En pleno calendario de paritarias, y con la aparente decisión del Gobierno de no ofrecer más del 25 por ciento de aumento, los estatales anunciaron que entrarán en "un plan de lucha" que comienza este próximo miércoles con un paro general. Así lo confirmaron los sectores de la Salud (Ampros) y ATE en representación de la Salud y también de municipales, administración central, Tribunal de Cuentas, organismos descentralizados (Casino, Parque y Zoológicos), Vialidad y Judiciales.
Todos ellos resentirán sus servicios sin asistir a los lugares de trabajo, según lo que decidieron por unanimidad. En el caso de los hospitales (con fuerte adhesión en estas convocatorias), la atención será como días domingos y feriados.
La decisión fue tomada ayer en un plenario que mantuvieron cientos de trabajadores en la puerta de la Legislatura. Allí ratificaron que, más allá del paro anunciado para el 5 de marzo (sin modalidad definida todavía), extenderán la medida de fuerza hacia otros días, incluyendo el Carrusel de Vendimia. Además, realizarán un nuevo plenario el 12 de marzo en el que se fijarán otras protestas en caso de no tener respuestas antes de esa fecha. "No creo que haya soluciones antes porque, recién el 10, Salud tiene paritarias", estimó Raquel Blas, secretaria general de ATE.
Pero, por lo pronto, el paro que se avecina para el próximo miércoles coincidirá con el que llevarán a cabo los docentes el 5 de marzo, luego de que las negociaciones entre el SUTE (que no participó del plenario ayer) y el Ejecutivo fracasaran nuevamente el miércoles último.
En este sentido, la paritaria con los maestros fue la muestra de lo que vendrá en las demás definiciones salariales. El 25 por ciento ofrecido por el Gobierno provincial a los docentes se da en consonancia a lo que sucedió en otras provincias (salvo San Luis y Córdoba que, apartados del libreto, dieron el 30%) y, en un nivel más general, en sintonía a lo orquestado desde la propia Nación. Así se resolvió luego de que los ministros de Hacienda arreglaran "no perforar ese porcentaje".
Este panorama proyectado desde el Ejecutivo es mirado ahora por los sectores que se autoconvocaron ayer. "Definir que se dará un techo salarial es quitar sentido a las paritarias", reclamaban en el plenario del que participaron delegados de distintos sindicatos. "Firmar un 25 por ciento es firmar una medida de ajuste, algo que no estamos dispuestos. Esto lo vamos a combatir con los gremios estatales unificados", señaló Blas.
Frente a los sinceramientos del Gobierno que aduce "no poder dar un incremento superior a esa cifra", según lo difundido luego del encuentro en Buenos Aires, los sindicatos se endurecen en otros porcentajes: "El 45 por ciento de aumento no es negociable. Esto es para recomponer lo que perdimos del año pasado", exigían ayer en el plenario, a la vez que admitían: "No va a ser fácil, y si nos tiene que encontrar en la calle todo el año, va a ser así".
"Acá ha quedado claro que el salario inicial debe ser igual que la canasta familiar, que está en los 9.100 pesos, según lo que han medido nuestros técnicos y en la actualización que han hecho respecto a los 8.500 pesos que cerramos en diciembre. Además en Mendoza se han afrontado otras cosas como es el aumento del boleto en un orden del 40%", detalló la secretaria general de ATE.
Entre los pedidos, más allá de lo salarial, también exigen que las paritarias sean "al menos semestrales" y que se dé marcha atrás al impuesto de las ganancias y al IVA.