"No importa el lugar, el sol es siempre igual". Desde que los Enanitos Verdes compusieron estos versos, el 20 de julio pasó a ser -además del Día del Amigo- el día de esta canción. Y en plena era de las telecomunicaciones, no interesan ni el lugar ni el color del sol, porque no hay excusas para evitar saludar a un amigo, si se invierten unos pocos segundos en un mensaje por WhatsApp o las redes sociales; y ni hablar si es el mismo mensaje enviado en cadena.
De acuerdo a un informe desarrollado por la consultora Focus Market, 47% de los entrevistados reconoció que hoy saludará a sus amigos con un mensaje de WhatsApp, mientras que 19% lo hará por Facebook. En cambio, el llamado telefónico -quizás lo más innovador en la época de nuestros padres- lo usará solo el 15%.
No obstante, también están aquellos que -confiesan- no cambian el cara a cara por nada en el mundo. "Amigos uno tiene muy pocos y con esos hay que hacer hasta lo imposible por verse; no solo el 20 de julio sino en cualquier momento. Para los demás, alcanza con un mensaje en WhatsApp. Y solo para aquellos con que uno tiene un poquito más de relación", se sinceró Daniel, un abogado mendocino que se cargó la reunión de hoy al hombro y hasta ofreció su casa para un asado con 10 amigos.
“La masividad de las redes le quita especificidad a la comunicación, al mensaje. Quizás el 20 de julio uno recibe cientos de mensajes que el otro copió y pegó. Y, como mucho, el emisor se tomó el trabajo de cambiarle el nombre al enviarlo. O quizás le mandan una frase, que es casi lo mismo que postear una publicación en Facebook y que la lea el que la lea. Las relaciones se despersonalizan y se alivian”, reflexionó el sociólogo especializado en nuevas tecnologías Roberto Stahringer.
El especialista sostuvo que las redes tienden a profundizar el alivianamiento en las formas y en los vínculos relacionales: "Cada vez vamos más dirigidos a vivir nuestra propia vida y el resto complementa mi existencia. Pero no la modifica".
Amigos ¿son los amigos?
Sin dudas las redes sociales se han convertido en un espacio para acercar a las personas. Y en el caso de Facebook, directamente cataloga a todos en la misma categoría de amistad.
"Una de las cosas que más me molesta de Facebook es que a todos nos pongan con el rótulo de 'amigos'. Creo que es una palabra muy grande y que no le cabe a cualquiera", destacó a Los Andes Analía, quien trabaja manejando cuentas de redes sociales.
“El dato no resulta alarmante y hasta creería que más de 5 de cada 10 personas van a saludar a sus amigos por este medio. Si las formas de relacionarnos se modifican, no hay dudas de que las redes ayudan en esto. WhatsApp es más inmediata y un poquito más personalizada. En ese sentido, es como una especie de simulación de una conversación”, resumió Stahringer.
Para el especialista, estas modificaciones en los vínculos tienen que ver con el cambio de la relación tiempo y espacio. "Enviar un saludo en WhatsApp nos permite 'estar' -no de forma concreta o física-, pero no deja de ser un estar- en muchos lugares, con muchas personas; y en un tiempo acotado y casi superpuesto. Esa posibilidad que nos dan las redes de desmaterializarnos y pretender que con un mensaje, uno está", acotó.
En ese sentido, el mandato social de ser políticamente correcto cada 20 de julio se cumple. "Vamos cambiando nuestra forma de relacionarnos y uno siente que por haberte mandado un mensaje simplemente, ya cumplió. Eso va garantizando y permitiendo que los lazos relacionales sean cada vez más livianos, superfluos, efímeros y líquidos", sostuvo el sociólogo, para quien -pese a que no considera que esta situación esté bien o mal, "nada reemplaza la potencia de la presencia física".
Stahringer destacó que ocurre lo mismo con las relaciones vinculares o afectivas: "Se basan en un egocentrismo que busca la comodidad e inmediatez para cada persona, pero que termina siendo casi un acto de falsedad: como cuando mandás un mensaje diciendo '¡Feliz día, amigo!' y en realidad no te ves ni te escribís a lo largo de todo el año. Pero por un mandato social, sentís que tenés que mandar mensajes a mansalva".
Para el sociólogo, la amistad es algo muy particular. Y estas formas tienden "a banalizarla". "La amistad tiene que estar vinculada al reflejo de uno en el otro. Y también en un otro que apuntala y refuerza mi propia identidad. Estas formas de vincularnos, de comunicarnos, vienen a quitarle peso y profundidad a las relaciones. La tendencia apunta a que las formas de relacionarnos por las redes tienden a volver todo liviano y poco solvente", sentenció.
Más picada, menos asado
El contexto de crisis mete la cola en los festejos del Día del Amigo. De acuerdo al informe de Focus Market, 57% de los entrevistados planea festejar hoy comiendo una picada, opción más económica que la del asado (sólo 11% respondió por este menú). En el medio están los partidarios de la pizza (28%).
A la par, la mayoría (83%) confesó que se juntará a celebrar en una casa. Es decir que muy pocos planean salir, otro síntoma de la crisis.
“Todos los viernes a la noche nos juntamos a jugar al fútbol con amigos. Y mañana (por hoy) no va a ser la excepción. Sólo que después del partido vamos a hacer un asado en la cancha. ¡No importa el frío, ni locos vamos a comer a otro lado!”, aseguró David (32), un mendocino que será de las pocas excepciones en esto de evitar los gastos del asado.