Andrés Lavorante: "Sería lindo poder dirigir en un equipo de Mendoza"

El Oso, exarquero de Luján, Lepra, Tomba, entre otros, repasó su carrera, nos habló de su actualidad y de un deseo a futuro.

Andrés Lavorante: "Sería lindo poder dirigir en un equipo de Mendoza"
Andrés Lavorante: "Sería lindo poder dirigir en un equipo de Mendoza"

Es de esos hombres queridos por propios y extraños. Una persona de la que todos hablan bien. Intachable en su época de arquero, cuya carrera se prolongó por más de 25 años producto también, de que fuera de la cancha supo llevar una vida ordenada. Andrés Lavorante hace varios años que reside en San Juan, en cuyo fútbol fue protagonista al principio y sobre el final de su carrera. Por un lado porque cuando defendía los colores de Chacras de Coria marcó un gol de arco a arco (ver aparte) y, por otro, debido a que allí jugó sus últimos partidos como profesional.

En la actualidad es entrenador y forma parte del cuerpo técnico de Cristian Bove en Sportivo Peñarol (equipo que participa del Federal A, junto a Huracán Las Heras y Deportivo Maipú). Y precisamente desde la vecina provincia no solo hizo un repaso de su vida deportiva, sino también que nos contó de sus ganas de poder dirigir en Mendoza.

-¿Qué es de la vida de Andrés Lavorante?

-Jugué hasta finales del 2012 y a los tres meses tuve la oportunidad de dirigir en Del Bono (en el Federal B). Después de esa experiencia estuve en varios equipos de la Liga Sanjuanina, como 9 de Julio, Aberastain de Pocito, Trinidad y hasta en San Martín, donde dirigí un año y medio en inferiores de AFA. Con ese club tuve el primer título como DT, porque salimos campeones de la temporada con la categoría 2000. Fue todo muy rápido. Trabajaba en una empresa y luego también me puse una escuela de arqueros y un gimnasio, pero ahora todo eso está parado y se nos hace muy duro por el corona virus.


    Andrés lavorante, cuando dirigía a Sportivo Del Bono de San Juan. (Foto / Gentileza)
Andrés lavorante, cuando dirigía a Sportivo Del Bono de San Juan. (Foto / Gentileza)

-¿Por qué decidiste radicarte en San Juan?

-Cuando regreso de Huracán de Tres Arroyos, no estaba bien en Mendoza (falleció una hija y se separó de su pareja) y me salió la posibilidad de venir a jugar en San Juan. Pensé que era una linda opción para descomprimir algunas cuestiones familiares. Me encontré con una provincia tranquila y hasta empecé a trabajar en la empresa Vicente Albores, donde estuve siete años. Ahora si me decís de volver a Mendoza, te digo que sí, pero no es fácil. La mentalidad de los clubes de allá es diferente a los de acá. En Mendoza el crecimiento es más importante y muchas instituciones están trabajando muy bien a futuro. Ahora tengo un gimnasio y busco un lugar para la escuela de arqueros. Tengo muchos proyectos, pero en San Juan por ahí cuesta llevarlos a la práctica.

-Sos muy querido en el ambiente ¿a que le atribuí s tanto cariño?

-Gracias a Dios tengo un buen concepto en todos lados. Nunca fui conflictivo y siempre traté de ser respetuoso con todos.

-¿El técnico que más te marcó en tu carrera?

-Tuve varios, sobre todo en Mendoza, como Jorge Julio y Marcelo Fuentes. El Turco porque fue un tipo que te decía las cosas justas. Si bien era un DT de otras épocas, logró trasladar su conocimiento al fútbol moderno. Sabía mucho de los rivales, llegarle al jugador, además de un gran líder que llenaba de confianza al futbolista. Fuentes era lo contrario, muy táctico, metódico. Te brindaba toda la información sobre el delantero al que me tenía que enfrentar. Detallista total. Ahora en mi carrera potencio todo lo bueno que saqué de cada uno de los que me dirigieron.

-¿Cuál fue el mejor equipo que te tocó integrar, no solo por logros deportivos, también por lo humano?

-El de Chacras de los ascensos, cuando (Carlos) Sperdutti me llevó en el año '95. Un año después clasificamos al Argentino B pero no participamos por el proyecto que el club tuvo con Godoy Cruz. Ahí pasaron varios jugadores al Tomba y otros pasaron a ese Independiente Rivadavia que perdió por un punto el ascenso con San Martín. Cuando Eduardo Bauzá (h) vuelve a Chacras, al año siguiente yo también vuelvo y jugamos lo que en ese momento era el Argentino B. Había un equipazo, con gente entrañable y querida, como Villafañe, Bontorno, Ponce, Di Marco, Del Bosco, Aldunate, y otros tantos amigos que conformamos ese plantel espectacular.

