Dos diputados por Mendoza que el año que viene terminan su mandato prefieren no renovar su banca y otros tres admiten que, si el resultado de los procesos internos partidarios así lo permite, pelearán por continuar en la cámara baja hasta 2021.
Sin embargo, consultados por Los Andes, todos coincidieron en señalar que es "difícil" estar lejos de Mendoza, por la actividad político-territorial de cada uno y por la familia.
Los que terminan su mandato en la cámara baja el 10 de diciembre de 2017 son el kirchnerista Alejandro Abraham, los radicales Patricia Giménez y Luis Petri, la trotskista Soledad Sosa y Graciela Cousinet, de Libres del Sur.
Abraham, ex intendente de Guaymallén, afirmó que cuenta ya en su trayectoria política con "muchos años de actividad política, con distintas responsabilidades, en el Ejecutivo provincial, como concejal, como jefe municipal y ahora como diputado, además de haber sido presidente del Partido Justicialista (PJ) de Mendoza". Y señaló que su vocación al finalizar su mandato será aportar a la "renovación del peronismo" mendocino.
“Sin desmerecer a algún dirigente de antigua data, el peronismo necesita una renovación. Además, deseo compartir un poco más de tiempo con la familia. La mamá de mis hijos falleció hace un tiempo y quiero dedicarles más tiempo a ellos, además de retomar mi estudio (es abogado) y la música (toca el saxo)”, dijo el diputado del Frente para la Victoria-PJ. Y remató: “No estoy pensando en la lista para nada”.
En el mismo sentido se expresó Cousinet, quien empezó este año como diputada nacional en reemplazo de Julio Cobos, que ganó la elección de senador. "Para mí ha sido un gran honor y es un desafío muy grande estar acá. Me gustaría seguir en política, seguramente.
Pero también es cierto que extraño mucho Mendoza. Si me ofrecieran estar en la lista, estaría dispuesta a aceptarlo. Pero estar lejos de Mendoza para mí es difícil, porque uno deja de lado todo lo que ha construido”, aseveró.
La referente de Libres del Sur señaló que “hay algunos que se acostumbran muy rápidamente a Buenos Aires y hasta se sienten porteños” y añadió: “Yo no, soy muy provinciana y me siento muy bien en Mendoza. Además, siento que tengo muchas posibilidades de hacer cosas allá”.
En cambio, los radicales Giménez y Petri dejaron entrever su vocación de continuar en la cámara baja por otros cuatro años más.
Giménez, que por tercer año consecutivo es la vicepresidenta segunda de la Cámara de Diputados y lo será el año próximo también, afirmó: "Para estar acá necesitás mucho tiempo. Si tuviera hijos chicos sería más difícil. Como ya son más grandes, agradezco que me haya tocado en este momento ser diputada, porque tengo la disponibilidad familiar para decir: sí, puedo seguir".
Petri, por su parte, dijo que le “encantó” la experiencia parlamentaria en el Congreso de la Nación, en estos tres años, tras haber sido diputado provincial ocho años consecutivos.
Pero eludió referirse a la posibilidad de renovar su banca: “En un año que no es electoral, como el actual, no podemos hablar de esto”. Agregó que promediando 2017 verá si el cargo de diputado le ha quedado “chico” o puede aspirar a otro mandato. “Estoy conforme con mi gestión, pero el año que viene vamos a ver”, insistió.
En cambio, Sosa, referente del Partido Obrero, sí afirmó su voluntad de continuar en el parlamento nacional. "Si bien mi mandato termina en diciembre de 2017, tengo el desafío de renovar la banca en las legislativas.
Venimos de hacer el acto en Atlanta. Desde hace décadas que no se veía un acto tan multitudinario de la izquierda. Para 2017 tenemos que presentarnos más amplios y fuertes, como Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT)”, aseveró.
Debido a un acuerdo interno de rotación de bancas, Sosa asumió este año para completar el mandato de Nicolás del Caño, del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), socio del PO en el FIT, aunque de una sociedad que no trasciende lo electoral porque en el Congreso forman bloques diferentes.
Para Sosa, “el FIT tiene que ampliar la representación parlamentaria y no seguir el camino de la división”, en alusión a las elecciones internas que plantea el PTS para dirimir candidaturas.