En una fresca noche de verano, bajo un limpio cielo azul y un cálido ambiente humano, fue coronada Anabella Carreras (19) como reina de La Paz. La joven se convirtió así en la primera soberana departamental de la Vendimia 2020 y será quien llevará la banda paceña el próximo 7 de marzo en el teatro griego Frank Romero Day.
Su nombre resonó en los altoparlantes del estadio Juan Domingo Perón cerca de las 2 de la madrugada de ayer y fue aclamada por el público conformado por unas 10.000 personas.
La representante del Club Centro Cultural y Recreativo La Paz obtuvo 36 votos y fue seguida de cerca por la virreina Malena Moreno, candidata del Club Deportivo Ferrocarril General San Martín, quien se quedó con 34 voluntades. En sus primeras palabras la Reina reconoció estar muy sorprendida y agradeció a los paceños por confiar en ella. También destacó el apoyo de su familia y del club al que representó. "Muchas gracias a todos y prometo representarlos de la mejor manera", manifestó con visible emoción.
Imborrables recuerdos entre las viñas
La elección se realizó luego del espectáculo "Coronadas de surco y parras" con libreto y puesta en escena de Godo Nicolás Giménez - titular de Cultura del departamento- y dirección general de Fabiana Riera. La dinámica y entretenida puesta tuvo a 250 artistas en escena, entre bailarines y actores de todas las edades.
Un baúl pensado para compartir con una niña por nacer, fue el pretexto con el que tres vecinas de finca- Rosario, Emilia y Milagros- comenzaron a recordar los momentos más valiosos de su infancia entre las viñas. Así, entre cuadro y cuadro, le fueron incorporando a este arcón simbólicas piezas: fichas de cosecha que recibían por cada tacho que lograban llenar, un pañuelo para curar el empacho, piedras de la payana, coronitas realizadas con hojas de parra y lo más destacado: una copa para brindar con la luna tras haber logrado elaborar el vino nuevo.
La destinataria del baúl y nieta de la primera mujer se llamaría María Paz y en su vida adulta volvería a cada uno de estos recuerdos y reviviría el ritual de la copa para luego compartirlo con sus hijos, nietos y futuras generaciones. Esta joven, que aparece en el último cuadro del espectáculo, fue interpretada por la reina saliente, Romina Platero. Ella misma se puso en la piel de este personaje en el acto central de 2015 que guardó relación con la historia que se contó en esta edición, así como en 2013 y 2016, conformando una tetralogía. En el show se fueron entrelazando las evocaciones de las tres protagonistas, con los cuadros infaltables de cada vendimia, que además de melodías folclóricas incluyó música contemporánea y clásicos del rock nacional.
Los más ovacionados
Si bien el público estuvo siempre activo y acompañó con las palmas constantemente, uno de los cuadros que más festejó fue el dedicado a los juegos de la infancia que, además de la payana, destacó al balero, el truco, la soga, el elástico, entre otros. En ese momento el escenario se pobló de niños y jóvenes que bailaron al ritmo de una canción con mención al departamento: "A jugar, a jugar en las veredas de La Paz, si yo gano, si yo pierdo me da igual", que además fue una invitación para las nuevas generaciones a dejar de lado el celular. También fueron muy aplaudidos los cuadros que homenajearon al cine -donde aparecieron fragmentos de recordadas películas como Tango feroz y Esperando la carroza- y al rock nacional, que tuvo como excusa los bailes de la primavera de los tres personajes principales.
Párrafo aparte merecen los fragmentos finales que los presentes ovacionaron de pie. En ellos se destacó el rol de la mujer, primero con la aparición en el escenario de una decena de cosechadoras de la viña de distintas edades y luego un grupo de bailarinas, entre ellas, las de Etnia Malambo Femenino, quienes deslumbraron con un potente malambo con boleadoras.
Para los presentes se trató de un espectáculo muy emotivo y vistoso. Pero una de la que más lo celebró fue Beatriz Vara, mamá de Marcos Jesús, uno de los bailarines. "Me encantó; aplaudí cada cuadro, sobre todo en los que estaba mi hijo", reconoció la orgullosa mamá. Ella detalló que el joven de 19 años baila desde los 10 y ha participado en reiteradas vendimias. "Estuvo sosteniendo la Virgen cuando entró, luego bailó con una de las candidatas y estuvo en varios cuadros más", enumeró.
Sentada junto a su familia, María Ricciardi disfrutó sobre todo de los bailes de la fiesta. "Me atrae mucho todo lo artístico, por lo que vengo siempre a la fiesta", contó la mujer. Ella también valoró el argumento del show, aunque remarcó que todos los años los actos centrales son igual de deslumbrantes.
Por su parte, Alejandro Sánchez destacó la variedad de la música y el colorido del vestuario. "Se notó mucho el trabajo que le pusieron todos los hacedores y los bailarines del departamento. Me saco el sombrero porque lo dejaron todo en el escenario", manifestó.
Presencias políticas
Después de la tensión vivida antes de fin de año, tras las marchas y contramarchas para modificar la Ley 7.722 y el anuncio de la suspensión de la fiesta departamental de La Paz si no se derogaba la 9.209 -lo que también hicieron otras comunas-, todo pareció volver a la normalidad en el departamento esteño.
Allí ofició de anfitrión el flamante intendente Fernando Ubieta (PJ) y si bien el gobernador Rodolfo Suárez brilló por su ausencia, estuvieron presentes la ministra de Cultura y Turismo, Mariana Juri y el ministro de Hacienda y Finanzas, Nieri, en representación del Gobierno provincial.
Además asistieron del PJ, la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti y la intendenta de Santa Rosa, María Flor Destéfanis. También dijo presente Raúl Rufeil, intendente de San Martín, por parte de la UCR.
También disfrutaron de esta primera Vendimia departamental Laura Micames y Luz Martina Mercol, reina y virreina nacional de 2019, quienes se están despidiendo de su mandato.
Voto del público
Una de las características distintivas de la elección de la reina departamental de La Paz fue que se realizó completamente a través del voto del público y con un dispositivo electrónico.
Antes de comenzada la fiesta se sortearon siete pares de números, que habilitaron a más de 100 personas -con esos últimos números en el DNI- a emitir el sufragio.
La organización colocó carpas en el predio para que los interesados se acercaran para seleccionar a su elegida en una computadora e imprimir el ticket que sirvió para contar los votos