afectivo recuerdo a la columna de "sociales", que se publicaba diariamente con las noticias que producían las familias mendocinas y con toda la actividad social de Mendoza.Sección que gozaba de un elevado porcentaje de lectores de todas las capas activas de nuestra comunidad. Así, todas las mañanas los mendocinos se podían informar, gracias a esa sección, de los festejos de cumpleaños, bautismos, casamientos, aniversarios de bodas, despedidas y reuniones festivas de las familias.

Pero lo que más interés despertaba eran los numerosos casamientos de los fines de semana donde aparecían los nombres de los novios, padrinos y testigos junto al de la parroquia donde se celebraban las nupcias. Agregando, además, el nombre del sacerdote a cargo de la ceremonia. Esas columnas siempre despertaban el comentario -o algún "chimento"- acerca del acontecimiento, detallando anécdotas provocadas por invitados, familiares y vecinos no invitados a la fiesta.

De todas estas cuestiones que hemos comentado, y de muchas otras que no caben en este espacio, fue y es protagonista el diario de los mendocinos -Los Andes-, que supo siempre facilitar con excelencia la difusión de las inquietudes y actividades de nuestra población, una comunidad que siempre recibió, recibe y recibirá con alegría la posibilidad de ser protagonista de la vida de Mendoza a través de las páginas del diario.

Las opiniones vertidas en este espacio no necesariamente coinciden con la línea editorial de diario Los Andes.

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