Por Jorge Sosa - Especial para Los Andes
Usamos a los animales para catalogar a nuestros semejantes, entonces decimos: mi suegra es una víbora, hago una vida de perro, se me pone la piel de gallina, dice cada gansadas, lo están comiendo los piojos, en cada huelga hay carneros, tiene un olor a chivo que mata. Un burro es aquel alumno que ha cursado quince veces el kinder. A algunos los usamos para varios fines: a los simios los utilizamos para los monocultivos, los monopolios y el monopatín; un gato puede ser un levanta ruedas, un baile folklórico, o un paisaje de la cuarta sección.
La mosca refiere a un tipo que se quedó dormido o que tiene mucha plata. Un roedor puede ser un lector empedernido, ratón de biblioteca, o el aditamento manual de una computadora. Los gorilas la siguen atacando a Cristina.
Los usamos para los refranes y las comparaciones. A cada chancho le llega su San Martín, que no tiene nada que ver con el Libertador.
Me dieron gato por liebre. Es más terco que una mula. ¿Asno tado que eres un cerdo tado? Aquí hay gato encerrado. Aremos dijo el mosquito. Se metió en la boca del lobo. ¡Hijo ‘e tigre! Aunque la mona se vista de seda, mona queda. Cuando menos se piensa salta la liebre. Tiene más vidas que un gato. Chancho limpio nunca engorda.
Juguemos en el bosque mientras el lobo no está. El perro del hortelano que no come ni deja comer. El pez por la boca muere. ¡Qué le hace una raya más al tigre! La cabra al monte tira. Cuando me complico estoy empiojado, al que anda mal se lo comen los piojos. Messi es la pulga. El Pez grande se come al chico. Por interés baila el mono. De noche todos los gatos son pardos. Buscarle la quinta pata al gato. Entre bueyes no hay cornadas.
Y también inventamos deformaciones graciosas de los refranes con bichos. Buey lento toma al agua turbia o se compra una gaseosa.
Buey solo bien salame. A caballo regalado sacale la etiquetita. Perro que ladra no muerde, mientras ladra. Cría cuervos y tendrás muchos abogados. Al mejor cazador se le escapa la libre, al peor el perro. Tiene el poto grande como araña de sótano. Difícil que el chancho chille y más difícil que la chancha aplauda. El hombre es como el oso, feo, peludo y roñoso. Más vale pájaro en mano que padre a los 18. El ojo del amo engorda al ganado, el que termina siendo un ganado gordo de un amo tuerto. Muerto el perro no comprés más dogui.
También hay muchas frases medianamente ingeniosas que tienen que ver con los animales: por ejemplo Las cebras son las sendas peatonales de la selva. Aunque parezca paradójico los leones peinan sus cabelleras con peines pantera. Vaca que cambia ‘e querencia se hace cargo ‘e la mudanza. La tortuga es herbívora porque no puede agarrar ningún bicho. Era un gallo muy rápido, veía una gallina y listo el pollo. Aquel visón sorprendió a todos, resultó ser un tapado. Murió el mono que tocaba el violín, ahora es un ex simio violinista. Una paella es un acuario con arroz. La música calma a las fieras y excita a las lindas.
Hasta con los apodos nos metemos con los animales. A una amiga mía le dicen “merluza”, le sacás la cabeza y todo lo demás sirve; A Duhalde “cumpleaños de mono”, porque es puro coco; a una vecina de casa le dicen “pavo real”, la cola es lo mejor que tiene; a un amigo mío algo etílico le han dado el mote de “caballo de linyera”, donde ve una botella para; varios funcionarios merecen ser llamados “pollo al espiedo”, están quemados hasta el poto pero siguen dando vuelta.
Hasta aquí esta nota puede haberles provocado sonrisas, pero voy a escribir algo que se las hará borrar: zoológico provincial. Somos noticia nacional por lo que está pasando, primero fue el oso Arturo y ahora la mortandad de animales. Algo debemos hacer, al menos preguntarnos ¿De qué lado de las jaulas están los verdaderos animales, ah?