Siempre carismática y divertida, Anita Martínez nuevamente se sube a las tablas con una comedia. Pero esta vez es diferente. Nada de humor liviano, sino que en esta obra interpreta a tres personajes distintos y profundos, con un hilo conductor que los relaciona: los vínculos humanos.
Relaciones peligrosas es la obra que protagoniza junto a Fabián Gianola (además director), que debutó el mes pasado en San Rafael y que hoy vuelve por segunda semana consecutiva al teatro Selectro.
“Tuve la suerte de encontrar algo muy interesante y rico y hacer tres personajes distintos. Porque son tres cuadros diferentes sobre las relaciones humanas, bastante heavy. Son personajes con colores y tonos distintos: una mujer en sillas de ruedas a punto de morir, otra mujer de mucho dinero que se casa por interés y otra que es una asesina encubierta”, explica la actriz sobre este proyecto, que estrenó en nuestra provincia, con planes de continuar una gira por todo el país.
“Esta comedia es intensa, no tiene nada que ver con las comedias de puertas, es muy distinta. Transitás por lugares de mucha oscuridad y lugares muy divertidos, pero no deja de ser algo profundo", apunta sobre esta nueva oportunidad de compartir escena con Gianola. Recordemos que trabajaron juntos en el infantil El mundo del revés, entre otras piezas.
-Es inevitable relacionarte siempre con el humor, pero esta obra es una comedia negra.
-Sí, este es un desafío de hacer otro tipo de personajes. Probar cosas nuevas y no encasillarse tanto. Además, yo hice un montón de otras cosas que no tenían que ver con la comedia.
Entre el teatro y la vida en equilibrio
Tanto en teatro como en televisión, ella sabe conquistar al público. Dueña de una gracia única, fue ganando su espacio y en 2014 fue la gran revelación como ganadora, junto al Bicho Gómez, del certamen Bailando por un sueño.
Pero entre la vorágine de la popularidad y los tiempos del trabajo, a sus 42 años la actriz prioriza una vida más tranquila, dedicada al teatro y a su vida personal.
-¿Tenés otros proyectos en el teatro?
-Para vacaciones de invierno probablemente haga La bruja de Rapunzel. Y estoy haciendo un profesorado de yoga. Estoy bastante metida en lo mío...
-¿Te recuperaste de la lesión que tuviste en el Bailando?
-No del todo. La verdad que volver a bailar no voy a poder, es algo muy complejo, fue una lesión muy fuerte. Y ahí estoy peleándola, igual sigo adelante.
-¿Cómo surgió tu interés por dedicarte al yoga?
-Hace tiempo que practico la disciplina, pero hacer un profesorado me decidí ahora. Me parece algo muy bueno, además a mi edad empezás a estar más tranquilo, bajar un poco, conectarse con cosas buenas. Estar bien, sin estrés. La locura del teatro, los viajes, las giras, trabajar de noche, es complicado. Pero es una vocación.
-Es interesante combinar actividades y trabajos.
-Hay que ampliarse un poco. Siempre termino haciendo algún curso. Hice un taller de títeres, que me encantan, estudio otra cosa y trato de absorber otra información. Porque si no quedás en un lugar muy cómodo.
-Y el género infantil también lo manejás con mucha facilidad.
-Me encanta. Trabajé con las canciones de María Elena Walsh más de diez años y el último infantil lo dirigí porque no puede actuarlo. Justo estaba haciendo Mahatma con Flavio Mendoza.
"El hecho de producirme me cuesta un montón. Cada vez estoy más por el camino de la simpleza".
-¿Cómo te llevás con la dirección?
-Me encanta. Me parece un laburo súper interesante. Poder encontrar desde un lugar diferente el lenguaje en común que hay entre el actor y el director. Pero el acceso es diferente, darle a una persona una herramienta para buscar otro color, otra intención. O encontrar la esencia verdadera de lo que se quiere decir. Como desafío es divino y, sobre todo, trabajar con gente dúctil, práctica. Eso si no tenés vocación no lo tenés que hacer.
-¿Sos muy minuciosa en la dirección?
