n una vida que se ha destacado mucho más por sus múltiples metamorfosis que por su talento artístico y con un sostenido camino hacia la corrección política que la ha llevado a convertirse en esposa y madre ejemplar de seis hijos (tres adoptados en países pobres), además de embajadora de las Naciones Unidas, activista contra el cáncer de mama y abanderada de cuanta causa social humanitaria necesite reivindicación, Angelina Jolie llega ahora con su segunda película como directora, luego de un debut en 2011 que ni siquiera se estrenó en las salas argentinas.
“Inquebrantable” (“Unbroken”, en el original en inglés) se titula este drama que adapta una novela de Laura Hillebrand sobre la vida del atleta estadounidense Louis Zamperini, quien junto a otros dos miembros de su tripulación sobrevivió 47 días en una balsa, luego de que su avión cayera al mar durante la segunda guerra mundial.
Tras varias semanas de sufrir la furia del océano, Zamperini fue rescatado por un barco militar japonés, pero encerrado en un campo de prisioneros de guerra donde permaneció dos años.
La película, una historia de supervivencia con evocaciones a la Pasión de Cristo, está protagonizada por el actor británico Jack O’Connell (24 años, visto antes en “300”) acompañado por un elenco que completan Domhnall Gleeson (“Cuestión de tiempo”) y Finn Wittrock como los compañeros de Zamperini en el accidente, además de Garrett Hedlund y John Magaro, entre otros.
Aunque las críticas de “Inquebrantable” la han tratado bastante mal desde su estreno en los Estados Unidos, la película llega con tres candidaturas al Oscar en rubros menores: mejor fotografía (Roger Deakins), edición y mezcla de sonido.
En su debut como directora en 2011 (con “En tierra de sangre y miel”, una historia de amor en medio de la guerra de los Balcanes), tampoco le fue mucho mejor: la crítica la destrozó y ni siquiera se estrenó en América del Sur.
Sin embargo, Angelina no se da por vencida y ya está filmando su tercera película como directora (el drama íntimo de un matrimonio en el que actúa con su esposo Brad Pitt) y tiene planes para una cuarta película sobre la caza ilegal de elefantes en África.
Por lo visto, la intención de Jolie es no aparecer por un tiempo delante de las cámaras, ya que la única película que la tuvo como actriz en estos últimos cuatro años “Maléfica”.
Historia de corazón
“Si me hubieran preguntado hace algunos años qué tipo de película me gustaría hacer, jamás hubiera pensado en una historia con bombardeos, ataques de tiburones y juegos olímpicos”, dijo la actriz en una reciente entrevista telefónica desde Manhattan. Y siguió: “Más bien me hubiera inclinado por algo muy íntimo, llevado por los personajes. Sin embargo me enamoré de esta historia, y mucho más cuando conocí al verdadero Zamperini (que murió en julio pasado a los 97 años)”.
La increíble vida de Zamperini ya había sido considerada en Hollywood desde 1956, cuando Universal Pictures compró los derechos de sus memorias con el plan de hacer una película que iba a protagonizar Tony Curtis.
Jolie, entonces, tuvo que convencer a la Universal de que ella iba a poder manejar un proyecto mucho más grande que la independiente “In the Land of Blood and Honey”, su primer título como directora.
“Me sentí profundamente conmovida por el guión (que fue reescrito por los hermanos Coen) y por el libro de Hillebrand”, confesó Angelina. “Nunca me creí la directora más experimentada, simplemente sentía que iba a poder poner todo mi corazón en la historia. Es lo más difícil que he hecho creativamente, pero me ha hecho ver que me gusta mucho más dirigir que actuar”.
El verdadero protagonista
Antes de que muriera en julio a los 97 años, el propio Zamperini y Angelina Jolie, quienes vivían a la vuelta de la esquina en Los Angeles, se volvieron amigos cercanos. Jolie le puso la película a Zamperini en su lecho de muerte y dice que siempre recordará “esos hermosos ojos azules” viendo la historia de su vida, reviviendo los recuerdos y a la familia que conoció. Con los que se reuniría pronto, dijo.
“Nunca me imaginé el impacto que este hombre tendría en mi vida y cómo su historia y sus mensajes resonarían en mí y en mi familia y cómo me cambiarían”, dijo Jolie. “Sí, Zamperini me cambió la vida. Tuvo un gran impacto en mí. No crecí con un padre en casa y mis abuelos murieron cuando era pequeña. No me había dado cuenta de cuánto necesitaba a ese amigo mayor y compasivo que me ayudó a encontrar esa guía y apoyo”.