Si sos amante del té, es momento de que hagas tu propio cultivo y disfrutes de bebidas frescas con sabores intensos y muchos poderes medicinales. Además, así estarás cuidando tu salud y el medio ambiente.
Antes de empezar con los consejos, es importante decir que el verdadero té únicamente proviene de la especie Camelia (Camellia sinensis), a partir de esta planta se elabora el té verde, negro, blanco, oolong y todas las variedades. Los que no provienen de ella son infusiones o tizanas, aunque en algunos lugares del mundo les llamamos simplemente, té.
La plantación
El árbol de té (originario del sur de China) puede cultivarse en casa. Necesita de una zona húmeda y cálida, con algunas horas de sol. En maceta, es ideal mantenerlo a una altura entre 1 y 2.5 metros y usualmente se poda para que tenga forma de arbusto y sea fácil la recolección de las hojas de té.
Por otro lado, el cultivo de hierbas comestibles para infusiones es muy productivo, ya que proporciona un suministro constante de hojas que puedes usar casi todo el año.
Para comenzar, asegurate de que la tierra que usarás sea rica en nutrientes.
Podés plantar las hierbas aromáticas directamente en la tierra, así crecerán más y con mayor velocidad. Si tenés poco espacio o no contás con un jardín, hacelo en cestas colgantes, macetas cerca de una ventana o en la terraza o el patio.
Incluso con en un espacio diminuto podés obtener una buena cosecha. Lo más importante es tener iluminación natural, ventilación y, para algunas especies, un poco de sol.
Nunca dejés de lado el diseño
Ya que estás iniciando el proyecto de tu propio jardín herbal, usa tu imaginación para crear un lugar especial y que refleje tu personalidad. Construye una estructura colgante o pintá las macetas o la jardinera, y pon identificadores originales para las plantas —como palitos de madera con nombres, etiquetas o piedras pintadas—.
Variedad de sabores y sus propiedades
Estas son algunas opciones que podés sembrar o plantar en tu jardín de té:
- Manzanilla:
- Hierbabuena:
- Menta:
- Lavanda:
- Rosas:
- Salvia:
- Tomillo:
- Jazmín:
- Equinácea:
- Toronjil:
Consejos de cuidado
La clave está en poner cerca las plantas que requieren de cantidades similares de riego y de sol.
Usa abonos naturales, como café, cáscaras de huevo y composta (bien descompuesta).
Cosecha por las mañanas.
No cortes demasiadas hojas o flores a la vez para no debilitar la planta.
Mantén las plantas sin hierbas.
Secar y almacenar
Secá las hojas y flores que no consumirás en el momento, así no tendrás desperdicios y podrás prepara una taza de té con tu cosecha almacenada siempre que lo desees.
Primero, cortá ramas chicas. Lavalas y secalas suavemente con una toalla. Hacé ramos pequeños y amarralos con una liga o cordón. Colgalos hacia abajo en un lugar oscuro y ventilado. Esperá unos días hasta que las plantas estén completamente secas y guardalas en frascos de vidrio.
Convertí tu cocina en un laboratorio de sabores
Herví agua, usa un infusor para poner una porción de hierbas y dejalo reposar en el agua durante 5 a 10 minutos y… ¡listo! Una infusión orgánica de tu propio jardín casero.
Tomala como prefieras, con las hierbas frescas o secas, y atrevete a experimentar haciendo tus propias mezclas de sabores.
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Fuente admexico.mx