Analía Franchín confesó que sufrió un abuso cuando tenía 12 años en un colectivo

"No me dejó ningún trauma con los hombres, pero sí supe que si tenía que defenderme al punto de o es él o soy yo", aseguró la panelista.

Analía Franchín confesó que sufrió un abuso cuando tenía 12 años en un colectivo
Analía Franchín confesó que sufrió un abuso cuando tenía 12 años en un colectivo

Analía Franchín contó en el programa Por Si Las Moscas de la radio La Once Diez que sufrió un tremendo abuso en un colectivo cuando tenía sólo 12 años. La historia, hasta ahora desconocida, no la traumó según sus palabras pero sí quedó en su memoria.

"Yo tengo una personalidad muy fuerte y entiendo que muchas veces el victimario se aprovecha de una persona que capaz que no va a tener mucha reacción por el tipo de personalidad, lo cual me parece diez veces peor, porque vení a enfrentarte con alguien que tenga personalidad", comenzó ella su relato.

"Cuando cursaba 7mo grado y estaba preparándome para el ingreso a un colegio secundario tomaba el 106. Yo vivía en Floresta y me iba al centro todos los días, y cuando volvía a las seis de la tarde en el 106 no sabés lo que era. Entonces, me acuerdo que venía con un montón de carpetas en un brazo y en la otra tenía una bolsa que pesaba tanto que como que me iba cortando los dedos, y en un momento yo tenía como la mano semi abierta y siento algo caliente en la mano, y voy a hacer así pensando que era algo de las bolsas que llevaba y literalmente me quedé con los hue..de un tipo en la mano", siguió.

"Me dio tanto miedo que después cuando vi un asiento me senté, pero tenía terror de que me siguiera, yo dije si no se baja yo me voy con el colectivero hasta Liniers, que era donde terminaba el 106. Por suerte se bajó antes, pero yo después de ese día dije cualquier persona que abusa de una mujer tendría el alicate de las cutículas y le iría pellizcando de a pedacitos el miembro, yo sería muy sanguinaria, porque cuando vos tenés la libido puesta ahí es muy difícil sacarlo", aclaró.

"Yo llegué a mi casa, lo conté y a partir de ahí empecé a tomar como recaudos en el colectivo, donde trataba de ir a lo último, apoyaba la cola ahí y quedaba siempre de frente. Siempre me quedó grabado, no me dejó ningún trauma con los hombres, pero sí supe que si tenía que defenderme al punto de o es él o soy yo siempre iba a ser yo", remató.

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