En la industria petrolera definirán, entre hoy y mañana, si aplican un nuevo aumento en el precio de las naftas, a partir del viernes. En este caso, el incremento que se estudia es cercano al 2%, según comentan en el sector.
YPF es la empresa líder del mercado. El resto de las compañías sólo aplicará un aumento si la empresa estatal toma esa iniciativa.
En YPF negaron ayer que hayan decidido un incremento a partir del viernes, cuando arranca agosto.
El principal costo del sector petrolero es el crudo. Según datos de la secretaría de Energía, el barril de la variedad Escalante estaba a U$S 60 en enero y en junio se ubicaba en U$S 68, con una suba de 13%.
Se trata de un tipo de petróleo que no se procesa demasiado en las refinerías locales, ya que se exporta (a U$S 70 por barril neto de retenciones).
Las refinerías locales usan más otros tipos de crudo (Cañadón Seco y Medanito), cuyos precios están estables en dólares.
Pero a YPF le recomendaron un incremento “piso” de los precios del 9 por ciento hasta fines de año. Eso circuló entre los fondos de inversión de Estados Unidos que tienen acciones de la firma. Lo que hará YPF marcará el pulso de la competencia.
Caída del consumo
Aunque el consumo de naftas estuvo cayendo, YPF sigue ganando participación de mercado. En los últimos meses, estiró la ventaja en surtidores en relación a sus competidoras. Petrobras, en cambio, está resignando mercado, según datos de estaciones de servicio.
En YPF no hicieron comentarios sobre su estrategia de precios, como tampoco quisieron hablar los competidores. Pero en Wall Street, donde la acción de YPF ganó un 51% de valor en seis meses, creen que la petrolera supeditará la decisión de aumentar, a la coyuntura.
Si el país cae en default, la petrolera sería proclive a no realizar ningún movimiento de precios o aumento en lo inmediato. Pero si hay arreglo, creen que habrá margen para algún retoque de precios.
En setiembre de 2012, los analistas de Wall Street aconsejaron a YPF que aumentara sus precios un 40% por año. En un año y medio, el combustible “premium” de YPF se empinó en un 85%, la súper subió 80% y el gasoil, 77%.
En el extranjero miran los números en dólares. Este año, el peso se devaluó contra el dólar en 27%. Los aumentos de las petroleras superan esos porcentajes: la súper subió un 37%, la premium, un 40%, y el gasoil, entre 34% y 36%.
Sin embargo, asesores del sector notan que el tipo de cambio oficial está atrasado. Creen que la “brecha” del 50% entre el dólar oficial y el “paralelo” es señal de que se avecina una corrección cambiaria, lo que implicaría mayores precios para combustibles que se manejan en esa moneda.
