Dícese que Jennifer Lawrence se lleva muy bien con Bradley Cooper, alguien con el que ha compartido muchísimos sets, rodajes y experiencias. Es más, en los medios de Estados Unidos dicen que son “Work Spouses”, algo así como un matrimonio de trabajo. ¿Pero qué significa eso? ¿Hasta dónde llega ese “matrimonio”? ¿Y puede darse también en un ambiente de trabajo ‘normal’, como lo conocemos todos nosotros?
El término "work spouses" no es sólo una propuesta mediática para vender. Se han hecho estudios sobre las amistades platónicas que surgen en los lugares de trabajo. Para saber más, consultamos a una investigadora que se dedica precisamente al estudio de la psicología laboral y, entre otras cosas, a las amistades en ámbitos laborales.
Lo que tienen esas amistades o ‘matrimonios’ es que presentan todo el potencial para establecer un vínculo romántico, explica Sabine Hommelhoff.
Las dos personas pasan mucho tiempo juntas, comparten muchísimas tareas y problemas cotidianos y suelen estar en una misma sintonía -o al menos tener muy buen diálogo-. Pero no siempre es bueno generar tanta proximidad, sobre todo teniendo en cuenta que eso llevará a que se planteen otros temas de conversación.
“Hay que estar atentos para no cruzar el límite”, advierte Hommelhoff. Es cierto que hay personas a las que no les molesta en absoluto hablar sobre enfermedades, planificación familiar o preferencias sexuales en el trabajo, pero a otras les resulta impensable. O sea, si se gesta un vínculo más cercano, ¿cómo evitar hablar de temas más personales?
Además, ya sea un ‘matrimonio laboral’ o una relación de mucha confianza, la proximidad puede llegar a generar problemas en el trabajo. Porque cuando en el equipo hace falta manejar algo con discreción, los vínculos particulares pueden pasar a ser un conflicto.
Un ejemplo: tiene que conversar sobre un proyecto con su jefe y él le cuenta algo relacionado con alquien del equipo, pero le pide que no lo comente. Usted se encuentra con su ‘pareja laboral’, que le dice: “¿no me lo vas a decir a mí?”.
Otro problema muy común es cuando una de las partes de la ‘pareja’ asciende y la otra no. Eso, vivido desde una proximidad importante, genera grandes problemas.
Pero no todo es perjudicial en un vínculo laboral de este tipo. Por lo general, en todos los equipos se siente si hay un buen clima laboral o no, y eso es algo que quieren todas las empresas, no sólo porque es importante para lo profesional, sino porque las amistades también generan cohesión y, a través de ellas, se afianza el vínculo con la empresa.
Además, los amigos son los que mejor pueden dar feedback, y eso es crucial en una compañía; a pesar de que no suele ejercitarse como se debiera. Las relaciones cercanas también permiten compartir ideas que uno tiene a medio camino y pueden servir de impulso o inspiración de nuevos proyectos.