Andrés Oliver: "Además del olivo, queremos diversificarnos hacia frutos secos y vitivinicultura"

El directivo de negocios de ADBlick Olivos afirma que apostaron por cinco variedades de aceituna que les permite minimizar el impacto climático ante heladas y granizos. Aseguran que en su fase productiva los olivos pueden dejar una rentabilidad anual supe

Andrés Oliver: "Además del olivo, queremos diversificarnos hacia frutos secos y vitivinicultura"

En Rivadavia, la finca de olivos de la firma ADBlick responde a un modelo de negocios inusual para el agro mendocino. A diferencia de la gran mayoría de los paños de tierra donde los rindes por hectárea están muy dominados por los caprichos de la naturaleza y luego por la dinámica comercial, a veces adversa, en el caso del campo con olivares de la firma, cada tramo está medido en su estructura de costos, riesgo y rentabilidad donde cada acción es medida en ventajas y desventajas por el cuerpo de profesionales.

Los resultados están a la vista: han vendido más de 6 contenedores de aceite a Estados Unidos y España, lo que totalizó 140 toneladas a un promedio de U$S 4.100 por cada mil litros. Asegura que lograron un buen valor comercial gracias a la revalorización del euro que les permitió competir con España e Italia, los principales jugadores del mercado.

-¿Por qué eligieron el departamento de Rivadavia para operar el cultivo del olivo?

- Si bien es verdad que es una zona que recibe mangas de piedra asiduamente, nosotros habíamos calculado una producción total perdida cada 7 años, pero desde que estamos trabajando hace 5 años, los granizos que hemos tenido si bien han sido más seguidos, no han dañado toda la producción. Tal vez a lo sumo hemos tenido algún tipo de piedra que ha afectado sólo un 20% a 30% de la producción. 
En nuestro caso tenemos la finca con hectáreas con derecho a riego y una inclinación y pendientes que protegen naturalmente contra heladas que es el otro fenómeno climático que puede atacar a los olivos. De cualquier manera hemos plantado cinco variedades de aceituna, nos abre la paleta de negocios a la hora de la venta con producción para mesa y aceites. Además las variedades tienen diferentes fechas y desarrollos productivos por lo tanto los embates climáticos pueden o no tener incidencia según el estado fenomenológico de cada variedad. Para nosotros es una buena opción porque nos hace menos vulnerable al clima y las ventajas comerciales también son evidentes porque tenemos diversificado el portafolio de productos.

-Cuando usted menciona nosotros, ¿a quiénes se refiere? La firma ¿es de capital internacional?

-No, para nada. Son todos inversores nacionales que apuestan al campo gerenciado por profesionales y con un objetivo que si bien es productivo también persigue la rentabilidad para cada uno de nuestros inversores.

-¿Cuánto es el monto mínimo para ser tomado como inversor?

-Es de U$S 10 mil lo cual equivale a tener casi una hectárea productiva de olivo. No ofrecemos la superficie productiva con una determinada ubicación sino que el inversor, al depositar el dinero en el fideicomiso, se hace acreedor de recibir los beneficios de esa unidad de tierra. El inversor no compra una parte específica sino que compra acciones de la empresa y la empresa tiene el campo. Actualmente contamos con más de 400 inversores, en su mayoría directivos, gerentes y dueños de compañías, que buscan diversificar sus ahorros con una visión de largo plazo y renta a perpetuidad

-¿Qué rentabilidad se puede obtener a nivel anual?

-Del 7,2% anual aproximadamente.

-¿Está dolarizado ese porcentaje?

-Así es. Todo el proyecto tiene basados casi todos sus números en dólares, tanto sus costos como el precio de venta. Este tipo de negocios es muy rentable cuando la hectárea está productiva. El mayor costo de este negocio es el tiempo porque cuesta U$S 18 mil la hectárea a lo que hay que sumar las tareas culturales para que recién al cuarto o quinto año esté productiva. 
Cada hectárea tiene gasto de  U$S 3 mil pero su facturación es de U$S 6 mil lo cual demuestra que es rentable una vez que está en producción. Por lo tanto la ganancia debería ser de U$S 2 mil a U$S 3 mil la hectárea anual.

El olivo es un cultivo que un año produce mucho y otro poco. Nuestra meta ideal es mantener 12 mil kilos por hectárea promedio. Lo que sucede es que a veces puede producir 18 mil kilos y etapas de escasez con 8 mil kilos. Nosotros nos proponemos, con un mejor manejo agrícola, acercarnos al número del promedio y tratar de mitigar las variaciones productivas que es el ideal; asegura rendimientos muy regulares y por lo tanto realizar mejor proyecciones.

-¿Qué planes tiene a futuro el grupo de inversores en Mendoza?

-Estamos evaluando en ese mismo campo que tenemos más de 800 hectáreas de olivo, hacer producir 100 hectáreas más que tenemos. Estamos evaluando apostar por el negocio vitivinícola y frutos secos como almendras, nueces y pistacho. Siempre nos focalizamos en los buenos negocios que desprende el campo y Mendoza nos ofrece oportunidades muy interesantes.

Perfil - Andrés Oliver (35).

Es líder de negocios de ADBlick y licenciado en Economía y Administración. El profesional afirmó que hace 10 años está vinculado a actividades agrarias, en tanto en los últimos tres años está dedicado al negocio del olivo. 

Cada 15 días viaja a Mendoza y aprovecha para combinar sus días de trabajo con un deporte que lo apasiona como es la navegación. 

"He navegado a vela en Potrerillos y El Carrizal. Es algo que me gusta mucho" confesó el directivo.

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