-Ahora sos entrenador ¿cómo juegan tus equipos?

-Me gusta que tengan buen trato de balón, de no tirar a buscar la segunda pelota. Deben tener movilidad y una identidad de juego definida, donde la posesión de balón sea casi una costumbre. En todos los clubes que dirigí intenté plasmar la misma metodología. En algunos tuve suerte y en otros no, porque las canchas y jugadores son diferentes.

-Y el esquema táctico que más te seduce.

-Mayormente uso el 4-4-2. En Trinidad usé mucho el 3-3-1-3. Me gusta jugar con línea de tres para meter más gente del medio hacia arriba. Igual los técnicos no tenemos que morir en un sistema. Más allá de la idea, el jugador es el que le da la forma, y nosotros tenemos que saber brindar las herramientas para que lo lleve a la práctica.

-Trabajás junto a algún excompañero

-Trabaje con Javi Paratore (ex compañeros en Luján de Cuyo) en Trinidad, y ahora con Mauricio Lara en Peñarol. Hace como dos meses que estoy trabajando con ellos y la verdad que uno trata de aportar su granito de arena. Sería como el entrenador del equipo de Liga, que entrena a los jugadores que no viajan con los profesionales, y que también suma en el cuerpo técnico principal.

-El entrenador en que reflejás tu trabajo

-No tengo un técnico como espejo, aunque me gusta mucho lo que hace el Chacho Coudet, un DT que piensa siempre en el arco rival, que no es defensivo.

-¿Tuviste alguna oportunidad para dirigir en Mendoza?

-No se dio y nunca la busqué. Hace diez años que no estoy en la provincia y por ahí muchos no me recuerdan. En Pacífico tuve oportunidades de ir y también desde Gutiérrez hicieron un sondeo, pero ninguna se pudo dar. Si me llaman y están dadas las condiciones deportivas, de que sea un proyecto serio, seguramente podré volver a trabajar en Mendoza. Después está lo económico, porque esto es un trabajo, y uno vive de lo que trabaja.

-¿Cuál es tu opinión sobre la desaparecida Asociación Atlética Luján de Cuyo?

-Fueron años inolvidables. En ese club terminó jugando la base de ese Chacras campeón, que ascendió. Iba mucha gente a vernos, pero había cuestiones entre hinchas de Chacras y otros de Luján que al principio no cuadraban. Después todos se unieron y llenaban la cancha. Una pena que desapareciera.

-De Luján se dijo que hasta había dirigentes que no querían ascender…

-No sé si fue tan así. Esa final con Tiro Federal (Rosario), el árbitro inclinó la cancha desde el principio. En una misma jugaba nos amonestó a cinco jugadores, a lo que si nos sacaban otra amarilla no podíamos jugar la revancha de esa final (Lavorante, Villafañe, Torres, Pancho Martínez y Mono Vargas). Y eso pasó. Nos dieron perdido el partido 1-0, porque el partido de ida se suspendió por invasión de cancha y en la revancha terminaron jugando muchos chicos que, de no ser porque a Tiro le cobraron un penal dudoso, ganaban ese partido. Después no puedo afirmar de que algún dirigente no haya querido ascender. Estaba todo arreglado. El árbitro en el informe de esa final puso lo que cada uno le había dicho. Imposible hacerlo con tremendo revuelo que hubo (NdR: El partido se suspendió por la agresión del médico Roby al cuarto árbitro Enrique Domench y al asistente Luis Alfonso -según lo que se conoció luego por el informe del árbitro Gustavo Müller). Si no hubiese pasado eso, quizás ascendíamos.

-¿Cómo ves al fútbol de Mendoza?

-Muchos clubes han crecido notoriamente, tanto en lo deportivo como en sus infraestructuras. Eso se ve poco en San Juan, por eso Mendoza es una linda plaza para jugadores y entrenadores. Godoy Cruz tomó la posta y ahora otros equipos van tras esos pasos. A veces a algunos les lleva más tiempo que a otros, pero lo importante en mantenerse por el camino proyectado.

-Pusiste al Tomba como ejemplo, ¿cómo calificarías su última temporada?

-No fue buena. Lamentablemente a lo que estaba acostumbrado el club, los números fueron bajos. Se hicieron muchas apuestas que no resultaron, como si pasó en otros años. Pero seguramente se trató de una mala campaña y en las próximas volverá a recuperar el protagonismo. Es un club modelo en la Región, que tiene todo para mantenerse en la elite para siempre.

FICHA PERSONAL

Nombre: Andrés Juan Lavorante

Fecha de nacimiento: 18 setiembre 1970

Edad: 49.

