El paro de choferes encabezado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) desde el pasado jueves había cumplido ayer su quinto día, pero sobre el final de la jornada las partes en conflicto llegaron a un acuerdo y la medida de fuerza fue levantada.
Se esperaba que en las primeras horas de hoy el servicio de larga distancia se normalizara en todo el país.
Otro día caótico
Hasta el anuncio de anoche los máximos perjudicados fueron aquellos que tenían previsto viajar, o retornar a sus hogares, y que hasta anoche todavía no lo habían podido hacer.
Por suerte para los damnificados, tal como se anunció en la víspera en este medio, el gobierno provincial a través del Ministerio de Desarrollo Social preparó el estadio Vicente Polimeni, en Las Heras, para alojarlos. De todas maneras, ellos ya estaban sufriendo las consecuencias de no poder volver a su hogar.
Uno de los 60 allí hospedados hasta que se anunció el levantamiento del paro es José Luis Pereyra, de Buenos Aires, quien tiene una discapacidad visual y vino a hacer una consulta médica a Mendoza para tratarse su afección.
Sentado en una mesa junto a otros pasajeros que disfrutaban de una ronda de mates contó: "Me consiguieron un turno con un oftalmólogo para hacerme un estudio de retina. Es un médico que ya me había tratado antes y que me hacía tener esperanzas de tratamiento".
El hombre relató que antes de estar en el Polimeni vivió en la casa de una mujer mayor que lo recibió amablemente, "se apiadó de mí porque no veo", dijo. Y continuó: "Tenía que estar el viernes en Buenos Aires, y aunque quise cambiar mi pase (NDR se lo otorgan por su discapacidad para que pueda viajar gratis) porque un chofer me había dicho que se venía el paro, no lo hicieron".
Pero quedarse en Mendoza no ha sido lo más grave que le sucedió a José Luis, ya que él recibe -o más bien recibía- un subsidio de 750 pesos por mes a condición de trabajar en un taller de mimbrería con la asistencia casi perfecta. "Podría haber llegado antes pidiendo un pase en avión, pero los trámites para obtenerlo demoran más de 15 días", señaló resignado.
Claudio García era otro de los que llevaban cinco días varados en la provincia por el paro de choferes. "Tenía pasajes para el jueves, pero acá estamos todavía", informó ya carente de esperanzas agregando que: "Desde la empresa me dicen todos los días que vuelva a preguntar mañana. Pero siempre me responden lo mismo, que no saben nada".
Claudio admitió que en el estadio lasherino la recepción ha sido excelente. "Nos han dado desayuno, cena, camas y ducha con agua caliente. Hoy por ejemplo nos trajeron material de aseo personal y nos cargaron con crédito los teléfonos. La verdad no nos podemos quejar, pero también tengo que decir que me gasté toda la plata que tenía".
Recién bajada desde un vehículo utilitario que la trajo desde la Terminal Del Sol y recargada sobre sus muletas, María Inés Correa, contó su historia. "Fui a jugar un torneo en silla de ruedas en San Rafael y hoy teníamos que volver a Buenos Aires, pero cuando llegamos a la estación no estaba el micro. Por otras personas nos enteramos del paro, pero desde la empresa no nos dijeron nada. Hemos tenido que gastar el dinero que no tenemos", informó la mujer.
Sin palabras
La mayoría de las empresas que realizan viajes de larga distancia apostadas dentro de la Terminal de Ómnibus permanecieron durante todo el paro con sus puertas cerradas. Algunas con un mínimo cartel avisando que la situación era por el paro de UTA y otras aportando números de teléfono para hacer reclamos.
Cata, una de las pocas empresas abiertas (porque también realizan viajes de media distancia que no se ven afectados por el paro) informó que: "Se les está devolviendo todo el dinero al que lo solicita, o bien les estamos reprogramando los viajes".
En una agencia de viajes, un empleado que prefirió no revelar su identidad, dijo que muchas empresas habían cerrado para no tener que reintegrar los pasajes y que permanecer con las puertas abiertas hacía que el clima se tornara hostil. "No tengo certezas, pero es muy probable que se esté haciendo esto", explicó.
Se estima que por la medida de fuerza fueron cancelados unos 700 servicios con destino a diferentes puntos del país. Ante esto, muchos de los viajeros optaron por medios alternativos de transporte.
Algunos, que necesitaban llegar a San Luis, pagaron 1.200 pesos para desplazarse en taxi y una cifra algo menor para ir a San Juan. De todas maneras, por los pasillos de la Terminal se dice que quienes tenían urgencia de viajar han llegado a pagar entre 6 a 8 mil pesos para llegar a Buenos Aires en autos particulares.
"Esta situación nos excede absolutamente"
Desde el punto de vista de las empresas se alzaron voces que señalan preocupación por la falta de ingresos de dinero de los últimos cuatro días producto de la venta nula de pasajes y de la devolución de los mismos ante la cancelación de los viajes.
"Pensábamos que a la tarde (de ayer) iba a haber acuerdo", informó Marcelo Pieralisi, gerente de Auditoría de la empresa Andesmar quien además lamentó los inconvenientes que sufrieron los usuarios del servicio.
Pieralisi desligó a las empresas de los problemas por los que atravesaron aquellos que no pudieron viajar y que se encontraban varados en la Terminal Del Sol o bien, en el estadio Vicente Polimeni.
"Esta situación nos excede absolutamente. No podemos hacer demasiado salvo contener a la gente o acompañarlos de la mejor manera. Pero no es un tema de empresas", señaló.
Por otra parte, el responsable de Andesmar explicó que si bien hay gente en las terminales hay muchas otras personas a las que el paro las encontró a mitad de recorrido.
Anoche fue levantado el paro de micros
En Buenos Aires se llegó a un acuerdo durante una reunión de urgencia convocada en el Ministerio de Trabajo. En Mendoza, unas 60 personas permanecían hospedadas en el polideportivo Polimeni.
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