Gabriel Agüero, un chef argentino que vive en Qatar, vive una pesadilla. Su familia fue a visitarlo y ahora se encuentra atrapada a 14.000 km de su casa por el embargo impuesto a este pequeño Estado por sus vecinos.
El 5 de junio, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Barein rompieron relaciones con Qatar, acusando a esta monarquía de albergar y apoyar a terroristas de Al Qaeda. Por tanto, impusieron duras restricciones a los desplazamientos desde o hacia Qatar.
Como consecuencia, las compañías emiratíes Emirates y FlyDubai, con las que había llegado la familia, anularon todos sus enlaces con Doha.
“Gasté 6.200 dólares en comprar todos los pasajes para mis tres hijas y mi señora", contó Gabriel Agüero, de 41 años. “A la hora de volver nos dijeron que los pasajes estaban cancelados a causa del bloqueo” y que “no nos iban a devolver el dinero”.
Desde entonces, él y su esposa, Valeria Marsili, de 42 años, se preguntan de dónde sacar 6.000 dólares para volver a comprar los pasajes, ya que las visas de la familia están a punto de expirar.
“No somos de aquí, nosotros no entendemos todo el problema; uno se siente medio como encarcelado”, continúa Gabriel Agüero, a cuya cocina le dedicó un artículo el diario Clarín.
“Es bastante duro estar tan lejos de casa y estar en el medio de una situación con la que uno, la verdad, no tiene que ver”, añade el chef, quien vive desde hace 10 meses en Qatar, donde dice sentirse “cómodo”.
Su esposa intenta ocultar su angustia a sus gemelas de 13 años, Renata y Bernardita, y su otra hija, Emilia, de 8 años. “Hay un momento -dice- en que empezás a estar nervioso, porque el tiempo pasa y no podés hacer magia. Estamos muy lejos de casa, y no es lo mismo cuando tal vez tenés tu familia, tus amigos con los que podés contar”, explica Valeria.
“Antes de viajar a Qatar -continúa la mujer-, la verdad es que me imaginé un montón de cosas. Pensé que tal vez tenía que ir al hospital con alguna de las chicas, tal vez podría perderme, podría perder un documento”, reconoce. “Pero la verdad es que nunca pensé que me iba a quedar atrapada en medio de un conflicto político, diplomático, en un país árabe a 14.000 km de distancia de mi casa, donde no puedo hacer nada”.
El Comité de Solicitudes de Indemnizaciones establecido por las autoridades qataríes para las víctimas del bloqueo obtuvo una ampliación de dos meses de sus visados. Pero su situación está lejos de estar solucionada. ¿Dónde encontrar tanto dinero en menos de dos meses, si la compañía mantiene su negativa a rembolsarles los pasajes?
Además, “las chicas tienen ganas de volver a casa, tienen que terminar la escuela”, lamenta Gabriel. “Mi mujer tiene un negocio allá y tiene que volver a trabajar”, para firmar contratos y pagar a los empleados, dice Gabriel, a quien también le preocupa su propio empleo en un hotel de lujo en Doha. El bloqueo “cambia todos nuestros planes”, concluye amargado el chef.
Aun en crisis, la monarquía busca naves de guerra
La monarquía de Qatar ordenó la compra de 7 buques de guerra a Italia por un valor total de U$S 5.900 millones, en plena crisis diplomática con sus vecinos del golfo Pérsico.
El anuncio lo realizaron el canciller qatarí, Mohamed Al Zani, y su homólogo italiano, Angelino Alfano. Al Zani reiteró su llamamiento a una solución diplomática a la crisis, alabó los esfuerzos mediadores de Kuwait y EEUU y volvió a criticar a los 4 países que aplican un bloqueo económico a Doha: Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Egipto.
Al Zani afirmó que la cumbre celebrada por los cuatro ministros de Relaciones Exteriores en Manama, capital de Bahrein, "evidenció sus contradicciones" y "mostró que no tienen buenas intenciones". El cuarteto insistió en que Qatar deje de "apoyar y financiar el terrorismo" y no intervenga en los asuntos internos de los países árabes. El cuarteto rompió sus relaciones con Qatar el pasado 5 de junio y, además, aplicó una serie de represalias económicas, cerrando sus fronteras terrestres y marítimas y su espacio aéreo. Télam