Apodo: Oso.

Puesto como jugador: Arquero.

Trayectoria como jugador: Independiente Rivadavia (1996-1997), Godoy Cruz (1997-1999), Chacras de Coria (1995-1996-2000-2001), Luján de Cuyo (2001-2005/2008), Deportivo Maipú (2006), Gutiérrez Sport Club (2006), Gimnasia (Mendoza, 2007), Huracán (Tres Arroyos, 2008-2009), Huracán Las Heras (2010), Trinidad (2010-2012) y San Miguel de San Juan (2014).

Trayectoria como DT: Del Bono, Trinidad, 9 de Julio, Aberastain y Peñarol (todos de San Juan).

SU GOL DE ARCO A ARCO Y EL RÉCORD "NEGADO" 

En la época que jugaba para Chacras, el 'Oso' marcó un gol de arco a arco. Fue en un partido jugado el domingo 19 de marzo de 2000, en la cancha de Unión de Villa Krause, en San Juan, correspondiente al Grupo 3 del  Argentino B y que finalizó 1-1. José Ferrari cubrió aquel encuentro para Los Andes  y en su comentario señaló: "Ayer fue El Día del Arquero" porque con un gol de Lavorante de arco a arco, Chacras empató en San Juan". Ahora Andrés trabaja con Carlos Biasotti, arquero de Peñarol, y dice: "Nunca lo hago recordar del ese gol. El Bocha es un fenómeno que con 45 años ataja como si se tratara de un pibe de 16 años".

Sin embargo no fue ese dato por el que se lo llegó a nombrar para estar en el libro Guinness de los récords. Es que en un momento fue el arquero con más minutos sin recibir goles (1.503'), pero desde AFA adujeron que no le correspondía tan galardón ya que Lavorante jugaba en un torneo amateur y de ascenso.


    Lavorante en su época en la Asociación Atlética Luján de Cuyo.
Lavorante en su época en la Asociación Atlética Luján de Cuyo.

UN APELLIDO VINCULADO AL BOXEO

"De mi tío tengo recuerdos por comentarios de mis padres, tíos y demás personas. A través de documentos, de lo que pude leer en Internet", comentó Andrés, sobre Alejandro Lavorante. Y siguió: "A mi tía le pidieron cosas de Alejandro para el museo de Alí, y tengo entendido que se llevaron una bata y un pantalón". El Oso, cerró: "Mi viejo me llevaba a escondidas a boxear, de chico hice dos o tres peleas, hasta que se enteró mi vieja y casi nos mata a los dos. Nunca más volví a boxear".

¿Quién fue Alejandro Lavorante?: Un argentino que en la década del '60 se lo denominó el "boxeador gaucho", escaló a la fama maratónicamente. El Gringo, como lo apodaba la familia en su Godoy Cruz natal, tuvo una desenfrenada búsqueda por conquistar el plano internacional. Con 1,94 de estatura y un peso de 98 kilos, debutó en el amateurismo con un rendimiento descomunal y luego de cumplir con el servicio militar, se mudó con el multicampeóny también mendocino, Pascual Pérez, a Venezuela. La propuesta no era para boxear y, se dice que fue para incorporarse en negocios de venta y compra de autos. Lavorante siguió en Caracas y trabajó de mecánico, hasta que conoció al histórico campeón de los pesados, Jack Dempsey, quien lo metió el profesionalismo, en las luces de Estados Unidos. Meses después,el tío de Andrés Lavorante, se subió al cuadrilátero y noqueó a Dean Bogany, y le siguieron otros nocauts más que lo llevaron a ser tapa de los diarios. La mecha estaba encendida con 24 peleas en 3 años. Hasta que le organizaron una pelea contra un joven y desconocido Cassius Clay, quien luego pasaría a llamarse Muhammad Ali. En esa contienda, Lavorante cayó en el quinto round.

No pasaron ni seis meses después de haber sido noqueado dos veces que Lavorante entró al cuadrilátero por última vez. El estadio Olympic en Los Ángeles tuvo su combate con Johnny Riggins. En el sexto round el "Gaucho" se desplomó y no volvió a pararse. Entró en coma y tras varias operaciones retomaba su conocimiento de manera esporádica, estando sordo y mudo, a la edad de 26 años. En el '63 su padre lo trajo al país, donde luego de 17 meses agonizando, el primero de abril del '64 Alejandro Tomás Lavorante cerró los ojos de manera definitiva.


    Una publicidad que muestra cómo se promocionó en EE.UU el combate entre Lavorante y Cassius Clay (Muhammad Alí).
Una publicidad que muestra cómo se promocionó en EE.UU el combate entre Lavorante y Cassius Clay (Muhammad Alí).

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA