El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró hoy en la Justicia que "no" detectó "irregularidades" en la licitación del Plan Qunita del Gobierno, destinado a embarazadas, en el marco de la causa donde se investiga supuesto pago de sobreprecios.
El funcionario declaró como imputado durante una hora ante el juez federal Claudio Bonadio, entregó un escrito como parte de su defensa, y a la salida habló brevemente con los periodistas que le aguardaban.
Fernández dijo a la prensa que le insistió al magistrado con su opinión de que "la causa debe ser cerrada" porque, a su criterio, no existió ningún delito en el proceso de adjudicación de la provisión al Estado de un kit maternal, para entregar a las mujeres que perciben la Asignación Universal por Embarazo (AUE). Es la primera vez que el hombre fuerte del Gobierno de Cristina Fernández concurrió a una indagatoria desde que ocupa un cargo en el gabinete nacional durante el kircherismo.
"La causa debe ser cerrada".
Apenas llegó a los tribunales de Retiro, puntualmente a las 11, Fernández saludó a los periodistas que esperaban en el hall del cuarto piso -que había sido sellado con seguridad- y se dirigió al despacho del juez, acompañado por su abogado, Gustavo Frasquet; su vocero y sus colaboradores.
Sobre el mediodía, Fernández terminó su declaración y volvió a hablar con los periodistas, aunque se negó a contestar las insistentes consultas de una cronista que quería detalles sobre la denuncia y sus explicaciones.
Fernández afirmó ante los periodistas que "no detectó ninguna irregularidad" en la adjudicación de kits para bebés para las beneficiarias del plan social por embarazo, que incluía cuna, sábanas, frazada y otros elementos básicos y la realización de controles médicos obligatorios.
"No tengo por qué no colaborar con la investigación"
El funcionario dejó además un escrito en donde insistía en la nulidad de la causa, pero aclaró que eso "no inhibía" su "voluntad" de presentarse en la causa: "No tengo por qué no colaborar con la investigación".
El martes pasado y ayer, habían desfilado también ante Bonadio el ministro de Salud de la Nación, Daniel Gollán, y su antecesor y gobernador electo de Tucumán, Juan Manzur, quienes se negaron a contestar preguntas.
Las licitaciones para el Plan Qunita comenzaron cuando Manzur aún era ministro de Salud, terminaron en la actual gestión de Gollán y la conclusión de los trámites llevó la firma de Aníbal Fernández, citado a indagatoria para mañana.
Los indagados en esta causa incluyeron al viceministro de Salud, Nicolás Kreplak, y a los dueños de Fasano SRL, Dromotech, Compañía Comercial Narciso, Grupo Diela SR, Fibromad y Delta Obras y Proyectos, entre otras compañías que ganaron la licitación
El Plan Qunita fue presentado por la presidenta Cristina Fernández en julio pasado desde Tecnópolis y consiste en la entrega de un kit maternal a mujeres que perciben la Asignación Universal por Embarazo (AUE): cuna, sábanas, toallas, ropa de bebé, un chupete, un mordillo, un termómetro digital, cremas y otros elementos para los recién nacidos.
En total fueron cerca de 150 mil kits que habrían costado 1.100 millones de pesos.
Según la denuncia de la legisladora porteña Graciela Ocaña se pagaron sobreprecios y la mayor adjudicataria de la licitación resultó ser la sociedad Fasano SRL que, según indicó, se dedica a los negocios inmobiliarios y en 2014 habría tenido una facturación de seis mil pesos.