Aníbal y su vínculo con la barra

El senador y presidente de Quilmes tiene una relación fluida con “Los Becerra”, que fueron a desbancar a “Los Bustamante” del control de la popu.

Aníbal y su vínculo con la barra

La sangrienta interna de la barra de Quilmes involucra a dos familias que se disputan un gran negocio por el manejo de la tribuna y una cadena de ingresos económicos que recorre a la ciudad. Por un lado, la facción oficial, de “Los Bustamante”, liderados por Martín, que está preso.

Por el otro, la disidente, de "Los Becerra", encabezados por Osvaldo, apodado "Dedo". Este último grupo, al que pertenece Mario Becerra, el hincha salvajemente agredido ayer en la tribuna, tiene una fluida vinculación con Aníbal Fernández, presidente del club y senador nacional.

La pelea por el poder de la tribuna tiene un correlato político. El 5 de agosto, día en el que Fernández logró la reelección como presidente del club, la barra oficial de Bustamante se quedó afuera del club y no pudo votar. La disidente entró tranquilamente a la institución y apoyó al presidente. Varios de los popes de "Los Becerra" estuvieron festejando junto a Fernández en el momento en el que se oficializaron los resultados. Eso fue visto como una invitación a que el liderazgo de la barra cambiara. Por eso, el intento por arrebatar los bombos y las banderas que ocurrió ayer no es más que la consecuencia. Nefasta, claro.

El enfrentamiento viene agravándose desde abril del año pasado. El primer episodio ocurrió el 24 de dicho mes en un lavadero de autos que queda en la esquina de Laprida y La Plata y que es propiedad de la familia Becerra.

Allí llegó Bustamante -a quien Aníbal Fernández llegó a aplicarle el derecho de admisión- junto a un grupo de hombres que portaban armas de fuego y facas. La idea era exigir a “Dedo” el control de los puestos de indumentaria del club a lo largo de la ciudad. Los lugares de venta de comida y ropa que están en el estadio y sus inmediaciones ya habían pasado hace meses a manos de Bustamante. El resultado fue una pelea que incluyó golpes y disparos de arma de fuego, con el saldo de tres heridos y la detención de Bustamante.

Tres días después del tiroteo en el lavadero vino la revancha. Un auto y una moto frenaron en la esquina de las calles Guido y Sierra, mientras dos micros de la barra oficial se preparaban para partir a la cancha de River, en la que jugaba Quilmes. Los cinco hombres que se bajaron de los vehículos dispararon casi 50 tiros. Hubo seis heridos de bala, todos miembros de la facción de Bustamante. El señalado como autor intelectual fue “Dedo” Becerra.

No se detienen

La violencia no se detuvo en las tribunas ni en las inmediaciones del estadio Centenario. Tras la jornada que dejó cinco heridos de la barra disidente, miembros de este grupo, liderado históricamente por Osvaldo “Dedo” Becerra, balearon la casa del número 2 de la barra oficial, Ricky. El ataque se produjo en la madrugada de este martes.

Los heridos fueron trasladados al hospital Iriarte de Quilmes. De allí se fugaron tres sin haber recibido el alta médica. A ese lugar un grupo de la barra disidente llegó por la tarde del martes. Allí, la hermana de Becerra se hizo presente y agredió a camarógrafos de TN.

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