De la pasión que genera el fútbol y el "Loco Julio" en los hinchas mendocinos, especialmente en los del Tomba, no hay dudas. Pero no es el momento para este tipo de demostraciones. La despedida de Julio Roque Pérez (80), fallecido el martes, generó un desborde de gente por las calles de Godoy Cruz y la violación de la cuarentena obligatoria por parte de muchas personas. La Justicia investiga, en una tarea que será minuciosa y ardua. Cómo avanzará el caso, convertido en un escándalo provincial y de repercusión nacional.
El "hincha número 1" del Expreso se fue y dejó, además de un sinfín de anécdotas y recuerdo en las canchas, una causa penal en curso. Desde ya que él no es responsable, sino muchos de los que decidieron darle el último adiós siguiendo el cortejo fúnebre ayer en la tarde.
Puntualmente, se investigará la posible comisión del delito previsto en el artículo 205 del Código Penal, que impone penas de 6 meses a 2 años para quien viole el aislamiento social, preventivo y obligatorio ante la pandemia. A la cabeza de esta "megacausa" está el fiscal Fernando Giunta, encargado de la mayoría de estos hechos desde el 20 de marzo. Aunque éste, por la cantidad de infractores, sin dudas será el más complejo.
El representante del Ministerio Público Fiscal tendrá un trabajo de hormiga para llegar a las imputaciones. A raíz de publicaciones en las redes sociales y notas de los medios de comunicación, Giunta decidió actuar de oficio, sin denuncia o detención flagrante.
En poder del investigador ya están las publicaciones y las fotos reveladoras de la presencia de personas en la calle, la aglomeración, el no respeto al distanciamiento social y, en algunos casos, la no utilización de tapabocas. Esto último relacionado a los barbijos no es competencia de la Justicia.
Con todo el material audiovisual en la fiscalía, la Unidad Investigativa Departamental (UID) de Godoy Cruz ya trabaja en la identificación de sospechosos. Además, fue pedida la desgrabación de las cámaras de seguridad públicas y privadas de los sitios por donde pasó el coche fúnebre.
Una vez que los policías logren ubicar a varias personas en los lugares del acompañamiento y puedan ponerlos a disposición, el camino será el siguiente: en primer lugar, verificar si estaban autorizados a salir según la terminación del documento (ayer le correspondía a los DNI finalizados del 1 y al 5), y si esto se cumplía, corroborar que no se hayan alejado a más de 500 metros de su domicilio.
Los que demuestren que estuvieron en regla "zafarán", y los que no, serán imputados. "No será un trabajo fácil, llevará varios días por la cantidad de gente que pueda estar involucrada", reconoció el fiscal. Hasta anoche no había aprehensiones ni imputaciones.
Estiman que más de 1.000 personas participaron de la ceremonia, siendo la plaza de Godoy Cruz el punto donde más hinchas tombinos se reunieron.
El rol del club y del municipio
Ante la magnitud de lo sucedido y las consecuencias, el club Godoy Cruz no se expresó de manera formal. Sin embargo, dirigentes y voceros aclararon que a través de sus redes sociales sólo informaron el recorrido que haría el cortejo, incluso con un mapa elaborado por la comuna. En las publicaciones de la cuenta de Twitter pedían que quienes podían hacerlo salieran por las inmediaciones de sus casas para despedir al "Loco Julio", siempre respetando las normas sanitarias.
Ya en la tarde ayer, la oficina de Prensa cubrió todo lo sucedido y publicó fotos y videos. La Justicia tomó nota de todo esto y los miembros del club que estuvieron presentes serán citados a declarar.
Desde la institución reconocieron que sufrieron presiones de los hinchas para abrir el estadio Feliciano Gambarte y poder ingresar el cajón, lo que finalmente no sucedió.
Por el lado de la municipalidad, explicaron que ellos sólo fueron responsables de aprobar el trayecto que hizo el vehículo que llevaba el cuerpo y de afrontar los gastos del operativo policial. También de custodiar el cementerio de Godoy Cruz, última morada de Pérez.
El lado emotivo
Por supuesto que, ante la gravedad de los hechos, las tantísimas muestras de cariño hacia el "Loco Julio" quedaron en un segundo plano. Más allá de esto, no se puede dejar de lado la cálida y emocionante despedida de los tombinos a este ídolo al que no le faltó entrar a la cancha para ganarse esa condición. Lo logró por su incondicional amor a la camiseta.
Desde la salida del Cuerpo Médico Forense comenzaron a verse los hinchas y sus banderas, siendo el mayor punto de encuentro la plaza y el bulevard que lleva su nombre, en calle Balcarce. Emocionante, pero lamentablemente inapropiado en tiempos de pandemia.