-Con los infantiles sí, soy bastante hincha. Me meto en todo, me parece que no se puede hacer de otra manera. Sin rigor no se puede hacer. El común denominador tiene que estar, es fundamental que cada área trabaje con su independencia, pero que hay una parte donde todo resume. Poder ayudar a alguien su parte expresiva me parece hermoso. Me encanta el trabajo del director. Siempre hay un lugar donde uno siente cierta pereza. En ese lugar no hay que quedarse.
-¿Te gustaría hacer cine o algún papel dramático?
-Sí, pero no me llaman para hacer cine o algo dramático. No reniego de la comedia, es lo que siempre hice, me da de comer, pero es un desafío que me gustaría transitar algún día.
-¿Volvés a la televisión?
-No. La verdad es que crecí con la televisión, pero hoy me cuesta estar ahí. El hecho de producirme me cuesta un montón. Cada vez estoy más por el camino de la simpleza, entonces me cuesta mucho. Además, me gusta estar con Lolo (N. de la R.: su hijo Lorenzo, que tiene 9 años). Tiene sus actividades y la tele lleva muchas horas. Y cuando puedo elegir, trato de elegir teatro. Aparte están enloquecidos por el rating. ¡Sacar a una persona que habla algo interesante del aire porque no mide...! La verdad me cuesta un montón, no me adapto.
Cuando hice Mar de fondo, que fueron muchos años, la gente lo veía y teníamos la posibilidad de hablar de todo. Y jamás nos pasó de sacar a una persona. Eso es un valor que perdió la televisión. Estamos en un momento donde hay que trabajar mucho con la educación y adaptarse a los tiempos.
Lucha animal
La actriz fue una de las voces visibles que promovió la ley para la prohibición de las carreras de galgos. Campaña que le trajo varios disgustos, incluso amenazas y críticas.
Pero su compromiso con los animales continúa y hasta la actualidad es madrina de la Fundación San Francisco de Asís, que ayuda al cuidado y conservación de especies. Incluso, en las redes sociales participa activamente de las campañas; además, las asociaciones dedicadas al cuidado animal la toman como bandera.
-¿Cómo surgió tu compromiso con el cuidado de los animales?
-Yo no como carne desde hace más de 20 años. Primero fue con eso. Después, siempre tuve animales, y esta conciencia tan fuerte se me despertó desde la maternidad. El hecho de que había mucha gente que sentía como yo y no estábamos unidos. En 2014, con el Bailando, encontré un grupo muy lindo de gente, con el refugio San Francisco de Asís. Empezamos a darnos cuenta de que podíamos luchar por cosas más grandes, como terminar con las carreras de galgos, que era algo impensado en ese momento. Cuando aparecí con el galgo en la tele y recibí amenazas me di cuenta de la importancia que tenía, y a cuántas personas estábamos jodiendo.
Pero después me dije: "Qué valientes son los que no son conocidos y pelean desde cualquier rincón del país. Yo por esa gente voy a luchar".
Entonces nunca aflojé hasta el día que salió la ley. Fue un paso importante, y creo que no tomamos dimensión de cómo avanzó la Argentina en ese nivel. Creo que estamos dando grandes pasos. Y es el momento de educar, desde niños, porque sin educación no sirve. Además el niño que trata bien a un animal difícilmente trate mal a una persona. Es una educación que va más allá y que queda sellado de por vida en el corazón y en la cabeza de las personas. La naturaleza es maravillosa y nosotros nos encargamos de destruirla.
-Vos, con tu popularidad, diste un empujón y un mensaje muy fuerte.
-Sí, yo creo que cada uno desde su lugar se puede involucrar. A veces no tenemos tiempo, hay días en los que mi vida es caótica, tengo que hacer mil cosas, pero ese rato de darle algo a la fundación no me lo pierdo. Porque sé que es un valor importante y necesario.
La ficha
Relaciones Peligrosas
Dirección: Fabián Gianola.
Actúan: Anita Martínez y Fabián Gianola.
Día y hora: Hoy, a las 21.30.
Lugar: Teatro Selectro (Capitán de Fragata Moyano y 9 de Julio).
Entradas: $350 y $450, disponibles en la boletería y en eventbrite.com.ar.