El cambio de año suele venir acompañado por un balance de lo que se logró en el que termina, tanto como de los proyectos que quedaron pendientes y, por lo tanto, se espera poder concretar durante el que comienza.
La lista de intenciones suele incluir la aspiración a una vida más saludable, es decir bajar de peso, ejercitar más y dejar de fumar. Para quienes se proponen abandonar el cigarrillo, especialistas aconsejan que se deshagan de los paquetes, los encendedores y los ceniceros.
Gustavo Tanús, a cargo de Programas Preventivos del Ministerio de Salud, indicó que la llegada de un nuevo calendario y el cumpleaños son fechas que contienen una gran carga emotiva, lo que favorece planear un cambio de vida y la adopción de hábitos saludables.
El funcionario resaltó que 90% de las personas que dejan de fumar lo hacen por iniciativa propia y que en este sentido es positivo fijarse un momento para abandonar el consumo de cigarrillos.
Tanús planteó que el tabaco, la mala alimentación y el sedentarismo inciden en el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles. Sin embargo, los cigarrillos, adicionalmente, pueden generar afecciones respiratorias que limitan la actividad cotidiana y reducen los años de vida útiles.
Como contraparte, destacó que la encuesta nacional de factores de riesgo ha revelado una disminución en la cantidad de fumadores: en 2005, 29% de los argentinos fumaba y en 2013 bajó a 25% de la población del país. Y si bien la variación en el porcentaje puede parecer mínima, resaltó que se trata de un millón de personas.
Andrés reconoce que en más de una ocasión se ha propuesto para el año que comienza o para su cumpleaños -lo que ocurre con escasos días de diferencia, ya que nació un 14 de enero- reducir la cantidad de cigarrillos que fuma.
Si bien sostiene que no quiere abandonar por completo, su objetivo ha sido pasar de 20 cigarros diarios a unos 3, pero sus planes siempre se esfumaron a las horas.
Desde el Ministerio de Salud señalaron que quienes hayan decidido dejar el tabaco apenas comience 2015 tiren todos los paquetes de cigarrillos, ceniceros, encendedores y cualquier elemento que les recuerde el acto de fumar.
También, que elijan ambientes libres de humo; intenten reducir el consumo de carnes, azúcar, infusiones y bebidas que estén asociadas al tabaco (como el café y el alcohol) y optar, en cambio, por agua, frutas, cereales y chicles sin azúcar.
Ramón Alchapar, neumonólogo y ex presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, expresó que es habitual que para esta fecha los fumadores se hagan a sí mismos y a sus familias la promesa de dejar de fumar.
Pero resaltó que si no se hacen un plan y buscan un profesional que los guíe en el proceso -con o sin la ayuda de fármacos- es muy probable que fracasen.
El médico manifestó que a fin de año crece el número de consultas de gente que quiere abandonar el cigarrillo y que las vacaciones son un momento óptimo para hacerlo.
Esto, porque se dispone de más tiempo para practicar ejercicio, descansar mejor, consumir mayor cantidad de líquido y frutas.
Alejandra es una de las que tiene planeado que su 2015 esté libre de humo. La joven arribó a esta decisión en noviembre, cuando se empezó a sentir mal y la tos la despertaba por las noches.
Entonces acudió a una consulta con un neumonólogo y determinó que iba a dejar de fumar. Pero como se aproximaba el fin de año, y las diversas reuniones sociales que suele traer aparejado, decidió postergar su proyecto para los primeros días de enero.
El lunes o martes, aseguró, comprará las pastillas que le recetó el médico -unos inhibidores de los receptores de nicotina en el cerebro-, que debe tomar durante siete días y al octavo no encender más un cigarrillo.
Llegar al momento personal
La psicóloga Dina Federman planteó que mucha gente hace largas listas de lo que quiere lograr en el año que comienza, pero que es muy diferente proponerse un cambio de hábitos, que decidirse a abandonar una adicción como es el tabaquismo.
"La realidad no es lo mismo que la fantasía del deseo", manifestó para ilustrar que más allá de que uno fije una fecha determinada -como el Año Nuevo- lo fundamental es haber llegado al momento personal, a sentir la necesidad de dejar de fumar.
Federman indicó que la persona debe alcanzar a entender que tiene una dependencia del tabaco, que está consumiendo sustancias nocivas para su organismo, y señaló que esto puede ocurrir por distintas razones.
La especialista comentó que conoce el caso de una mujer que fumó 3 paquetes diarios por más de 40 años y dejó cuando sus hijos le dijeron que no le iban a permitir que alzara a sus nietos.
La psicóloga consideró que el Año Nuevo puede ser un buen momento para proponerse a uno mismo abandonar el tabaco. Pero subrayó que lo importante es la convicción personal para que no ocurra algo similar al típico "el lunes empiezo la dieta" y nunca se concrete.