La boda entre el empresario Eduardo Costantini y la modelo mendocina Elina Fernández el pasado 22 de febrero traía polémica desde la previa. Además de la diferencia de 43 años de edad, ella 30 y él 73, la importante fortuna del hombre, de más de mil millones de dólares y una de las 50 más grandes de la Argentina, fueron algunos de los puntos que caldearon el ambiente de la ceremonia íntima para 50 invitados que se realizó en el exclusivo hotel Alvear Palace.
Un día después de la boda, Anamá Ferreira se sumó a las especulaciones sobre la unión, con unos polémicos audios en los que acusaba a su colega de tener un "plan maestro" para conquistar al multimillonario.
Pero dada las repercusiones de sus dichos, horas más tarde, la presentadora brasileña salió a pedir disculpas en su cuenta de Twitter. "Quiero públicamente pedir disculpas, de todo corazón, por mis dichos en un audio sobre un casamiento reciente. Lamento todos los comentarios hechos sin real conocimiento que han afectado a todas las personas implicadas", comenzó.
"Hablé de más y sin saber sobre la vida privada de las personas, lo cual no se debe hacer. Pido nuevamente disculpas, gracias", completó en la red social del pajarito en referencia a sus agravios contra la mendocina.
En las grabaciones publicadas por Teleshow, la modelo oriunda de Brasil que hace años vive en nuestro país, cuestionó la versión que dio la pareja de cómo nació su amor. Según Eduardo y Elina su relación comenzó cuando él la vio de casualidad en la en el bar del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), del cual él es fundador y dueño. Allí se produjo el primer cruce de miradas y, después de unos instantes, Costantini no se aguantó y le pidió su número de teléfono.
Pero para Anamá, ella "hizo un plan ¿Viste el asalto al Banco Río? Bueno, porque ella iba casi todos los días, yo sé, a tomar algo al Malba, porque había hecho todo un research, y había visto que él estaba soltero, y se iba a tomar algo al Malba".
Y para concluir aseguró que "no es que el tipo la vio un día en el Malba y se enamoró. La vio ahí, frecuentemente, en el Malba: miradita, miradita, miradita... casamiento ayer, en el Alvear, a las 6 de la tarde, ¡vermouth, papas fritas y good show!".