FAMILIA GIGANTE: Juan Antonio tiene 60 años de edad (18-10-53), está casado con Stella Maris Campagna y es padre de cuatro hijos: Sandra Mabel (29), Diego Roberto (27), Cintia Liliana (24) y Marisol (21). Su familia se completa con Alejo y Abril que son sus nietos. Se recuerda su respuesta cuando se le preguntó si le hubiera gustado que su hijo varón fuera boxeador: “Decididamente no. Es un deporte duro, muy rudo, en el que hay que cuidarse mucho, dedicarse de lleno y que exige un gran sacrificio”.
UN SUEÑO HECHO REALIDAD: Confiesa el Gigante: “Yo de chico me motivaba con las hazañas de Carlos Monzón. Para mi fue un boxeador único, completo, fantástico. Seguía todas sus peleas y me conmovía con sus victorias. Me imaginaba arriba del ring y ser como Monzón, pero mi padre no me dejaba boxear porque decía que era una actividad muy peligrosa. Con el tiempo hice realidad el sueño de conocerlo aunque en una situación bastante difícil. El se encontraba detenido y estaba alojado en una unidad carcelaria de Santa Fe donde lo visité. Nunca lo juzgué, nunca lo condené, solo digo que nadie está exento de vivir un drama pasional como el que sufrió. Fue mi ídolo y terminó siendo mi amigo después de aquel encuentro que nunca olvido y que siempre recuerdo con mucho cariño”.
EL FÚTBOL ANTES QUE EL BOX: En su juventud, ante la negativa de su padre de que se hiciera boxeador como era su deseo, se dedicó al fútbol y como arquero defendió los tres palos del Club La Primavera de su Tunuyán natal. Además uno de sus mejores amigos es Pedro Pascual Fernández, aquel “Picho” que como número 8 se formó en el semillero del Atlético Argentino de la mano de don Aroldo Cortenova y que llegó a la primera promovido por el gran Cholo Converti. Por último confiesa su admiración por Víctor Antonio Legrotaglie: “Cada vez que lo veía jugar sentía una placer especial, lo disfruté a pleno. El Víctor encantaba a la pelota y hacia feliz al juego”.
CAMPEÓN CON MUCHO PESO: Entre sus muchas anécdotas le contó a este periodista: “¿Sabe una cosa?. La noche que salí campeón argentino en el Pascual Pérez la gente subió al ring y me quiso llevar en andas pero no lo lograron. Me querían levantar pero no podían, lo que me parece era imposible porque yo pesaba como 94 kilos”.
LA GUERRA DE LAS ROSAS: También cuenta el incidente que se originó en el centro del ring cuando le ganó a Roberto Gustavo Aguilar (06-07-79). La gresca se originó porque un particular subió al cuadrilátero con un ramo de rosas y le gritó en la cara: “Gigante, sos un muerto…”. Lo que provocó su reacción.
ELOGIOS AL FIRPO: Se recuerda la opinión que le dio a Más Deportes el 28 de junio del año pasado cuando se produjo las inauguración del nuevo y moderno Luis Angel Firpo en la cuarta sección: “Estoy acá, admirado, maravillado con este gimnasio. No hay lugar tan hermoso y brillante como este. Creo que hay que aplaudir a la gente que hizo esto. Osvaldo Corro se merece esto y más por la gran persona que es, por ser un gran amigo y un gran hermano. Esperemos que la gente lo sepa aprovechar y le den el uso que corresponde, que podamos sacar muchos chicos de la calle. Muchos dicen que el boxeo no es deporte, pero siendo sano es como cualquier otra actividad. Solo hay que saber entrenar y cuidarse. Estoy orgulloso de nuestro boxeo”.
