Paredes, alfombras, fundas nórdicas, láminas, empapelado… Apostá por puntos de color en la decoración de casa y conseguirás un look realmente original. Además, se adaptan fácilmente a cualquier ambiente. Es buena idea usarlos si te gusta darle a tu casa un aire pop. Aquí te sugerimos algunas propuestas para adaptarlos a cualquier espacio del hogar.
Los puntos de color dinamizan cualquier espacio, especialmente en una habitación infantil. En una pared de color blanco tienen la gran virtud de resaltar los muebles y objetos de la habitación. Podés elegir entre un papel pintado o, ¿por qué no?, lanzarte vos misma a dibujarlos con una plantilla en el color que prefieras.
En todo caso, no hay que limitarnos a las áreas infantiles. Un fondo con puntos de color puede servir para jugar con la perspectiva, como se puede ver en esta habitación. Mejor no hacer de ellos el foco de atención, sino centrarlos en un espacio más reducido, a modo de acento decorativo.
Fijate en este dormitorio. De él nos ha llamado la atención un patrón de puntos de color que sirve no solo para crear un juego de perspectivas, acercando una pared de fondo que, de otro modo, quedaría bastante perdida en el conjunto, sino también como recurso para aportar un aire desenfadado al interior.
Además de crear perspectiva, los puntos sobre la pared, grandes y de diferentes colores, aportan a la decoración un toque atrevido. Pero los puntos combinan muy bien con el estilo nórdico, más bien dado a tonos claros y sobrios.
En este caso, el mismo recurso es perfecto para dar vida a la madera oscura del piso o a la madera cruda de unos muebles sencillos y sin artificios.
Aquí, los puntos de color dorado ponen el énfasis en un rincón del dormitorio. Lo que se consigue con este recurso óptico es desviar la atención de la cama, restando solemnidad a una decoración más bien clásica. Para recrearlo, podés utilizar papel adhesivo y una troqueladora de papel: el resultado serán estos stickers, listos para desplegar en cualquier pared de la casa.
Atrevete con puntos que no sean perfectamente redondos sobre fondos de colores profundos. En una pared del living o en la entrada de la casa pueden ser una gran idea.
Fijate en estos lunares irregulares con efecto metalizado. Restan seriedad a la pared azul navy a la vez que resaltan los muebles en madera y conjugan armónicamente con el detalle decorativo de los pájaros dorados.
La irregularidad de los puntos y del esquema hace que esta pared tenga un punto étnico. Una auténtica piel de jirafa que pone el contraste perfecto a un clásico como la silla DAW de los Eames.
Un baño gana en calidez y elegancia si recurrís en las paredes a un estampado de puntos en tono oscuro. Una propuesta muy original y atrevida, perfecta para un baño de cortesía con el que podés sorprender a tus invitados.
Un zócalo de papel pintado de puntos –y la alfombra de pelo como complemento– aportan textura a este dormitorio infantil de estilo ecléctico.
