Esta transición que ha coincidido con los 15 años del CU, también sincroniza con una revitalización en los modos de adquirir películas. "De un tiempo a esta parte notamos que se están mejorando los canales de distribución que nos hace acordar a los comienzos de la sala", describió Cardone.
"En estos últimos años estamos retomando el hecho de estrenar películas más arriesgadas o muy acotadas, como la mexicana 'Post Tenebras Lux' de Carlos Reygadas o la chilena 'La Nana' de Sebastián Silva, que en los circuitos comerciales no aterrizarían ni remotamente, películas que están alineadas en las que estaban disponibles en nuestros comienzos, allá por el 98", reflexionó Laureano.
"Hay un montón de cine, chileno, oriental. Tampoco es tan sencillo moverlas pero se está notando un mejoramiento", afirmó por su parte Cardone. Continuó: "Sin duda hay un fenómeno de transición en los modos de hacer y proyectar el cine a partir de las nuevas plataformas digitales que crea espacios ambiguos que tendrán que definirse en algún momento, donde se acepte el final del celuloide de 35 mm, tanto para filmar como para exhibir".
Pero las historias de Gustavo Corrales sobre los comienzos del CU, nos recuerdan casi un planeta distinto: el analógico. "El cine funcionó muchas veces como una cooperativa. El Goethe Institut nos prestaba un proyector de 16 mm cuando exhibíamos ciclos alemanes. La Alianza Francesa por su parte también nos prestaba en ocasiones proyectores para material en VHS o nos alquilaba algún particular. Por un tiempo, también hubo un convenio con la Filmoteca de Buenos Aires con dirección de Octavio Fabiano y cada tanto hacíamos ciclos. Uno de ellos, con pelis de Vittorio Gassman, resultó muy taquillero, ya que el actor había fallecido en 2000".
Por un tiempo también existió un convenio triangular entre la UNCuyo, Cultura de Provincia y la Filmoteca Española, que posibilitaba el estreno de cine español inédito en el país.
Eran tiempos en el que las latas de películas en 35 mm eran enviadas desde Buenos Aires en ómnibus a través de la desaparecida empresa TAC. "Uno salía a veces corriendo a buscarlas a la terminal porque en algunos casos llegaban minutos antes de las funciones. Son latas realmente pesadas", rememoró Corrales. "La sala sufrió la crisis de 2001. Recién promediando 2003, se notó un alza de público. Durante al menos tres años, esta tarea de programar el cine se nos hizo cuesta arriba", afirmó.
Más allá de la impresión de un programa mensual, los maratones de medianoche de cada mes, el ciclo de música "Suena" y las funciones de proyecciones en vivo con películas como "Juana de Arco" y "Metrópolis", la diversificación del CU se ha trasladado también con éxito a la red.
Tanto en su sitio web: cine.uncu.edu.ar y su página de Facebook, los espectadores continúan interactuando, opinando, incluso discutiendo.