Probablemente el caso podría competir para entrar en el libro de los récords Guinness por ser la obra vial de menor duración en la historia.
Se trata del bulevar que encaró el por entonces intendente guaymallino Luis Lobos durante 2015 en el carril Godoy Cruz, entre Tirasso y La Purísima y que por estos días está siendo removido por su sucesor Marcelino Iglesias.
Lo mismo podría ocurrir con otro tramo de la construcción en la misma arteria entre Tropero Sosa y Mitre. Vecinos, comerciantes y automovilistas de la zona se mostraron de acuerdo con que se quite el bulevar en ambas zonas por considerar que interfiere con el tránsito.
"Antes de asumir, encaramos un relevamiento del carril Godoy Cruz que complementamos durante la gestión. Observamos que la calle tiene muchos problemas", comenzó a explicar el intendente Iglesias. Entre los inconvenientes del carril enumeró zonas muy angostas para los cuatro carriles actuales, losas muy deterioradas -por rotura de cloacas- y árboles en mal estado vegetativo.
“Este análisis nos permitió concluir que el bulevar que se hizo entre Tirasso y La Purísima no fue prioritario, sino que se trató de una obra decorativa y mal pensada desde el punto de vista del tránsito”, continuó el jefe comunal.
Otro inconveniente que se observó en el bulevar fue que al estar mal diseñado generaba embanques de agua en la calzada. “Por falta de drenajes generaba una mini barrera de contención donde se acumulaba mucha agua y el tránsito que pasaba iba rompiendo todo”, detalló.
En el lugar se puede observar personal municipal trabajando tanto en la retirada de algunos tramos del bulevar como en el mejoramiento de la calzada. “Una vez que se retire por completo vamos a hacer una demarcación visible, probablemente con tachas, para no angostar la calle y darle una buena calzada”, adelantó el cacique, quien remarcó que ese tramo estaba impago. “El dato de color es que lo terminamos de pagar nosotros”, deslizó con cierta ironía.
En cuanto al sector de la obra entre Mitre y Tropero Sosa (originalmente proyectado hasta Pedro B. Palacios) Iglesias aseguró que están analizando las acciones a seguir.
“En principio rellenamos los canteros con pasto porque estaban huecos y eran muy peligrosos. Mientras tanto estamos estudiando si hacemos correcciones o si lo sacamos por completo”, explicó.
Según reconoció, hay opiniones divididas en su equipo porque para hacer los canteros se tuvo que romper la losa de hormigón. Entonces deberían repararla por completo. Según anunció el intendente, allí también avanzarán con el mejoramiento de calles.
Para Iglesias, ambas obras estuvieron pésimamente evaluadas.”Fueron un capricho; obras electoralistas como tantas otras con las que nos hemos encontrado”, se lamentó.
Obstáculo para el tránsito
En la esquina de Tirasso y Godoy Cruz, vecinos, comerciantes y automovilistas consultados celebraron la erradicación del bulevar que ya ha comenzado a llevarse adelante. “Para nosotros, lo mejor es que lo saquen porque desde el principio estuvo mal hecho”, dijo Jésica Ríos, encargada de una verdulería en las inmediaciones.
Para ella, se trata de un pedazo de cemento que nunca fue pintado ni señalizado, por lo que muchos se lo han llevado por delante. “Es un borde en el medio de la calle y nadie lo ve”, añadió.
Un vecino que caminaba por la arteria tuvo una observación similar. “La verdad es que fue una obra en vano y una forma de sacar rédito por el anterior intendente. Cualquier persona con dos dedos de frente puede llegar a saber que no se puede hacer un bulevar en una calle que no sirve”, expuso duramente Roberto Gutiérrez.
Estacionada en su automóvil, Elizabeth Arnoldo enumeró los problemas que se generaron desde que se construyó: “No se podía estacionar en los costados porque como pasan muchos micros corrías riesgo de que te rayaran el auto; generó muchos accidentes y encima casi tapan la estación de servicios que queda enfrente, impidiendo su entrada”.
La misma apreciación unánime resultó de los comentarios de personas que se encontraban en las inmediaciones del espacio cultural Julio Le Parc, donde se analiza quitar el otro tramo del bulevar. “Era preferible que con esa plata hubieran arreglado la calle y no gastarla en una obra inútil que traba el tránsito y angosta esta arteria tan transitada”, fueron las palabras de Patricio Santander, vendedor ambulante de la zona.
Saliendo de una estación de servicio ubicada en esa calle, Omar Nievas calificó de “robo” a la mencionada obra. “Había que justificar gastos de dinero y encararon una obra que no solamente no sirve, sino que complica la circulación por la zona donde pasan muchísimos colectivos”, se quejó.
Mientras, David, empleado del mismo sitio, contó que los sábados y domingos se genera gran caos porque frente al Le Parc se realiza una concurrida feria. “Hay micros estacionados en doble fila y no paran de tocar bocinazos; un desastre”, relató.