A 6 años del crimen del vigilador, su madre convoca a una misa

Cristina Gaitán, ex integrante de Víctimas del Delito, invita a rezar por la memoria de Esteban Toledo en el Predio de la Virgen. Irán parientes de víctimas de otros crímenes.

A 6 años del crimen del vigilador, su madre convoca a una misa
A 6 años del crimen del vigilador, su madre convoca a una misa

Vivió el dolor del homicidio de su hijo pero ese dolor no la inmovilizó: buscó y aportó datos a la investigación judicial y formó parte de la hoy diluida Asociación Víctimas del Delito.

Después, sola, presenció el juicio oral por el asesinato de su hijo y escuchó, de pie y con una foto de la víctima a modo de pancarta, cómo era declarado inocente el único sospechoso. Eso fue en diciembre de 2010.

Sin embargo, ese fracaso tampoco logró detener Cristina Gaitán, (55), un ama de casas que sobrevive "haciendo empanadas y trabajando, gratis, en la asistencia a las víctimas", y que sigue persiguiendo su sueño de justicia.

Hoy a las 20.30 -

a 6 años de la muerte del vigilador Esteban Oscar Toledo

- Cristina ha preparado una misa en el Predio de la Virgen, frente al Cóndor, en Guaymallén.

"Será para pedir que el caso no quede impune, para que se siga investigando. Pero también para todas las víctimas del delito. La misa la va a dar el padre Lalo, de Guaymallén y van otras familiares de víctimas", cuenta la mujer desde su casa, en el barrio Chile I de Godoy Cruz.

Según explicó, participarán de la misa Osvaldo Quiroga y Estefano Tati. El primero es padre de Matías Quiroga (21), el joven que fue asesinado por una banda que intentó robar un blindado, en marzo de 2012, en Godoy Cruz.

Tati es el padre de Micaela Tati, la niña que perdió la vida en un tiroteo en el barrio la Gloria, en marzo del año pasado. "La convocatoria es para todas las víctimas del delito, para todas las madres, especialmente. La gente muere y nos quedamos como afuera de todo, con el dolor adentro", dice Cristina.

Un caso sin resolver

La muerte de Toledo ocurrió en la medianoche del diez de febrero de 2007 en el parque de descanso Oasis de Paz de Maipú. Toledo se encontraba junto con otro sereno, Roberto Leiva, custodiando las instalaciones del cementerio privado cuando fueron atacados.

Según la investigación, dos sujetos dispararon por la ventana de la garita, hiriendo en la mano a Leiva. Toledo se llevó la peor parte: recibió cuatro balazos en la zona abdominal. Pese a ser trasladado al hospital Paroissien, murió a los pocos minutos.

Durante casi dos años la investigación no tuvo ningún avance hasta que una llamada anónima indicó que el asesino era Cid. La fiscal especial Claudia Ríos lo detuvo. En 2010 fue juzgado pero las pruebas reunidas por los investigadores no fueron suficientes para que condenaran al sospechosos. Así, el caso quedó impune.

"Han pasado seis años sin resultados. El sospechoso quedó libre. El testimonio de su pareja no sirvió porque dicen que habló por celos. Yo creo que hay mas gente que sabe quién mató a mi hijo por eso pido que se siga investigando. En la Bicameral y en la policía me dicen que está abierto que el caso está abierto", advierte la madre de Toledo.

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