La vitivinicultura argentina tuvo un 2017 repleto de desafíos. En algunos el sector resultó victorioso, como en la anulación del impuesto al vino y el levantamiento de la prohibición de publicidad en la vía pública de Buenos Aires, pero en otros no encontró una salida favorable. Ejemplo de esto último es el balance negativo de las ventas del sector, tanto en mercado interno como externo.
Ángel Leotta, presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina, analizó el presente de la industria y habló sobre sus posibilidades de recuperación.
-¿Qué evaluación hace de la vitivinicultura en 2017?
En el transcurso del año surgieron imprevistos muy importantes para la industria vitivinícola, pero los hemos ido sorteando muy bien. Lo primero que se presentó fue la prohibición en Ciudad Autónoma de Buenos Aires de hacer publicidad de bebidas alcohólicas. Logramos mostrar cuáles son las características del vino, como un producto diferencial. Por suerte, nos entendieron y fue a la única bebida a la que se le levantó la prohibición, con ciertas limitaciones por supuesto.
Después de eso llegó el conflicto por el impuesto al vino, algo que no esperábamos. Afortunadamente se logró resolver gracias al esfuerzo del Gobierno y la intervención de Coviar para que se respete la Ley de Vino, Bebida Nacional. No fue una tarea muy sencilla, pero fue un éxito rotundo.
Cerramos el año con el retorno del vino al Sistema Generalizado de Preferencias para exportar a Estados Unidos, algo muy importante para los envíos a ese país. Además, se consiguieron $ 400 millones para combatir la Lobesia Botrana.
-¿Este año los productores deberán hacer un aporte para combatir la plaga?
Sí, es lo que dice la Ley. El Gobierno Nacional hará el aporte en marzo para poder pedir las feromonas. Luego los productores deberán cumplir con la normativa, pero lo interesante es que aquellos que tienen superficies de menos de 25 hectáreas no tendrán que pagar. No es un dato menor, teniendo en cuenta que ese grupo de productores es el que tiene mayores dificultades para combatir la plaga.
-¿Qué necesita hoy la vitivinicultura de parte del Gobierno Nacional?
Hay varios reclamos con resolución pendiente, pero lo que más necesitamos es que se eleve el reintegro a las exportaciones en tres puntos porcentuales. No se trata de un subsidio, sino de la devolución de una parte de lo pagado en términos impositivos. Los tres puntos representan 30 millones dólares para el fisco argentino, pero si lo elevan, nosotros podremos incrementar la venta de productos al exterior en más de 150 millones de dólares.
-¿Por qué todavía no se lanza Proviar 2?
Hay que reenfocarlo. No vamos a dejar de insistir porque es un programa ejemplo para América Latina. Vamos a modificarlo en función de lo que requiere el sector.
-¿Qué significa reenfocarlo?
Tenemos que hacer un estudio que nos permita demostrarle al Gobierno por qué tenemos la necesidad de realizar el programa. La idea es que la parte industrial, en donde están las pequeñas bodegas trasladistas, se pueda tecnificar. Por eso debemos reformular el producto.
-¿Estudian cambiar la fórmula para el ajuste de pagos de Coviar?
En las reuniones de presidentes de Coviar que se hacen todos los meses se plantearon muchas variantes y todas tienen sus pros y contras. Estamos analizando una que contiene la variación de los precios en los tres últimos años para amortiguar los cambios. Ahora debemos tratar ese tema en reunión de directorio.
-¿Por qué cae el consumo?
Ha caído el consumo de muchas bebidas, no solo del vino, porque hay retracción en la economía. Como agravante, el vino en góndola subió mucho.
Hay que ponerse a pensar qué envase quiere el consumidor de vino. Uno recorre el mundo y hay diferentes envases. Como industria, hay que ver qué vino quiere el consumidor y hacerlo. Se acabó eso de hacer el vino que yo quiero e intentar que el consumidor lo tome.
Perfil
Ángel Leotta. Es sanjuanino y proviene de una familia con mucha historia en la industria del vino. Actualmente está a cargo de la bodega familiar trasladista y se desempeña como presidente de la Cámara Vitivinícola de San Juan.
En noviembre de 2016 fue elegido como presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), convirtiéndose en el segundo sanjuanino al mando de la entidad, detrás de José "Catuco" Molina.