Tanto los animales más grandes como los más pequeños se enfrentan a un mayor riesgo de extinción a causa de las actividades humanas, señalaron investigadores estadounidenses ayer.
La pérdida de especies, tanto grandes como pequeñas, puede afectar a ecosistemas enteros y si las cosas no cambian, las actividades humanas acabarán eliminando a las criaturas grandes y a las pequeñas de forma que se “reordene fundamentalmente la estructura de la vida en nuestro planeta”, señala el estudio publicado en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
“Saber que el tamaño de un animal es susceptible de amenazarle nos aporta una herramienta para evaluar el riesgo de extinción de muchas especies de las que sabemos poco”, explica William Ripple, un distinguido profesor de ecología de la Universidad estatal de Oregon.
Investigadores han examinado en Estados Unidos, Suiza y Australia más de 27.000 especies de vertebrados que están en la lista roja de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), de las que 4.400 están amenazadas de extinción.
Según ellos, los animales más grandes están amenazados principalmente por la caza, y cerca del 90% de los que pesan más de un kilo, por la captura y la pesca, explica el profesor Ripple.
Estos científicos estiman que las amenazas a los pequeños animales, aquellos que pesan menos de 77 gramos, son igualmente elevadas, sobre todo por la pérdida de hábitat.
Algunos de los pequeños más vulnerables son la rana del banano de Clarke, el colibrí de vientre zafiro, el gecko gris, el murciélago de nariz de cerdo y un pez que vive en las cuevas (crytotora thamicoma), según el estudio.
“Las pequeñas especies que necesitan un hábitat de agua dulce se encuentran particularmente en peligro”, indican los investigadores.
Los mamíferos más grandes (ballenas, elefantes, rinocerontes, leones, etc.) son el blanco prioritario de los programas de protección pero los esfuerzos de conservación deberían concentrarse también en los animales de gran tamaño que no son mamíferos, se lamentan los científicos.
Los investigadores mencionan, por ejemplo, grandes peces como el tiburón ballena, el esturión negro o la avestruz de Somalia, así como reptiles de gran tamaño como la salamandra gigante de China o el dragón de Komodo, que están amenazados también.